Marta Gómez Cuéllar - Mié, 19/02/2020 - 11:32
Hemos dormido bien, hacía una mañana de temperatura perfecta y nos esperaba un comedor al aire libre, el de la foto de arriba.
Esta etapa la seguimos por las dunas de Erg Chebbi. El Isabel va ‘viento en popa - a toda vela’. Quería esperar al final de la entrada de blog pero necesito contároslo ya. Cuando llegamos a la meta aún no la habían montado. Primeros primerísimos. Después de la primera etapa, que tuvimos que cruzar la meta remolcados, nos merecíamos este puesto (y si no así lo sentimos).
La etapa fue breve, intensa y divertida. Llegamos a meta a buena hora (antes de que la montasen, lo recalco) para hacernos unos macarrones en el camping gas (por fin comemos bien). Como la tarde se antojaba larga y cálida (28º), decidimos que podíamos emprender ruta libre por el desierto (como si aquí valiese lo de: al final de esta calle a la derecha) en busca de algún pueblito en el que entregar parte del material que aún llevamos en el maletero.
El pueblo le vimos, pero de lejos. Acabamos empanzados (con la panza del coche tocando la arena). Se ve que aún no nos habíamos quedado atascados y queríamos probarlo, porque no me lo explico. En lo que tirábamos de pala y plancha, que tiramos un rato largo, vimos aparecer pequeñas cabecitas en el horizonte, que vinieron a ver quienes eran los kamicaces que se acercaban a su pueblo. Entre ‘pitos y flautas’, y empujar y sacar arena, nos bebimos 5 litros de agua (os imagináis el calor y la paliza desatascando), y nos hicimos amigos de aquellos mocosos sonrientes, con los que terminamos jugando al futbol y dándoles parte del material solidario que habéis entregado.
En definitiva, que mereció la pena la empanzada, las horas bajo el sol, y el desatascar al Isabel.
Por la noche etapa nocturna. Nada fácil. No puedo contaros mucho porque no tenemos muy claro que es lo que hemos hecho, a parte de no ver nada y darle gas para salir de la arena. Cosas del directo. Os pongo en situación: “Brújula: 123°” “Derecha, un poquito más derecha, un pelín más. Te has pasado”.
Ha sido un poco como aquello del :
-“dale, dale, dale”
-“pum”
-“lo último era un vale”
Las estrellas del desierto siguen tan bonitas como siempre. Y se nota que somos de Burgos por lo de la manga corta (pero yo, que soy de la sierra buena, la de pinares, no tengo estas temperaturas ni en agosto, y tengo que aprovechar).
Mañana nos leemos.
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