Silvia Vázquez Fernández - Mar, 28/01/2025 - 10:21
Método de la Respuesta Total en el aprendizaje de idiomas en los niños.
Serie: 'Educación en la era digital' (CXLII)
El método de la Respuesta Física Total o TPR (Total Physical Response) fue desarrollado por James Asher, profesor de psicología de la Universidad de San José (California), durante los años 60 y 70 del siglo XX. Su principal objetivo es enseñar un idioma a través de la asociación con actividades motoras, por esta razón también ha recibido el nombre de Método del Movimiento (Navarro-Coy, 2005).
Asher (1977) se basa en la manera en la que los niños aprenden la lengua materna reaccionando de forma física a las órdenes que reciben de sus padres, antes de hacer sus primeras producciones lingüísticas, y traslada este procedimiento al contexto del aprendizaje de una lengua extranjera. De tal manera, según este autor, el segundo idioma se puede transmitir a través de acciones a las que los alumnos deben responder, lo que propiciará la interiorización del nuevo código lingüístico.
Como se desprende de este principio, el método pone énfasis en la comprensión, ya que los alumnos escuchan las órdenes del profesor y responden a ellas mediante acciones. Por ejemplo, el profesor puede dar instrucciones sencillas como «levántate», «siéntate», «cierra la ventana», «abre el libro», etc., acompañadas de la acción física correspondiente para que los alumnos la repliquen y solo se les animará a hablar una vez que estén preparados para ello. La relevancia puesta en la comprensión como paso previo al habla es un rasgo que este método comparte con el enfoque natural, que está basado en la Teoría del Monitor de Krashen.
El hecho de escuchar las instrucciones del profesor y reaccionar a ellas con algún tipo de movimiento contribuye a crear un ritmo relajado en el aula y disminuye el estrés asociado al aprendizaje de una lengua extranjera. Asimismo, se trata de un método de enseñanza de idiomas que evita la excesiva corrección de errores, respeta los distintos ritmos de aprendizaje y contribuye a que los aprendientes participen en la construcción de su propio conocimiento.
La Respuesta Física Total se puede utilizar con alumnos de cualquier edad, ya que se trata de una metodología lúdica que favorece la motivación y que, además, no necesita muchos recursos para su puesta en práctica porque se realiza a través de movimientos con el cuerpo, por lo que se adapta con facilidad a cualquier contexto educativo. Si bien, es un método que resulta especialmente efectivo y motivador para los niños debido al ambiente distendido que se crea en el aula con las acciones físicas asociadas al lenguaje.
De hecho, Canga-Alonso (2012) recomienda este método para la enseñanza del inglés en el segundo ciclo de Educación Infantil por su adecuación a las cualidades psicomotoras, sociales e intelectuales de los niños de esta edad y porque también favorece la interacción entre ellos.
Una forma sencilla de llevar esta metodología al aula de lenguas extranjeras para niños serían el famoso juego «Simón dice» (Simon says), en el que se utiliza esta frase para introducir órdenes, por ejemplo, «Simón dice levanta las manos», «Simón dice tócate la nariz», «Simón dice da una palmada», «Simón dice salta tres veces», etc. También se puede utilizar con historias o canciones, acompañando lo que se dice con acciones físicas que los niños deben imitar.
Referencias:
Asher, J. (1977). Learning Another Language Through Actions: The Complete Teacher’s Guide Book. Sky Oaks Production.
Canga-Alonso, A. (2012). El método de la respuesta física (TPR) como recurso didáctico para el aprendizaje del inglés en educación infantil. Revista Iberoamericana de Educación, 60(3), 1-10.
Navarro-Coy, M. (2005). La evolución de los métodos de enseñanza- aprendizaje de lenguas desde el punto de vista del sujeto de aprendizaje: hacia un enfoque autonomizador. Revista Canaria de Estudios Ingleses, 50, 255-277.
Editor: Universidad Isabel I
Burgos, España
ISSN: 2659-5222
Añadir nuevo comentario