20 de octubre de 2020. En las últimas horas, las autoridades chinas han anunciado haber encontrado virus “vivos” de la COVID-19 en embalajes de bacalao congelado. La profesora de Dietética y Nutrición Humana de la Universidad Isabel I, Beatriz Robles, como experta en seguridad alimentaria ha señalado que la razón más probable de la contaminación de los embalajes se deba a la falta de higiene de los manipuladores en el puerto de Qingdao.
Beatriz Robles ha explicado que “lo que pasa es que, en el caso descrito, es mucho más lógico pensar que el SARS-CoV-2 haya pasado de los empleados que manipularon los embalajes a los propios embalajes, y no al revés”.
También desde las instituciones gubernamentales y la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria se ha desmentido que los alimentos sean transmisores de la enfermedad, y menos, en su estado de congelación. Lo más probable es que el virus apareciera en los embalajes por falta de medidas de protección al toser o estornudar o por las manos, confirman desde la Federación nacional de Asociaciones Provinciales de Empresarios Detallistas de Pescados y Productos Congelados.
Este sector factura en España 11.000 millones de euros al año y si se produce una alarma infundada, se puede poner en peligro la existencia de 10.000 pescaderías tradicionales, que emplean a 22.000 personas, según los datos del INE.