Excavación de la necrópolis de Cortijo Coracho. Fuente: Equipo de investigación.
23 de agosto de 2024. El profesor Ricardo Ortega-Ruiz, docente de Antropología Forense en la Universidad Isabel I, junto a un equipo de investigadores, ha presentado los resultados más recientes de su trabajo titulado "Estudio Biométrico Comparado de la Necrópolis Tardoantigua de Cortijo Coracho con Otras Necrópolis Ibéricas, para Variables de Huesos Largos". Este trabajo, llevado a cabo en colaboración con los expertos Juan Pablo Diéguez Ramírez, del Museo Arqueológico y Etnológico de Lucena; Daniel Botella Ortega, director del Museo Arqueológico y Etnológico de Lucena y del servicio de Patrimonio Histórico local, y Susana Carrascal, de la Universidad de Barcelona, ofrece nuevas perspectivas sobre la composición demográfica y la posible diversidad étnica de la población enterrada en esta necrópolis.
El estudio se centra en el análisis biométrico de huesos largos recuperados en la necrópolis cordobesa del Cortijo Coracho en Lucena, comparándolos con datos de otras necrópolis ibéricas. Según Ortega y su equipo, los resultados indican “una proximidad significativa entre las mujeres de Cortijo Coracho y las poblaciones hispanorromanas, mientras que los hombres muestran una mayor heterogeneidad, sugiriendo la posible presencia de individuos de origen visigodo en la comunidad”. Estos hallazgos son coherentes con la hipótesis de que, aunque predominaban los hispanorromanos, algunos individuos visigodos podrían haber sido inhumados en esta necrópolis, lo que refleja un contexto social más complejo durante la Tardoantigüedad.
Investigaciones previas
Este estudio se basa en investigaciones previas realizadas desde 2021 por la mayoría de los investigadores del mismo equipo. En junio de 2021, en la publicación "Clio-Arqueológica", se presentó un análisis de conglomerados que ya sugería la baja probabilidad de una presencia visigoda significativa en la necrópolis, aunque sin descartar completamente la posibilidad. Este primer análisis se centró en comparar los restos de Cortijo Coracho con otras poblaciones ibéricas de la época, utilizando métodos estadísticos avanzados para determinar la afinidad biológica entre los grupos.
Enterramiento doble en la necrópolis de Coracho. Fuente: Equipo de investigación.
En septiembre de 2021, otro artículo en la misma revista el equipo analizó la estatura de los individuos de Cortijo Coracho, comparándola con otras poblaciones de la Península Ibérica. Los resultados apoyaron la idea de que los individuos compartían características con las poblaciones hispanorromanas, aunque con algunas variaciones que podrían sugerir la influencia de otros grupos étnicos.
El estudio continuó en septiembre de 2022 con un análisis de la dieta de la población, basado en patologías bucales, como caries y cálculo dental. Este análisis indicó diferencias significativas entre hombres y mujeres en la incidencia de ciertas enfermedades dentales, sugiriendo que las mujeres, especialmente las adultas, podrían haber tenido una dieta diferente, posiblemente más rica en proteínas, lo cual es indicativo de un esfuerzo por evitar la desnutrición durante el embarazo y la lactancia.
Finalmente, en octubre de 2023, durante el Congreso Internacional de Bioarqueología Romana, se presentaron los resultados de un análisis detallado de la patología dental en la población tardoantigua de Cortijo Coracho. Este estudio confirmó la prevalencia de ciertas patologías bucales que apuntan a una dieta cariogénica (rica en azúcares), aunque con variaciones según el sexo y la edad de los individuos.
Reconstrucción de la Basílica de Coracho, a la que se encuentra asociada la necrópolis. Fuente: Equipo de investigación.
También dentro del mismo congreso, tanto en las ediciones de 2021 y 2022, se le suman otras líneas de trabajo como el cambio de ritual funerario con la caída del Imperio Romano y la llegada de los pueblos germanos tanto en individuos adultos (publicado en 2023) como en individuos en etapa de maduración (en proceso de publicación). Asimismo, se le unen otras líneas de investigación como el estudio de la mortalidad infantil (publicado en 2018) o patologías infecciosas que demuestran la alta tasa de resistencia a enfermedades de determinados individuos de la población estudiada (publicado en 2024).
Estos estudios no solo han aportado conocimientos valiosos sobre la biología y las condiciones de vida de la población de Cortijo Coracho, sino que también han abierto nuevas preguntas sobre la interacción y la mezcla de grupos étnicos en la Tardoantigüedad en la Península Ibérica. El trabajo del profesor Ortega y su equipo continúa siendo un referente en el campo de la bioarqueología, demostrando la importancia de la investigación interdisciplinaria para comprender mejor nuestro pasado.