
El profesor Reinaldo Batista Cordova en la Universidad Isabel I.
30 de enero de 2025. Reinaldo Batista Cordova, director del Máster en Seguridad, Defensa y Liderazgo de la Universidad Internacional Isabel I, presenta un análisis exhaustivo sobre las dinámicas de la violencia en la sociedad contemporánea, en el último número de la revista Claridades. El profesor centra su atención en cómo la Inteligencia Artificial (IA) contribuye a la deshumanización en un contexto de aceleración y modernidad tardía. Su estudio, titulado Dinámicas de la Violencia en una Realidad Disruptiva, investiga la interrelación de tres ejes: el concepto de violencia, la aceleración de la deshumanización y la influencia de la IA en estos procesos.
Reinaldo Batista se apoya en el trabajo del sociólogo Hartmut Rosa para examinar cómo la aceleración de la vida moderna afecta la capacidad de resonancia de los individuos, es decir, su habilidad para conectarse de manera significativa con el mundo. Según Rosa, esta aceleración conduce a una alienación progresiva, en la que los individuos pierden su capacidad de empatizar y relacionarse profundamente con su entorno. El profesor Batista subraya que este fenómeno de alienación fomenta un tipo de violencia silenciosa. En este contexto, las personas dejan de ser vistas como seres humanos completos y pasan a ser tratadas como meros objetos o recursos.
La IA es el catalizador de la deshumanización
La reflexión de Reinaldo Batista destaca el papel de la IA en la amplificación de este proceso de deshumanización. Argumenta que la IA, al basarse en algoritmos y datos estadísticos, tiende a despersonalizar las decisiones y acciones, eliminando las consideraciones éticas y morales que suelen guiar las decisiones humanas. “Esto puede llevar a un aumento de la violencia estructural y sistémica, especialmente en áreas como la justicia y la economía, donde la automatización puede perpetuar desigualdades y exclusiones”, matiza en su artículo.
Utilizando las teorías del economista Amartya Sen y la filósofa Adela Cortina, el profesor Batista refuerza su hipótesis de que la inteligencia artificial, al priorizar la eficiencia y la rentabilidad, puede descuidar las necesidades humanas fundamentales, exacerbando así las desigualdades sociales y fomentando un entorno donde la violencia se intensifica.
Consecuencias en la salud mental y social
El estudio también aborda cómo la aceleración constante de la vida moderna impacta negativamente en la salud mental. La presión por ser constantemente productivos ha dado lugar a un aumento en los casos de agotamiento y enfermedades como el síndrome de Burnout (o síndrome del quemado). Batista advierte que este estado de agotamiento no solo afecta a los individuos, sino que también debilita el tejido social, haciéndolo más vulnerable a la violencia y la manipulación tecnológica.
En su conclusión, Reinaldo Batista hace un llamamiento a las instituciones para integrar principios éticos en el desarrollo y aplicación de la IA. Sostiene que, sin una ética sólida, la IA podría seguir fomentando la deshumanización y la violencia en lugar de contribuir al bienestar humano. Batista insta a los desarrolladores tecnológicos a considerar el impacto humano de sus innovaciones y a trabajar hacia un futuro donde la tecnología sirva para humanizar, no para deshumanizar.
El estudio de Batista ofrece una visión crítica y profunda sobre los desafíos que plantea la modernidad tardía y la aceleración tecnológica, invitando a una reflexión necesaria sobre cómo podemos construir una sociedad más justa y humana en la era de la IA.