Sandra Lado - Lun, 21/06/2021 - 11:16
Cada persona tiene una serie de habilidades innatas y otras adquiridas. Las innatas son aquellas funciones que puede desarrollar una persona de manera natural (reflejos, visión periférica, razonamiento lógico deductivo, reacción a estímulos…) Y las habilidades aprendidas se refieren a aquellas que deben ser practicadas y aprendidas para su puesta en marcha (como el lenguaje, nadar, leer, valores morales o éticos, crear hipótesis…) Ambas habilidades son claves para que un criminólogo pueda desarrollar con eficacia su trabajo.
La profesión de criminólogo debe contar con un gran número de habilidades, muchas de las cuales se pueden aprender gracias a una formación completa, como la que proporciona la Facultad de Criminología de la Universidad Isabel I. El criminólogo debe tener una macro visión de la especialidad científica de la criminología y la criminalística, con una comprensión global del delito, su prevención y el atajo de sus consecuencias. No todo son huellas dactilares, análisis balístico o autopsia, sino que… en esta profesión es necesario contar con una serie de habilidades para ser criminólogo que enumeramos a continuación.
¿Cómo ser criminólogo? Las principales características para ser criminólogo son:
- 1.- Curiosidad. ¿por qué lo hizo? ¿por qué no supo reaccionar? ¿por qué sucedió? Una de las características que se necesitan para ser criminólogo es el interés constante por encontrar el porqué de las cosas y sus correspondientes explicaciones. El criminólogo debe estar interesado por el mundo que le rodea y por entender cuáles son los factores que están detrás de la delincuencia con un fin concreto: anticiparse y prevenir acciones delictivas. En definitiva, un criminólogo no solo debe ser curioso, sino que debe tener capacidad de comprensión y se preguntará las razones de todo ello con el objetivo de aprender.
- 2.- Resolución de problemas. Entre las habilidades para ser criminólogo están algunas evidentes como resolver o elaborar planes de prevención o ejecutar acciones reactivas ante problemas relacionados con la seguridad y la prevención. Un buen criminólogo sabrá establecer estrategias y métodos para evitar que se produzcan pérdidas humanas y materiales. Tendrá capacidad tanto deductiva como inductiva a la hora de realizar su investigación científica para saber captar las peculiaridades de cada caso, validarlas empíricamente y obtener unas conclusiones que puedan: explicar, controlar y prevenir.
- 3.- Comunicación. Además de saber resolver problemas, el criminólogo tendrá que saber comunicar para concienciar y hacer entender a otros colectivos de los riesgos que se pueden producir y la gravedad de los mismos. Será una persona capaz de expresar con orden sus ideas y saber elegir las palabras adecuadas para llegar al público. El criminólogo debe ser un orador que sea transmitir y comunicar la información de forma correcta. La capacidad comunicativa le ayudará a desenvolverse con solvencia en estos ámbitos.
- 4.- Análisis de la realidad política. Su olfato profesional y su curiosidad le pueden llevar a desarrollar un sentido de la justicia, ética y moral con el que tendrá una capacidad de crítica, que le permitirán aplicar la disciplina criminológica a situaciones que puedan vulnerar el estado de derecho y puedan poner en peligro la convivencia de la sociedad que analiza.
- 5.- Dominio de las nuevas tecnologías. En un mundo globalizado como el actual, cada vez es más necesario tener en cuenta los avances tecnológicos que se pueden aplicar a su profesión. Un buen criminólogo tendrá que realizar proyectos a nivel internacional sin necesidad de realizar desplazamientos para lo que es esencial el correcto uso de las nuevas tecnologías.
- 6.- Inteligencia social. El criminólogo debe ser capaz de captar los sentimientos de las personas con las que trabaja, recordando detalles de las conversaciones o aspectos personales que son claves para resolver su trabajo. También debe dominar las relaciones con las personas que tienen un malestar emocional elevado debido a que son víctimas o vulnerables en el caso.
- 7.- Liderazgo. Una de sus funciones es la toma de decisiones, la promoción de iniciativas, la dirección y coordinación de equipos humanos o la elaboración de estrategias de prevención, para lo que será necesario ejercer dotes de liderazgo.
- 8.- Afán de superación. Lo que es válido hoy en materia criminológica, puede que para mañana sea ineficaz. El criminólogo deberá utilizar aquellos recursos individuales que le permitan superar los obstáculos que se le presenten en su trabajo, ya sean desde trabas de la administración hasta la gestión de los recursos materiales y económicos.
- 9.- Espíritu emprendedor. Una de las principales salidas profesionales de un criminólogo está orientada al sector privado. Desde el mundo de la empresa se demandan servicios de control, prevención o tratamiento de la seguridad. Este es uno de los campos en los que es especialista el criminólogo.
- 10.- Formación. En resumen, la profesión de criminólogo requiere de un grado en criminología, es decir, de una buena formación desde el ámbito de la universidad, que permita no solo obtener los conocimientos más elementales, sino que también le garantice desarrollar una serie de herramientas y habilidades que le sirvan para desempeñar de la mejor manera posible su profesión.
Gracias a esta formación, un criminólogo puede llegar a ocupar un puesto de trabajo en los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, en la Administración de Justicia, en los servicios de Seguridad privada, en las oficinas de atención a la víctima y un largo etcétera. Sin duda, todas estas competencias las podrás adquirir en la universidad y te servirán para lograr la excelencia en la profesión criminológica.
Comentarios
pregunta
piedad bermudez... replied on
Si se accede desde la EBAU o
mariasandra.lado replied on
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