Virtus del Hoyo - Vie, 27/09/2019 - 11:08
Sede principal del Festival de Cine de San Sebastián. Kursal.
Este último fin de semana de septiembre hay que estar en Euskadi.
El fin de fiesta del mejor y más internacional festival de cine de nuestro país: el Festival de Cine de San Sebastián. Digamos que queda la parte más competitiva del festival, la parte en la que se reparten los premios tras una semana de intensa actividad. Semana en la que la ciudad es tomada por la gente de la farándula y los que adoran este mundo van a su encuentro. En principio podemos pensar que es un festival que nació a imagen del de nuestro vecino francés, el Festival de cine de Cannes. Pero en los últimos años, a raíz de la multiplicidad de festivales que han aparecido a lo largo del globo terráqueo, de toda índole, San Sebastián se ha especializado, tomando distancias con el de la ciudad de la Costa Azul. A imagen de nuestra feria de Arte Contemporáneo, ARCO, han entendido que somos el puente, el nexo, la unión natural con Latinoamérica y Europa; es ahí, donde San Sebastián se destaca.
Bette Davis. 1989, recibe el premio Donostia, premio que se concede a toda una carrera dedicada al cine y a la huella imborrable que la aportación de ciertas figuras nos legan.
Dos tendencias marcan la marcha del festival: la atención al cine latinoamericano y la atención a las películas realizadas en lenguas no hegemónicas.
Este año se ha reducido la presencia de películas españolas y se ha incrementado la presencia femenina.
Costa Gavras. Uno de los tres personajes del mundo del séptimo arte en recibir el Premio Donostia. El preciado galardón es una reproducción de una de las farolas del mítico Paseo de la Concha.
Cuando hablamos de San Sebastián en otro post, comentamos que este festival cambia la fisionomía de la ciudad, la metrópoli se vuelve cosmopolita. Una ciudad de Babel. Llena de gente variopinta, menos famosos que en otros certámenes, pero la apuesta del festival vasco no va por ahí, aunque siempre hay algunas grandes estrellas.
Imagen de una de las películas comprometidas políticamente. que llega desde Buenos Aires tras haber pasado por Cannes. Ola Verde (que se haga ley).
La competición, que es el alma del festival, se culmina con la Concha de Oro a la que optan 20 películas, siempre hay apuestas por saber con anticipación cual se llevará el preciado premio pero las estadísticas hablan por si solas, no llega al 50% los aciertos de los visionarios.
A este premio principal le siguen 12 más, de diferentes categorías y en los que quizá la frescura, el riesgo y la originalidad son más evidentes. Así tenemos los premios Zabaltegi-Tabakalera, es en esta sección donde la originalidad entra a raudales pues es una sección de amplio espectro dónde casi todas las tendencias tienen cabida. Premio de Coproducción Europa-América Latina, que buscan la colaboración entre los profesionales y potenciar el acceso a nuevos mercados a través del apoyo a proyectos en desarrollo, además de propiciar el contacto entre creadores y empresas: es un nicho de energía creativa. Cine en Construcción, es otra de las secciones con premio; una colaboración del Festival de Cine de San Sebastián con el Cinelatino y Les Rencontres De Toulouse y cuyo objetivo es apoyar al cine latinoamericano mediante ayudas a películas en fase de post-producción. Otra de las secciones interesantes y diferentes es Glocal In Progress, dirigido a largometrajes europeos rodados en lenguas no hegemónicas; películas en fase de postproducción que se visionan ante profesionales; agentes de ventas y programadores creando los flujos propicios para las colaboraciones y co-producciones.
Las Vacaciones de Hilda, película a concurso dentro de la Sección En Construcción.
Lo último en tecnología también tiene su espacio aquí; Ikusima Berriak, programa que está dirigido a proyectos audiovisuales en formación y a la producción, con un programa de residencias superapetecible; surge de la colaboración de Tabakalera, Festival de cine de San Sebastián y Elías Querejeta Zine Eskola. Por último destacar el Zinemaldia & Technology, sección que busca acercar el cine a las nuevas tecnologías.Realidad virtual, creaciones digitales etc. Todas la secciones tienen un premio económico interesante y ofrecen la posibilidad de que los largometrajes elegidos sean distribuidos por la red comercial de cines. Se puede hacer una agenda a la medida. Las películas se ofrecen desde las 8.30 de la mañana hasta medianoche. Un plus: la Playa de la Concha (el tiempo será amable y existe la posibilidad de encontrarse con alguno de los famosos invitados).
La Gallina Turuleca. Proyectada en el velódromo, espacio para el cine destinado al público mayoritario, espacio que acoge 3000 personas con una pantalla de 400 metros cuadrados y algunas de orientación infantil.
Claro que hay una sección en el festival que se dedica a la cocina Culinary Zinema, no es competitiva pero marca diferencia con no importa qué otro festival cinematográfico.
Getxophoto. Neil Harbisson, uno de los artistas presentes en la 13ª edición de Getxophoto, uno de los pocos hombres que se ha implantado una cámara en el cerebro. Su obra y vida estarán presentes, aunque no está claro si son divisibles.
A apenas 100 kilómetros siguiendo la costa cantábrica y encontramos Getxo, pegado a Bilbao, y nos regala Getxophoto. Un encuentro fotográfico entorno a un tema que se elige anualmente y que se prolonga todo el mes de septiembre. El tema elegido es Post Homo Sapiens. Programando el futuro. Siguiendo la linea que se marcó hace tres años con “Transiciones”, (el encuentro visual está en su 13ª edición), se centra en los problemas contemporáneos y su desarrollo en el tiempo. Se busca que este festival se visite como un paseo callejero para que se fusionen pueblo e imágenes, se busca la multiplicidad de disciplinas y soportes como claro reflejo de la realidad visual de hoy. Exposiciones de 20 artistas visuales diferentes, con dinámicas multidisciplinares diversas y una proyección internacional se dan cita para ofrecer visiones audaces sobre la relación del ser humano y la robótica o las redes digitales en el futuro. ¿Hasta dónde llegaran con el desarrollo de la inteligencia artificial? ¿sustituirán los autómatas a los humanos? ¿ qué trabajos desaparecerán? Un montón de cuestiones que se responden desde la creatividad y la visión artística. Además de las exposiciones de estos heterogéneos artistas se suman, almuerzos con expertos, guías didácticas para la mejor comprensión de lo expuesto, charlas, visitas diurnas y nocturnas con linternas.
Haley-Morris Cafiero. Obra elegida en el Open Call. Obra protesta contra. el acoso en las redes sociales.
Una propuesta genial es Open Call una puerta abierta a los creadores visuales de todo el mundo a los que se les invita a dar su visión sobre el tema del certamen, en este caso: Post Homo Sapiens. Una gran acogida que se traduce en 197 proyectos enviados, muchos de ellos de gran calidad, consecuencia de esta increíble acogida, el jurado decide aumentar los premios concedidos a 5, uno más de lo previsto.
Masamichi Kagaya & S. Mori. Trabajo en torno al accidente nuclear de Fukusima. Toma imágenes de objetos contaminados para que la gente sea consciente de lo que es.
A través de las páginas web, se pueden apuntar a cualquiera de las actividades y ver los horarios d cada uno de los eventos. Sin dudar, es una gran oportunidad. Euskadi siempre es una buena idea.
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