Tania Rilova García - Jue, 28/03/2019 - 19:05
La utilización de simuladores educativos en los procesos de enseñanza-aprendizaje los convierte en grandes aliados para promover o crear entornos de aprendizaje para la transferencia de conocimientos y la resolución de problemas, lo que permite al estudiante recrear situaciones reales de manera controlada, acordes con las necesidades que demanda la sociedad del conocimiento.
Guaralnick (2009) afirma que las simulaciones permiten a los estudiantes aprender haciendo, enfatizando la práctica y el desarrollo de habilidades en un ambiente realista de modo seguro, que puede estar apoyado por herramientas de e-learning.
En este sentido, Valverde (2010) indica que una simulación educativa puede ser definida como el aprendizaje a través de la interacción de un modelo basado en algún fenómeno o actividad. Una simulación no solo reproduce un fenómeno, sino que lo simplifica y lo cambia, o incorpora características en función de las necesidades. Una simulación educativa proporciona un entorno de aprendizaje abierto e interactivo basado en modelos reales. Estos programas permiten disponer de variadas posibilidades de experimentación mediante el manejo de variables y, como indican Loon, Evans y Kerridge (2015) (citados en Guzmán y del Moral, 2018), posibilitan la rentabilización de los recursos, minimizando el tiempo de intervención, favoreciendo el trabajo colaborativo y reduciendo la posibilidad de error, ya que los estudiantes no consumen recursos reales, sino ficticios.
Para la implementación de este tipo de recursos, podemos encontrar diversidad de software desarrollados para diferentes áreas de conocimiento; no obstante, desde el Área de Innovación Educativa de la Universidad Isabel I, trabajamos para desarrollar y diseñar entornos virtuales de simulación que se integren de forma ajustada con las necesidades curriculares, enfocados a la temática educativa que se desea abordar y acordes con las metas, propósitos u objetivos planteados en cada titulación, materia o asignatura.
Para el desarrollo y el diseño de los diferentes simuladores, hemos tenido en cuenta la carga cognitiva de la interfaz y su entorno, con el fin de facilitar el trabajo del estudiante como protagonista que construye su propio conocimiento por medio de la participación. En este aspecto, los simuladores atienden a diferentes aspectos pedagógicos, técnicos y de diseño:
- Adecuación a los estudiantes y a su ritmo de trabajo, estimulando su participación activa.
- Adquisición de un rol activo en la construcción de sus propios conocimientos (constructivismo).
- Fomento de la iniciativa y el autoaprendizaje, poniendo en juego la intuición y la imaginación, y no solo el pensamiento analítico.
- Desarrollo del esfuerzo cognitivo, facilitando aprendizajes significativos que puedan trasladarse a otras situaciones similares.
- Facilidad de uso presentando interfaces intuitivas y fáciles de usar.
- Navegación e interacción para facilitar el proceso de enseñanza-aprendizaje.
- Originalidad, creatividad, calidad de los contenidos, producción de material audiovisual y uso de las tecnologías de la información y comunicación (TIC), evitando distractores innecesarios.
- Versatilidad, motivación y retroalimentación.
Por otro lado, otro elemento relevante relacionado estrechamente con simuladores educativos es la motivación, la cual es investigada por Konetes (2010), quien sostiene que las fuerzas motivacionales juegan un rol significativo en el éxito del uso de juegos virtuales y simulaciones con fines educativos. Una clave para el éxito de los juegos y simulaciones educativas se basa en la comprensión de cómo las fuerzas motivacionales actúan en los usuarios de entornos virtuales (Osorio, Ángel y Franco, 2012).
Los docentes tienen un papel fundamental para el adecuado aprovechamiento de los simuladores en la formación por competencias de los estudiantes; su aprovechamiento es máximo cuando se hace uso de estos a través de docentes que desarrollan actividades y evalúan el uso y aprendizaje al lado de los estudiantes (Osorio et al., 2012).
Por todo ello, desde la Universidad Isabel I se promueve la innovación educativa, con la que se busca explotar su potencialidad pedagógica en entornos virtuales y en el contexto metodológico adecuado en el que desarrollar sus cualidades, siempre teniendo en cuenta que son un medio de aprendizaje y no un fin en sí mismos.
Ciencias de la Actividad Física y del Deporte. Tramitación de carrera popular en un ayuntamiento.
Nutrición y Dietética Humana. Realización de técnicas culinarias.
Nutrición y Dietética Humana. Mediciones antropométricas.
Ciencias de la Actividad Física y del Deporte. Diseño de gimnasio, diseño de sesiones deportivas.
Bibliografía
Guaralnick, D. y Levy, C. (2009). Putting the Education into Educational Simulations: Pedagogical Structures, Guidance and Feedback. International Journal of Advanced Corporate Learning, 2(1), 10-15.
Osorio Villa, P. A., Ángel Franco, M. B. y Franco Jaramillo, A. (2012). El uso de simuladores educativos para el desarrollo de competencias en la formación universitaria de pregrado. Revista Q, 7(13), 1-23.
Konetes, G. D. (2010). The Function of Intrinsic and Extrinsic Motivation in Educational Virtual Games and Simulations. Proceedings Of The Internsational Workshop On Web Information Systems & Applications, 2(1), 23-26.
Valverde Barroso, J. (2010). Aprendizaje de la historia y simulación educativa. Tejuelo. 2010(9), 83-99.
Guzmán, A P. y del Moral, M E. (2018). Percepción de los universitarios sobre la utilidad didáctica de los simuladores virtuales en su formación. Píxel-Bit. Revista de Medios y Educación, 53, 14-60.
Entrada publicada el 29/03/2019
Editor: Universidad Isabel I
Burgos, España
ISSN: 2605-258X
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