Álvaro Romero Barriuso - Vie, 24/11/2023 - 09:51
Imagen que promueve la igualdad para la eliminación de la violencia contra la mujer.
El 25 de noviembre se celebra a nivel global el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, en una jornada destinada a concienciar sobre una problemática que, según los últimos datos publicados por las Naciones Unidas, afecta, aproximadamente, a casi una de cada tres mujeres en todo el mundo. Este año, una vez más, desde la Universidad Isabel I y, más en concreto desde la Facultad de Ciencias y Tecnología, queremos centrarnos en el impacto que la violencia de género tiene en los campos de la ingeniería y la tecnología, ámbitos del conocimiento ambos en los que las mujeres han estado desafiando estereotipos y contribuyendo al avance de la sociedad.
Desarrolladora femenina pensando y escribiendo en un ordenador.
Si nos remitimos a la Declaración de la ONU, emitida por la Asamblea General en el año 1993, sobre la eliminación de la violencia contra la mujer, define la violencia de género como "todo acto de violencia que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer." Esta violencia se manifiesta de diversas formas, desde la violencia por un compañero sentimental hasta la trata de seres humanos, la mutilación genital o el matrimonio infantil.
En consecuencia, las Naciones Unidas, en una de sus más recientes publicaciones, revelan datos tan alarmantes como los que siguen: “736 millones de mujeres han experimentado violencia física y/o sexual en algún momento de sus vidas. Esta lacra se ha intensificado en distintos entornos, incluidos los espacios laborales y en línea, agravándose aún más debido a la pospandemia, los conflictos y el cambio climático”.
Mayor inversión en prevención
Así mismo, también plantean una solución sólida a este problema, debiéndose invertir de manera significativa en la prevención. Sin embargo, también se apunta en el estudio a la evidente falta de recursos económicos, ya que “tan solo el 5% de la ayuda gubernamental mundial se destina a la violencia de género”, con una inversión inferior al 0,2% dedicado a su prevención. Estos datos ponen de manifiesto la urgente necesidad de implantar una acción contundente, dotando de “mayores recursos económicos a las organizaciones de mujeres, pasando por mejoras a nivel legislativo y aplicación de la justicia, así como de servicios para los supervivientes y capacitación para agentes del orden público”.
Desde un prisma más amplio, la violencia de género no solo afecta a las víctimas de manera directa, sino que también tiene repercusiones sobre el resto de la sociedad en su conjunto. Actualmente, esta lacra supone un obstáculo para alcanzar la igualdad, el desarrollo y la paz, así como para el pleno respeto de los derechos humanos de mujeres y niñas en todo el mundo.
Se deben tener en cuenta los efectos adversos de la violencia, que afectan no solo a la salud física y mental de las mujeres, sino también a su educación y oportunidades de empleo. Por ejemplo, desde la universidad, queremos hacer especial hincapié en la desigualdad en edades tempranas en la educación, lo que obstaculiza el derecho a la educación de las niñas y limita, por ende, su acceso a una educación superior y de calidad.
Alumnas felices ante un escritorio en una escuela de primaria.
Llegados a este punto resulta esencial reconocer que algunas mujeres y niñas son más vulnerables a la violencia de género, como puedan ser “las mujeres más mayores, las migrantes, las de comunidades indígenas o minorías étnicas, y las que viven con el VIH y discapacidades”. Es por ello qué, eliminar la violencia contra la mujer es fundamental para poder cumplir la promesa de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de no dejar a nadie atrás.
Logros femeninos en ingeniería y tecnología
En resumen, desde la Universidad Isabel I, celebramos los logros de las mujeres en campos como la ingeniería y la tecnología (que cuenta con figuras de renombre, de ayer y hoy, como Grace Hopper: pionera en computación y primera programadora que utilizó el Mark I; Ada Lovelace: considerada la primera programadora de la historia que trabajó en el diseño de la Máquina Analítica; Hedy Lamar: actriz de Hollywood e inventora, desarrolló el sistema de comunicaciones inalámbricas de larga distancia durante la Segunda Guerra Mundial; Marissa Mayer: antigua CEO de Yahoo y una de las primeras empleadas de Google que jugó un papel crucial en productos como Gmail o Google Maps; Radia Perlman: ingeniera informática conocida como “la madre de internet” que contribuyó al desarrollo del algoritmo utilizado en redes para evitar bucles; Shafi Goldwasser: criptógrafa e informática que ha contribuido a la teoría de la complejidad computacional y la criptografía; Ursula Burns: ingeniera mecánica, primera mujer afroamericana en liderar una empresa clasificada entre las 500 de Fortune, Xerox, o Fei-Fei Li: experta en inteligencia artificial que ha contribuido al desarrollo de algoritmos de visión por computadora y defensora de la diversidad de género en la tecnología), al tiempo que reafirmamos nuestro compromiso de trabajar de la mano para poner fin a la violencia de género y construir un futuro más igualitario.
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