María del Pilar López Castilla - Vie, 22/10/2021 - 10:00
Divulgación científica y el arte de contar historias.
Serie: 'Un Viaje por la Ciencia'(XIII)
Las charlas TED (Tecnology, Entertainment and Design) se han convertido en un espacio para la divulgación del conocimiento sobre cualquier área. Su tremendo éxito no reside realmente que cuenta con los mejores especialistas en su campo, sino que estos, además, demuestran sobre el escenario grandes dotes de oratoria. De este modo, el storytelling o el arte de narrar/escribir historias se ha convertido en una de las técnicas más usadas en ámbitos tan diversos como el de la publicidad, la política, el arte, y también, la divulgación científica, porque contar historias es una estrategia perfecta para poder contextualizar el mensaje a la realidad del receptor a través de experiencias cotidianas.
Al fin y al cabo, de esto trata la divulgación científica, de conseguir que a la gente le importe lo que sucede, y para ello, necesitamos ir más allá de presentar datos y evidencias y movernos hacia la creación de conexiones emocionales entre la ciencia y el público.
Cartel de What´s your story (cuál es tu historia).
Para ser un buen contador de historias no existe una fórmula mágica, pero sí existen ciertos secretos para conseguir buenos resultados. De hecho, expertos en comunicación como Nancy Duarte han analizado que los grandes discursos que han pasado a la historia (por ejemplo: I have a Dream, de Martin Luther King; el discurso de lanzamiento del primer Iphobe por Steve Jobs, etcétera.) presentan una estructura común.
¿Cómo podemos convertir nuestra presentación en una historia? Tomemos la estructura narrativa aristotélica, la más básica de los tres actos compuesta por una primera introducción, seguida de momentos de conflicto y suspense, con una posterior resolución. El hilo conductor permitirá que la historia pueda desarrollarse de manera secuencial sin perder su coherencia interna y nos ayudará a retener la atención del público. Si queremos ir un poco más allá, podemos usar la estructura de pirámide que un dramaturgo alemán, Gustav Freytag, presentó en 1863 compuesta por cinco fases que darían estructura a un relato, estas son introducción, desarrollo, punto de quiebre (clímax), una resolución y un final.
Pirámide de Freytag o estructura dramática. Fuente: Clearvoice.
El comienzo será decisivo porque es donde hemos de atraer la atención de nuestra audiencia hacia el tema que queremos tratar, explicar qué es pero sobre todo lo que podría ser, haciendo que esa comparación sea lo más distanciada posible. El resto de la presentación ha de sustentar esa idea, ese objetivo a través de inesperados giros que ayudarán a construir la tensión entre lo que existe y lo que podría ser el futuro con el avance científico que presenta, hasta que al final la 'situación' es resuelta y algo cambia. Porque hemos de conseguir convencer a nuestra audiencia de que efectivamente la ciencia ayuda a cambiar las cosas.
Nuestro mensaje no será lo único que debemos trabajar, el apoyo visual que elijamos para acompañarnos y la comunicación no verbal que mostremos desempeñará un papel fundamental. Recuerda que más no siempre es mejor, de modo que elige bien pocas pero potentes imágenes que ayuden a sustentar la idea que queramos transmitir. Nuestra forma de movernos, nuestra entonación, el tono de nuestra voz, las pausas, los silencios, todo suma a la hora de conseguir ser un verdadero 'cuentacuentos'.
Duarte, N. (2011). The secret structure os great talks. TED Ideas worth spreading [Vídeo]
Joubert, M., Davis, L. Metcalfe, J. (2019). Storytelling: the soul of science communication. JCOM, 18.
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