Benito Pérez González - Sáb, 21/03/2020 - 09:30
España tardará en recuperar la capacidad de muchos sectores productivos
Vivimos días de zozobra y de excepcionalidad, social y económica, por causa de la pandemia del coronavirus. La actividad de muchos sectores ha tenido que ser limitada, y en muchos casos directamente suspendida, mientras que, paradójicamente, en otros se está trabajando a destajo para que los servicios y productos básicos puedan llegar a toda la población.
Términos como ERE, ERTE, crisis de oferta, salida en “L” o cisne negro se han convertido en habituales en muchos medios.
Desgraciadamente, esta crisis va a tener consecuencias económicas muy profundas, que se irán conociendo y evaluando a medida que se vayan resolviendo los gravísimos problemas sanitarios, que han llevado al cierre de fronteras y a decretar un estado de alarma y de confinamiento flexible de toda la población. Estamos ante lo que Taleb (2007) denominó un cisne negro:
Un «cisne negro» es un hecho improbable, cuyas consecuencias son importantes y todas las explicaciones que se puedan ofrecer a posteriori no tienen en cuenta el azar y sólo buscan encajar lo imprevisible en un modelo perfecto.
Los estudios de economía y psicología conductual reconocen la habitual reacción humana de negación al principio de una crisis -no querer ver que estamos ante un cisne negro-. Existe un sesgo de sobrevaloración de los beneficios a corto plazo frente a los objetivos a largo plazo, que son los objetivos que tendría que visualizar el buen gobernante. Para eso le pagamos y le dotamos de los medios necesarios. España ha reaccionado algo tarde, y cuando pase todo esto, habrá que analizar por qué no hubo nadie con mente fría para analizar, sin sesgo político, una simple curva, de la que ya conocíamos el comportamiento en China e Italia.
Sin ser exhaustivo, estos son algunos de los motivos por los que España será uno de los países que más sufrirá por esta crisis:
- A día de hoy es el 3º más afectado del mundo y el primero en proporción a su población total. Aún tardaremos tiempo en superar la crisis sanitaria para poder empezar a reconstruir los sectores productivos afectados.
- Un 12,3 % del PIB español proviene del sector de turismo y hostelería, con 2,6 millones de trabajadores (12,7% del total de la población activa).
- De los 3,3 millones de trabajadores autónomos que hay registrados en el RETA, un 73,2% lo hacen en el sector servicios y un 15,3% en sectores industriales, muchos de los cuáles han frenado su producción por la falta de componentes provenientes mayoritariamente de China.
- La Deuda Pública de España se sitúa en el 97,9% del PIB, lo que estrecha el margen para asumir más apalancamiento para financiar a los sectores afectados.
- Somos uno de los países con menos porcentaje de teletrabajo de toda la Unión Europea (ver datos y gráfico).
Teletrabajo en la UE
País |
Habitualmente |
A veces |
Nunca |
Suecia |
28,2 |
5,0 |
66,8 |
Islandia |
25,0 |
6,5 |
68,5 |
Países Bajos |
21,7 |
14,0 |
64,3 |
Luxemburgo |
19,8 |
11,0 |
69,1 |
Reino Unido |
19,4 |
4,4 |
76,3 |
Dinamarca |
19,0 |
7,6 |
73,4 |
Finlandia |
17,0 |
13,3 |
69,7 |
Bélgica |
16,1 |
6,6 |
77,3 |
Francia |
14,1 |
6,6 |
79,4 |
Estonia |
12,5 |
7,6 |
79,9 |
Irlanda |
12,4 |
6,2 |
81,4 |
Austria |
11,7 |
10,0 |
78,4 |
Eslovenia |
10,9 |
6,9 |
82,1 |
Media Unión Europea |
9,8 |
5,1 |
85,1 |
Polonia |
9,4 |
4,6 |
86,1 |
Portugal |
8,6 |
6,1 |
85,3 |
Media zona euro |
8,2 |
5,8 |
86,0 |
Suiza |
6,9 |
4,1 |
89,0 |
Alemania |
6,6 |
5,0 |
88,4 |
Noruega |
5,9 |
5,5 |
88,6 |
República Checa |
5,4 |
4,0 |
90,6 |
Eslovaquia |
5,4 |
3,6 |
90,9 |
Croacia |
5,3 |
1,4 |
93,3 |
Malta |
3,9 |
5,8 |
90,3 |
Hungría |
3,7 |
2,3 |
94,0 |
España |
3,2 |
4,3 |
92,5 |
Grecia |
3,1 |
2,0 |
94,9 |
Lituania |
2,1 |
2,5 |
95,4 |
Letonia |
1,9 |
2,9 |
95,2 |
Montenegro |
1,6 |
6,4 |
92,0 |
Italia |
1,2 |
3,6 |
95,2 |
Chipre |
1,0 |
1,2 |
97,9 |
Macedonia del norte |
0,9 |
1,9 |
97,2 |
Bulgaria |
0,7 |
0,3 |
99,1 |
Turquía |
0,7 |
2,2 |
97,1 |
Rumania |
0,3 |
0,4 |
99,3 |
Fuente: Eurostat - Porcentaje de trabajadores que trabaja en casa en 2018 sobre el total de la población activa (15-64 años)
EREs y ERTEs
En España se van a perder muchos puestos de trabajo. Por eso en estos días se está hablando mucho de EREs y ERTEs.
El ERE es el acrónimo para referirse al Expediente de Regulación de Empleo. Estos expedientes hacen referencia a los despidos colectivos y están regulados por el artículo 51 del Estatuto de los Trabajadores. Un ERE es un procedimiento que se puede tramitar en el caso de la que la empresa cumpla los requisitos para tener que hacer un despido colectivo. A efectos de lo dispuesto en esta ley, se entenderá por despido colectivo la extinción de contratos de trabajo fundada en causas económicas, técnicas, organizativas o de producción que se hayan prolongado en un período superior a 40 días.
Entre otras disposiciones, en caso de ERE, el trabajador afectado deberá recibir una indemnización de 20 días de salario por cada año trabajado. Igualmente, el trabajador tendrá derecho a la prestación por desempleo si ha trabajado al menos 360 días en los últimos 6 años.
Por su parte el ERTE, Expediente de Regulación Temporal de Empleo viene regulado por el artículo 47 del propio Estatuto de los trabajadores. La principal diferencia con el ERE es que, en este caso, no es un procedimiento para despidos, sino de reducción de jornada o suspensión temporal de los contratos de trabajo. El ERTE solamente puede llevarse a cabo en aquellas empresas que tienen una crisis temporal o problema coyuntural, como es el sobrevenido por el coronavirus. Los empleados que sufran el ERTE tienen derecho a la prestación por desempleo en las mismas condiciones que los de un ERE. No obstante, los afectados por los despidos del coronavirus no necesitarán acumular ese trabajo previo de 360 días en 6 años, y tendrán derecho a una pensión por desempleo que será del 70% de la base reguladora durante los primeros seis meses y del 50% a partir de ese momento.
Las semanas que tardemos en salir de la crisis sanitaria determinarán, en buena medida, el número y la duración de los ERTEs.
Una vez que volvamos a estar en condiciones de seguridad será el tiempo de recuperar el pulso desde la confianza en la capacidad de las personas y de las empresas de generar riqueza, de plantear soluciones a las necesidades, en definitiva, de generar plusvalías y productividad.
Para concluir este artículo os dejo una frase de Luis de Molina (1535-1600), uno de los sabios españoles de la Escuela de Salamanca que resume a la perfección el sentido de lo anterior:
“La práctica de los comerciantes lleva a una mejor estimación sobre las mercancías que la de los eruditos doctores. Y lo mejor es acatar el juicio de los comerciantes respecto al valor de las mercancías, especialmente respecto a los negocios que estos hacen entre sí”
La salida de esta crisis está en cada uno de nosotros, con nuestro trabajo, nuestra creatividad y nuestro espíritu emprendedor - independientemente de que trabajemos por cuenta propia o por cuenta ajena-.
Taleb, N. N. (2007). El cisne negro (Roc Filella, Trans.). Barcelona: Paidós.
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