Carmen Viejo Díaz - Jue, 02/11/2023 - 10:11
Profesor en clase con los alumnos.
Serie: 'El reto del Profesor en Formación' (LXV)
La profesión docente es una vocación que implica la formación y educación de las generaciones futuras. Sin embargo, esta noble tarea no está exenta de desafíos y riesgos, tanto físicos como psicológicos, que afectan a los profesores en su desempeño laboral. Este escrito aborda los múltiples aspectos de los riesgos a los que se enfrentan los docentes y propone medidas preventivas para mitigarlos.
Riesgos psicológicos en la enseñanza
La enseñanza, con su contacto directo y constante con los alumnos, conlleva riesgos psicológicos significativos. Los profesores pueden encontrarse expuestos a comportamientos irrespetuosos, agresiones verbales e incluso físicas, actos de vandalismo y otros desafíos que ponen en duda su estatus profesional y su identidad. Estas situaciones pueden desencadenar sentimientos de inferioridad y fracaso personal, lo que puede resultar en trastornos psicosomáticos, ataques de ansiedad o depresión.
Para abordar estos riesgos, es esencial implementar planes de prevención que anticipen los peligros psicosociales y físicos. Los médicos preventivos pueden desempeñar un papel crucial en la identificación y mitigación de estos riesgos.
Las técnicas de comunicación y diálogo son herramientas efectivas para reducir la violencia en el entorno educativo. La formación en la comprensión de las dinámicas entre profesores y alumnos, así como las estrategias de control emocional, son vitales para gestionar el estrés y los conflictos.
Además, es fundamental establecer un sentido de pertenencia a un equipo educativo que brinde apoyo social y proporcionar procedimientos de apoyo y tratamiento durante situaciones de agresión severa.
El contexto sociopsicológico de la profesión docente
La profesión docente se desarrolla en un entorno en constante evolución, lo que puede dar lugar a disfunciones en las condiciones de trabajo de los profesores. Las reformas educativas, a menudo parciales y generales, pueden llevar a una saturación en la capacidad de adaptación de los docentes, lo que afecta negativamente a su involucramiento en la misión educativa.
Varias tendencias sociales y tecnológicas están cambiando las condiciones laborales de los docentes. Los estudiantes de hoy crecen en un entorno digital, lo que puede dificultar su atención en un ambiente de enseñanza tradicional. Además, la exposición a la violencia en el hogar y los medios de comunicación puede llevar a comportamientos agresivos en el aula. La diversidad de las aulas y las expectativas desproporcionadas de los padres también generan tensiones adicionales.
Los riesgos psicológicos y físicos de la profesión docente
La profesión docente conlleva riesgos tanto físicos como psicológicos. Entre los riesgos físicos se incluyen trastornos de la voz debido a la constante presentación y alzar la voz en entornos ruidosos, así como problemas venosos o de espalda debido al tiempo que se pasa de pie.
Los riesgos químicos, eléctricos y biológicos están presentes en las disciplinas científicas y técnicas, especialmente en laboratorios y talleres de formación profesional. Los profesores también pueden estar expuestos a estas lesiones.
Los riesgos psicológicos incluyen desmotivación, trastornos del sueño, ansiedad y depresión. Los docentes pueden experimentar una sensación de inutilidad o incompetencia debido a la falta de reconocimiento y apoyo en su trabajo.
Medidas preventivas
Para abordar estos riesgos, se deben tomar una serie de medidas preventivas:
1.Evaluación de riesgos profesionales: identificar y analizar los riesgos laborales es esencial para desarrollar estrategias de prevención efectivas.
2.Medidas organizativas: la calidad de la gestión y la comunicación en el entorno educativo son fundamentales para reducir el estrés. Se deben establecer objetivos claros y realistas, y se debe brindar retroalimentación y apoyo adecuados a los docentes.
3.Formación en gestión del estrés: los docentes deben recibir formación en comunicación, gestión de conflictos y técnicas de control emocional.
4.Apoyo individual y grupal: se deben crear redes de apoyo entre los docentes para compartir experiencias y soluciones. La atención médica y psicológica debe estar disponible para las víctimas de agresiones.
5.Medidas técnicas: los entornos educativos deben diseñarse para reducir los riesgos físicos, como el ruido y la exposición a sustancias peligrosas.
Para concluir la profesión docente es noble pero desafiante, con riesgos tanto físicos como psicológicos. La prevención y el apoyo son fundamentales para garantizar el bienestar de los profesores y, en última instancia, el éxito educativo de los estudiantes. Es responsabilidad de las instituciones educativas y la sociedad en su conjunto tomar medidas para proteger a aquellos que se dedican a la educación, permitiéndoles impartir conocimientos de manera efectiva y saludable.
Fuentes:
Hargreaves, A. (2000). Mixed emotions: Teachers' perceptions of their interactions with students. Teaching and Teacher Education, 16(8), 811-826.
Ingersoll, R. M. (2001). Teacher turnover and teacher shortages: An organizational analysis. American Educational Research Journal, 38(3), 499-534.
Johnson, S., Cooper, C., Cartwright, S., Donald, I., Taylor, P., & Millet, C. (2005). The experience of work-related stress across occupations. Journal of Managerial Psychology, 20(2), 178-187.
Kyriacou, C. (2001). Teacher stress: Directions for future research. Educational Review, 53(1), 27-35.
Skaalvik, E. M., & Skaalvik, S. (2017). Job satisfaction, stress and coping strategies in the teaching profession—What do teachers say? International Education Studies, 10(3), 71-85.
Editor: Universidad Isabel I
ISSN 2792-1859
Burgos, España
Añadir nuevo comentario