Niño en el campo de fútbol con la bandera de España para animar a la Selección Nacional.
22 de noviembre de 2023. Las necesidades nutricionales de los futbolistas varían en función del sexo, la composición corporal, la posición en el campo y el nivel de actividad durante el entrenamiento o los partidos. En este contexto, un grupo de investigadores, entre los que se encuentra Manuel Reig García-Galbis, docente del Grado en Nutrición Humana y Dietética de la Universidad Isabel I, ha publicado una serie de consejos destinados a mejorar la nutrición de los futbolistas.
Según el Ministerio de Cultura y Deporte, la Real Federación Española de Fútbol es una de las quince federaciones que más licencias emite (80,2%). En concreto, el fútbol en 2022 emitió el 27,7% de todas las licencias deportivas emitidas en España. Aunque el pasado mes de agosto, la Selección Española Femenina de Fútbol ganó el Campeonato del Mundo en Australia, sólo el 7,7% de estas licencias corresponden a mujeres.
Los autores del artículo señalan que cada deportista requiere un aporte calórico semanal que oscila entre 2500 a 3500 calorías, dependiendo de si se trata de un día de descanso o de entrenamientos intensos y partidos. Estos parámetros llevan a los dietistas-nutricionistas a diseñar dietas personalizadas, ajustadas a la duración e intensidad de la actividad física.
El equipo de investigadores entre las que se encuentra el profesor Reig ha publicado una hoja informativa avalada por la Academia Española de Nutrición y Dietética. En ella, se establece el perfil de alimentación ideal para un futbolista con un peso de 75 kg y una composición corporal adecuada.
Manuel Reig subraya la importancia de que “la alimentación ayuda a preparar y recuperar al futbolista de los entrenamientos y los partidos, lo mejor posible”. Existen recomendaciones para cada día dependiendo de la temporada, las horas previas, durante y después del entrenamiento o el partido.
Alimentación pautada por dietistas-nutricionistas
Manuel Reig recomienda la ingesta preferente de cereales integrales (arroz, pasta, pan, avena), patata/boniato, quinoa, hortalizas, verduras y frutas. En cuanto a las proteínas y grasas, las recomendaciones permanecen constantes en la dieta de los deportistas. Su consejo es el consumo de legumbres, lácteos, huevos, pescados y carnes. Respecto a la cantidad de grasa requerida, los nutricionistas indican que depende del estado de entrenamiento y los objetivos de cada futbolista. En cuanto a las grasas, se aconseja el consumo de alimentos bajos en grasa y la preferencia del aceite de oliva.
“Cuando se realiza actividad física a una intensidad moderada, habitualmente se utilizan las grasas como principal fuente de energía; en una intensidad vigorosa, se combinará la utilización de los hidratos de carbono y las grasas, con preferencia de los primeros; y en una actividad física de intensidad máxima, se utilizarán los carbohidratos”, destaca el docente de la Universidad Isabel I.
Además, los expertos señalan que se han encontrado ciertas deficiencias de vitaminas y minerales en deportistas de distintas categorías, con falta de hierro, vitamina D y calcio, debido a la Deficiencia Relativa de Energía en el Deporte, lo que significa que el deportista no ingiere la cantidad de alimentos que debería. Los motivos por los que se producen estas deficiencias se deben a que el deportista trata de disminuir su peso corporal o aplicar cambios de dieta sin la recomendación de un dietista-nutricionista. También puede deberse a que el entrenamiento es muy exigente y no se alcanza la ingesta adecuada de alimentos o porque los deportistas siguen algún tipo de dieta restrictiva como la vegetariana. Estas deficiencias pueden suplirse con el asesoramiento adecuado de un dietista-nutricionista experto en esta área.
Para garantizar la ingesta suficiente de vitaminas y minerales, se anima a los futbolistas a consumir frutas y verduras a diario. En particular, se debe prestar atención al hierro (en el fútbol femenino), la vitamina D y el calcio. Otros micronutrientes clave incluyen la vitamina C y E, vitaminas del grupo B, niacina, biotina, ácido fólico y ácido pantoténico, cruciales para el funcionamiento del metabolismo.