Hugo Ramos Cabal - Vie, 17/09/2021 - 11:30
La competición en montaña genera estrés y ansiedad en los deportistas.
Los deportes de montaña tienen algo en común, que es su terreno de juego, el medio natural. Haciendo uso de los diferentes terrenos que nos brinda la naturaleza, como pueden ser el agua, la nieve, la hierba o la roca; y en combinación con su verticalidad, altitud, espontaneidad y fuerza, hacen de este medio, un lugar increíblemente bello e increíblemente peligroso, donde practicar deporte. El factor de peligrosidad o riesgo es inherente a todas las modalidades, aunque en unas se podrá dar más que en otras, pero en la montaña, ninguna modalidad deportiva está exenta de él.
La gestión del riesgo que supone la practica deportiva en este medio inestable y cambiante genera en el deportista estrés y ansiedad, en mayor grado que en otras modalidades deportivas. Por tanto, estos factores son claves para el rendimiento deportivo en este ámbito.
El estrés
El estrés lo podemos entender como una balanza, en la que en un lado se encuentra la situación deportiva que afronta el deportista, y en el otro lado, los recursos de los que dispone para hacerle frente. Toda situación estresante para el deportista ya sea por riesgo, incertidumbre, descontrol, inseguridad o miedo, entre otras; puede tener consecuencias negativas o positivas, en función de la capacidad del deportista para gestionar el estrés. Consecuencias que se verán reflejadas en el rendimiento deportivo de este.
Ante una situación deportiva estresante se produce un desequilibrio en la balanza, desencadenando una cascada de respuestas fisiológicas en nuestro cuerpo: aumenta el ritmo cardiaco y la respiración, se segregan mayor número de hormonas y aumenta la velocidad de tu metabolismo; para que tu cuerpo tenga la mejor y mayor cantidad de 'energía' posible para hacer frente al desafío que afronta el deportista. El estrés genera reacciones tanto a nivel fisiológico como psicológico.
La gestión del estrés en los deportes de montaña puede genera situaciones negativas o positivas. La vertiente 'negativa' es aquella en la que el deportista no es capaz de gestionar la situación y las consecuencias afectarán a su rendimiento deportivo, lo cual, en ciertas situaciones características de los deportes de montaña, pueden llegar a suponer consecuencias dañinas para la integridad física del deportista. La vertiente 'positiva' se produce cuando el deportista es capaz de gestionar el estrés y sacar provecho de la situación, potenciando su evolución y desarrollo integral como deportista e individuo. No solo favorece y aporta beneficios físicos y mentales, sino que también crea una base, se supera un listón para el cual el deportista creía no estar preparado. Su consecución marca un antes y un después en su gestión del estrés y en su rendimiento deportivo.
Es importante reseñar que la clave está en exponer al deportista a pequeñas situaciones estresantes en su contexto deportivo, que superen ligeramente sus capacidades actuales, para crear un nuevo límite de gestión del estrés, superior al anterior, mejorando así sus capacidades en este ámbito, lo cual se verá reflejado en su rendimiento deportivo.
La ansiedad
A nivel coloquial se entiende la ansiedad es una de las consecuencias que se pueden producir ante una situación estresante y, por tanto, son dos conceptos muy relacionados, analizándolos dentro del contexto deportivo. La ansiedad, también es una reacción fisiológica y psicológica ante una situación o contexto concreto de gran transcendencia y relevancia para el deportista.
¿Cómo identificarlo? ¿Cómo saber si se está padeciendo ansiedad ante una situación determinada en el contexto deportivo? Fácilmente, pudiendo tener las manos frías, la boca seca, ganas repentinas de orinar, sudoración previa abundante, incapacidad de concentrarse, cosquilleo en el estómago (nervios), o aumento de la tensión muscular, entre otras.
Una de las teorías más aceptadas en ámbito deportivo es aquella que categoriza la ansiedad como 'estado' o 'rasgo'. La investigación deportiva en este ámbito ha argumentado que cada persona, en base a sus vivencias, su experiencia practicando deporte, o su exposición y superación de situaciones estresantes, generará diferentes niveles de tolerancia a la ansiedad. Es decir, la tendencia de una persona a sentirse ansioso es lo que entendemos como ansiedad rasgo. Mientras que la ansiedad estado son los niveles de ansiedad que se muestra ante una situación o contexto determinado.
Claves para la gestión del estrés y la ansiedad
Cuanta más experiencia se tenga en el medio y en la modalidad deportiva que se practica, se tendrán mejores conocimientos y recursos para solventar la situación o contexto deportivo que se te plantee.
La clave está en el trabajo previo, para evitar las consecuencias negativas del estrés y la ansiedad, que afectarán al rendimiento. Son de gran importancia las 'estrategias de afrontamiento', que consisten en un entrenamiento psicológico, mediante el cual el deportista aprender a gestionar el estrés, la ansiedad y las demandas fisiológicas del cuerpo. Mente y cuerpo están conectados, y se puede aprender a gestionar la ansiedad mentalmente, para que de forma fisiológica se manifieste en menor grado. La gestión del estrés y la ansiedad es un factor determinante para alcanzar el máximo rendimiento deportivo en los deportes de montaña.
Editor: Universidad Isabel I
ISSN 2697-1992.
Burgos, España
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