15 de noviembre de 2024. Este mes de noviembre, la Universidad Isabel I se suma a la iniciativa de salud global referente al Día Mundial Sin Alcohol, el 15 de noviembre. Como miembro de la Red Española de Universidades Promotoras de la Salud (REUPS), la universidad apoya estas campañas para fomentar estilos de vida más saludables en nuestra comunidad académica.
El consumo excesivo de alcohol es una de las principales causas de muertes y enfermedades a nivel mundial, con consecuencias físicas y psicológicas devastadoras. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el alcohol es responsable de más de 3,5 millones de muertes anuales y de graves trastornos en aproximadamente 50 millones de personas, a través de accidentes de tráfico, traumatismos y discapacidades. Además, el alcohol provoca más de 200 enfermedades, entre ellas trastornos de la memoria, enfermedades cardíacas, cánceres, daños en el hígado, hipertensión, accidentes cerebrovasculares y problemas mentales como la irritabilidad y la violencia.
Para combatir este problema global, la OMS ha establecido el Día Mundial Sin Alcohol, una fecha destinada a concienciar sobre los peligros del consumo desmedido y promover hábitos responsables, especialmente entre los jóvenes. El alcoholismo, declarado enfermedad en el siglo XX, genera riesgos como el daño a las mucosas del aparato digestivo y el síndrome de alcoholismo fetal, que afecta gravemente a los bebés en el embarazo.
A pesar de estos peligros, el consumo de alcohol se ha convertido en una práctica social aceptada, incluso esperada en ciertos entornos, lo que lleva a una ingesta promedio de 8,4 litros de alcohol puro al año por persona, superando el promedio mundial. Factores como la depresión, la presión social y la evasión de la realidad contribuyen al hábito de beber, haciendo del alcohol un desafío de salud pública cada vez más complejo.
En este contexto, organizaciones como Alcohólicos Anónimos (AA) desempeñan un papel crucial. Fundada en 1935, AA es una comunidad sin fines de lucro que ha ayudado a millones de personas en todo el mundo a superar la adicción al alcohol. Con más de 2,1 millones de miembros en más de 180 países, su programa basado en los Doce Pasos ha sido clave para la recuperación de muchos adictos.
Estrategias para reducir el consumo de alcohol
La OMS ha recomendado diversas estrategias para reducir el consumo de alcohol y mitigar sus efectos en la salud pública. Entre ellas destacan la regulación de la venta y comercialización de bebidas alcohólicas, la restricción de su venta a menores de edad, leyes más estrictas sobre la conducción en estado de ebriedad, y la promoción de campañas educativas que informen sobre los riesgos del alcohol. Asimismo, se insta a garantizar tratamientos accesibles para quienes sufren trastornos relacionados con el alcohol.
Es fundamental que todos tomemos conciencia de los daños que el alcohol puede causar, no solo a nivel individual, sino también a nivel social. Fomentar una cultura de responsabilidad y respeto al consumo es clave para prevenir las graves consecuencias del alcoholismo y mejorar la salud de la población mundial.
Esta campaña de salud es un recordatorio esencial del compromiso de la universidad para permitir que los alumnos reflexionen sobre los hábitos nocivos y desarrollen hábitos saludables que los beneficiarán a lo largo de sus vidas.