Arturo Casado Alda - Mar, 19/07/2016 - 13:44
Historia española en Ámsterdam
El atletismo español está de enhorabuena. En los pasados Campeonatos de Europa de Ámsterdam se lograron ocho medallas, de las cuales tres fueron de oro. La primera fue el oro de Ruth Beitia. Nuestra mejor atleta de todos los tiempos se hacía con su tercera victoria consecutiva en Campeonatos de Europa al aire libre, en la disciplina de salto de altura, a la edad de 37 años. Esta gesta es inédita en la historia de nuestro atletismo y, aunque ahora le demos mucha importancia, creo que a medida que vayan pasando los años y echemos la vista atrás, lo valoraremos muchísimo más. En este sentido, muchos de los aficionados la echamos en falta el día después en las portadas de los periódicos deportivos más importantes de nuestro país.
Después de Ruth, llegó nuestro gran día, el viernes 8 de julio. Esa mágica tarde comenzó con una medalla lograda por Sergio Fernández en una prueba en la que jamás se había conseguido nada anteriormente. El corredor navarro de 400 metros vallas se alzaba con la medalla de plata con unos últimos metros apoteósicos. Este atleta hizo historia y este hito precedió al mayor de los éxitos de nuestra velocidad hasta el momento.
Un día después de clasificarse cuarto en la final de 100 metros lisos, el español Bruno Hortelano, nacido en Australia y residente en Canadá y en Estados Unidos la mayor parte de su vida, disputaba la final de 200 metros lisos. También con una progresión espectacular en los segundos cien metros se alzó con una medalla de plata, por detrás del holandés Churandy Martina. Pero aquí no acabó la historia. Media hora después le informan en una entrevista grabada que finalmente es oro, dado que el atleta holandés fue descalificado por pisar la línea que delimitaba la calle por donde iba corriendo. Este vídeo que muestra la sorpresa y la alegría de Bruno se hizo viral. Afortunadamente, al día siguiente pudimos disfrutar de él en las portadas de prácticamente todos los periódicos deportivos del país. La tarde culminó con la medalla de bronce en 10.000 metros del gran corredor aragonés Toni Abadía, detrás de dos atletas turcos de origen keniano.
Pasado este aluvión de medallas, siguió la fiesta el sábado 9 de julio y, por fin, un atleta español volvió a poner a nuestra prueba fetiche, el 1.500 metros, en el lugar que le corresponde. Se trata del balear David Bustos, que conseguía proclamarse subcampeón de Europa en una carrera lenta en la que las medallas se decidieron en los últimos cien metros. David fue flanqueado en el podio por dos hermanos noruegos que representan el presente y el futuro del mediofondo europeo: Filip y Henrik Ingebrigtsen.
Finalmente, durante el último día del Campeonato se consiguieron tres medallas más. La primera fue de plata en media maratón y a título colectivo con Carles Castillejo, Jesús España, Ayad Lamdassem e Iván Fernández. Las otras dos fueron obtenidas por dos atletas españoles de origen marroquí: Ilias Fifa y Adel Mechaal, con un oro y una plata respectivamente. Consiguieron los dos primeros puestos en una prueba en la que los cinco primeros clasificados llegaron a la línea de meta en pocas centésimas de segundo entre ellos, por lo que se tuvo que recurrir a la photo finish para determinar los puestos.
Con esto acababa un Campeonato de Europa que nunca vamos a olvidar y que ha quedado en la retina de los aficionados del deporte, ya que muestra el ansiado relevo generacional que necesitaba nuestro deporte en los últimos años.
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