Cristian López rodeado de su certificados de récord Guiness

5 de noviembre de 2024. El profesor de la Universidad Isabel I y hombre récord de España, Christian López, es mucho más que un docente del máster en profesorado. López, quien a sus 12 años fue diagnosticado con diabetes tipo 1, se ha convertido esa circunstancia en una fuente de motivación para lograr hazañas sorprendentes que hoy le llevan a ostentar nada menos que 143 récords Guinness. Entre sus logros se cuentan los 50 metros más rápidos corriendo hacia atrás con aletas de natación y la milla más veloz botando un balón de baloncesto, marcas que destacan en su larga lista de logros inusuales y sorprendentes. El suplemento Papel del diario El Mundo, ha recogido un reportaje sobre su trayectoria.

Christian López, comenzó a superar sus límites en 2017 y ha establecido hazañas notables como correr 50 metros con los ojos vendados sin desviarse de su camino, trotar 100 metros con tacones y subir 41 veces en una hora el torreón del Alcázar de Toledo. Además, ha realizado pruebas tan extremas como recorrer 1.457 metros en la Torre del Agua de Albacete en una hora, incluso con niveles de glucosa peligrosamente altos, como se publicó en Informativos Telecinco el pasado domingo 3 de noviembre.

Hoy, a sus 36 años, el profesor López detalla el arduo proceso que conlleva aspirar a estos registros, desde el coste de aproximadamente 7.000 euros por candidatura hasta el minucioso proceso de homologación que requiere testigos independientes, arquitectos, y varias herramientas de medición de precisión. Pese a estas exigencias ya la falta de retribución económica por cada logro, su perseverancia se mantiene intacta, asegurando que para él, estos desafíos ya forman parte de su vida.

Dedica cada logro a su abuelo Ernesto

Cada logro lo dedica a su abuelo Ernesto, quien falleció en 2003 y fue la persona que le regalaba el libro Guinness cada año. “Debe estar muy orgulloso”, afirma López. A través de sus hazañas, también inspira a familias de personas con diabetes que le escriben para contarle cómo sus logros han animado a sus hijos a enfrentar su condición sin miedo. Además de profesor y conferenciante, López aspira a superar a Ashrita Furman, el hombre con más récords Guinness de la historia, y sigue entrenando diariamente con la misma determinación, convencido de que la clave del éxito es “no poner límites a lo que creemos posible”.

récord subiendo y bajando escaleras con malabares

Récord de Cristian López subiendo y bajando escaleras practicando malabares.

El diagnóstico de su diabetes fue un momento de inflexión que lo marcó profundamente. En una entrevista publicada, Cristian López recordó el impacto que tuvo para él la recomendación de su médico de limitarse a ejercicios de baja intensidad. “No podía imaginar una vida sin deporte, así que me resistí. Me apunté a un club de atletismo tan pronto como pude, buscando demostrar que sí podía”, comentó. Esta decisión fue el primer paso de un camino de disciplina y superación, en el que "la diabetes nunca ha sido una barrera insuperable, sino un desafío más a conquistar", explica.

Control constante de los niveles de glucosa

Christian cuenta que su día a día requiere un control constante de los niveles de glucosa, especialmente en los momentos previos a cada competición o entrenamiento. Gracias a un sensor proporcionado por la Seguridad Social, el profesor López puede monitorear sus niveles desde su teléfono móvil, algo que facilita enormemente su rutina de atleta. Sin embargo, el desafío sigue siendo enorme, ya que la diabetes tipo 1 es impredecible, y el esfuerzo físico puede generar picos o caídas inesperadas en sus niveles de glucosa.

equilibrio con una escalera sobre la barbilla

Récord de Cristian López manteniendo una escalera sobre su barbilla.

A pesar de las dificultades, Cristian López enfrenta la vida con una madurez que sorprenderá incluso a su familia desde temprana edad. “Me fui a campamentos siendo un niño y aprendí a ponerme la insulina yo mismo, entendiendo que podía llevar una vida normal si controlaba la enfermedad”, cuenta. Esta autodisciplina lo ha llevado a desafiar continuamente los límites, algo que transmite también a sus estudiantes, enseñándoles que no existen barreras que la constancia y la voluntad no puedan superar.

Con una carrera que no muestra señales de freno, Christian López sigue acumulando récords y mostrando que el verdadero logro es demostrar que cualquier limitación puede ser, en realidad, un impulso para ir más allá.