Prueba de polígrafo.
14 de diciembre de 2021. Víctor Rodríguez González, profesor del Máster en Psicología Forense de la Facultad de Criminología de la Universidad Isabel I, acaba de publicar un artículo en la Revista Científica General José María Córdova, en colaboración con Francisco Javier Castro Toledo, doctor en Criminología de la Universidad Miguel Hernández de Elche y Elmers Freddy Velandia Pardo, docente e investigador de la Escuela Superior de Guerra “General Rafael Reyes Prieto” de Bogotá. Los autores del artículo titulado ‘Jurisprudencia sobre métodos psicofisiológicos en declaraciones judiciales como nexo de conocimiento psicocriminal’ firman esta publicación en el número 36 de la Revista Colombiana de Estudios Militares y Estratégicos.
En esta publicación científica se analiza la jurisprudencia española relacionada con la validez de diferentes procedimientos en los procesos judiciales de los examinadores de polígrafos. Para asegurar la veracidad de las declaraciones judiciales, se acude “a herramientas distintas a las propias declaraciones, que pueden estar alteradas por el estrés psicológico o la química corporal”, indican los docentes.
Las emociones pueden delatar aquello que se pretende esconder ya que son expresiones corporales incontrolables, en oposición al pensamiento y al habla del sujeto. Los autores del estudio señalan que “la mentira es traicionada por el cuerpo emocional que no puede mentir y se crea un vínculo con la culpa, a través del “miedo a la detección”, que se traduce en reacciones corporales que permiten al examinador definir si el interrogado es culpable o inocente.
En el examen de detección de mentiras, el especialista o examinador del polígrafo, modela el interrogatorio criminal y actúa como una mezcla entre psicólogo y policía. El examinador conjuga preguntas relevantes o críticas con preguntas irrelevantes. El sujeto estará sometido a las preguntas en un ambiente de intimidación, donde influye el miedo a “ser cazado” en una mentira. El cambio de ritmo cardíaco puede ser, en este caso, una medida fisiológica de expresión de miedo. El manejo del miedo en el examen del polígrafo depende de la presión que se ejerza sobre el sujeto frente a la posibilidad de que la mentira sea descubierta.
En España, no se contempla la legalidad y fiabilidad de estas herramientas para la detección de mentiras, ni el uso del polígrafo y otras herramientas similares como elemento probatorio en los tribunales (ya que su fiabilidad ronda entre el 20% y el 30%), muy lejos del límite de fiabilidad establecido para todas las pruebas de índole técnico que ronda el 90%. Por otro lado, este procedimiento va en contra del artículo 24 de la Constitución, que concede al imputado la presunción de inocencia, no estando en la obligación de declarar contra sí mismo o declararse culpable.
En este sentido, los autores del artículo señalan que se deben respaldar estos métodos de investigación con otro tipo de pruebas válidas.