Grupo de menores utilizando dispositivos digitales en el banco de un parque.
26 de septiembre de 2024. La profesora María Cerrato Lara de la Universidad Isabel I, ha colaborado en un reciente estudio publicado en The European Journal of Social and Behavioural Sciences que analiza las percepciones de los padres y cuidadores sobre el uso de pantallas por parte de los niños de entre 0 y 13 años. El estudio, que destaca por su enfoque cualitativo a través de grupos de discusión, refleja las preocupaciones y estrategias que adoptan los padres para gestionar el tiempo que sus hijos pasan frente a dispositivos digitales. La investigación de la profesora Cerrato Lara es un trabajo conjunto con los investigadores Ana L. Conde Gómez y José María Martínez Sánchez, de la Universitat Internacional de Catalunya y la Universidad de Extremadura respectivamente.
Titulado Percepciones de los cuidadores hacia el uso de pantallas por niños: un estudio con grupos focales, se llevó a cabo el estudio de cinco madres que discutieron sobre los beneficios y riesgos del uso de tecnología en los menores. La investigación revela que la principal preocupación de las cuidadoras es el riesgo de adicción a las pantallas. "A pesar de que todas aplican estrategias para regular el tiempo de uso, sienten que la presión social les obliga a fomentar el uso de dispositivos digitales", afirman los autores del estudio.
Las participantes destacaron que los niños utilizan dispositivos digitales tanto para tareas escolares como para disfrutar en el tiempo de ocio. Sin embargo, las madres también señalaron la necesidad de una mayor formación en educación digital, tanto para ellas como para sus hijos. "Es fundamental que las familias reciban una adecuada formación para gestionar de manera saludable el uso de pantallas", añadieron en el grupo de investigación.
Gestionar la tecnología y minimizar los riesgos
Los resultados del estudio ratifican investigaciones previas que señalan que, aunque las familias intentan limitar el tiempo frente a las pantallas, el contexto actual de digitalización, especialmente tras la pandemia, ha incrementado la exposición de los menores a estos dispositivos. La profesora Cerrato Lara destacó la importancia de continuar investigando sobre este tema, ya que "es crucial para entender mejor cómo gestionar el uso de la tecnología y minimizar sus riesgos".
El acceso a la tecnología en los hogares españoles ha crecido de forma exponencial en los últimos años. Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) de 2022, el 82,9% de las familias dispone de al menos un ordenador o tableta, mientras que el 96,1% cuenta con conexión a internet y el 99,5% tiene un teléfono móvil. Esta tendencia no deja fuera a los más pequeños, que cada vez acceden a dispositivos digitales a edades más tempranas. Aunque la tecnología ofrece grandes beneficios y oportunidades educativas, también ha generado preocupación por sus posibles efectos en el desarrollo infantil.
Este estudio reciente basado en un grupo focal y un seminario web, reveló que las participantes, mujeres de entre 35 y 55 años con estudios superiores, comparten experiencias similares sobre el uso de pantallas por parte de sus hijos. “Estas mujeres manifestaron que sus hijos suelen utilizar el ordenador para tareas escolares y de forma ocasional para el ocio o la comunicación con amigos y familiares. Sin embargo, cuatro de ellas expresaron un gran temor a que sus hijos desarrollen una adicción a las pantallas”, explicó la docente de la Universidad Isabel I.
Recomendaciones diarias
A pesar de estas inquietudes, las participantes del estudio siguen, en general, las recomendaciones de los expertos en salud infantil: los niños de entre 2 y 5 años no deberían exceder una hora diaria de contenido de calidad frente a la pantalla, mientras que los mayores de 5 años deberían limitar el tiempo de ocio digital a dos horas diarias. Aun así, muchas de las madres se sienten inseguras sobre si están gestionando adecuadamente el tiempo que sus hijos pasan frente a las pantallas.
Este trabajo contribuye a la creciente necesidad de comprender cómo la tecnología influye en la vida diaria de los niños y cómo los cuidadores pueden actuar de manera efectiva para equilibrar los beneficios y los peligros asociados al uso de pantallas.