Marta Gómez Cuéllar - Vie, 13/08/2021 - 08:20
La gestión de las emociones no es una habilidad innata. Por ello, es esencial cuidarla desde las primeras etapas de la vida, y otorgar a la educación emocional infantil la enorme importancia que tiene en el desarrollo personal de cada individuo. Aprender desde pequeños a identificar lo que sentimos para, de este modo, poder enfrentarnos a ello, representa una tarea fundamental que influirá positivamente en el resto de los aspectos vitales.
Actividades de educación emocional infantil
Una de las claves para trabajar la competencia emocional en educación infantil reside en enseñar a los niños a través del juego. Un ejemplo de actividad de educación emocional infantil es la creación de un diccionario de las emociones con el que aprendan a identificar con palabras lo que sienten, ya sea alegría, tristeza, miedo o asco. Otro de los juegos que podemos practicar es preparar los nombres de diferentes emociones en pequeños papeles, y que cada niño escoja uno que luego deberá ilustrar. También podemos ponerles diferentes tipos de música y que los niños escenifiquen, a través de gestos, con qué emoción lo relacionan.
En función del desarrollo de los niños, podemos realizar otro tipo de actividades como pedirles que escriban un relato en el que los personajes sientan diferentes emociones, algo más complejas, como la admiración, el amor, la envidia o la rabia. Porque trabajar las emociones en educación infantil representa la antesala de una correcta gestión emocional en la etapa adolescente, así como en la edad adulta.
Existen multitud de actividades de educación emocional infantil que podemos trabajar con los niños además de las ya citadas: hacer un pequeño teatro en el que cada uno tenga que representar una emoción como la vergüenza o la sorpresa, crear un ‘¿Quién es quién?’ reflejando emociones o un memory en el que haya encontrar los pares de la misma emoción; o también representar emociones con muñecos que interactúen entre ellos creando una pequeña historia.
Inteligencia emocional en educación infantil
Es una realidad muy importante en cualquier etapa educativa, pero es básico que aprendamos cómo trabajar la inteligencia emocional en infantil. Se trata de un considerable déficit que existe actualmente en el sistema educativo. Si lo conseguimos, estaremos fomentando que los niños se conviertan en personas con una mayor autoestima, con mayor empatía hacia los demás y con capacidad para un mejor desarrollo futuro de las conocidas como habilidades blandas (soft skills), tan valoradas hoy en el mercado laboral.
Por lo tanto y para tener la preparación necesaria que exige procurar una buena inteligencia emocional en educación infantil, debes convertirte en un docente que utilice correctamente todas las herramientas y recursos a su alcance. Para lograrlo, el mejor camino es que te formes con un título con el que adquieras las estrategias teóricas y prácticas indispensables para el desarrollo docente. Y para completar tu experiencia educativa es aconsejable que curses el grado en educación infantil que te aporte los conocimientos y las competencias que estén en consonancia con las necesidades socioeducativas emergentes.
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