Vanesa Martínez Valderrey - Mar, 17/05/2016 - 10:00
En el Día Internacional contra la Homofobia, la Transfobia y la Bifobia parece necesario realizar una reflexión que invite a analizar las consecuencias que tiene este fenómeno para las personas que ejercen el derecho de vivir libremente su sexualidad, y más concretamente sobre los efectos en adolescentes y escolares. Es difícil de entender que en el siglo XXI sigamos hablando de homofobia, bifobia o transfobia, pero es incluso más lamentable su repercusión en la escuela, ámbito en el que la inclusión y la no discriminación están contempladas en la legislación.
En este sentido, la cuestión que se nos antoja sin respuesta es: ¿cómo, y mucho más importante, por qué se producen situaciones de repulsión hacia las personas según su orientación sexual?
El hecho de sentirse atraído por hombres o mujeres debería estar exento de toda polémica y alejado de las críticas procedentes de colectivos que defienden que la homosexualidad es un tipo de enfermedad, tal como lo consideraba la Organización Mundial de la Salud (OMS) hasta 1990.
Retomando la publicación del blog en la que hablábamos del fenómeno del bullying, debemos centrar la atención en el bullying homofóbico presente en los centros escolares. Esta forma de acoso se centra en el maltrato al que se ven sometidos aquellos que se sienten atraídos por los que pertenecen a su mismo sexo. Esta realidad se materializa en casos de adolescentes que no se atreven a expresar su orientación sexual por el miedo a ser insultados, rechazados o excluidos del grupo de pares.
Enlazamos el reciente estudio LGBT-fobia en las aulas 2015. ¿Educamos en la diversidad afectivo-sexual?, llevado a cabo por el Colectivo de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales de Madrid, con aproximadamente 5.600 alumnos y 30 profesores de 39 centros de Educación Secundaria de la Comunidad Autónoma de Madrid. Sus conclusiones evidencian la cruda realidad a la que se enfrentan cientos de escolares. Os animamos a consultar el siguiente vídeo con sus datos más llamativos. Seguro que estas cifras no os dejarán indiferentes.
A raíz de los preocupantes datos relativos a la percepción de los escolares sobre las situaciones de homofobia en los centros educativos, queremos hacer especial hincapié en la necesaria educación de corte afectivo y psicosexual, que fomente un óptimo desarrollo desde edades tempranas. Además, sugerimos la realización de iniciativas extensibles a la edad adulta sustentadas en el respeto a la diversidad y la tolerancia de las diferencias, configurando de esta manera la nueva sociedad del cambio.
No es suficiente que en el ámbito escolar y familiar el alumnado no escuche condenas explícitas e implícitas a la homosexualidad. Es fundamental que padres, madres y docentes realicen un esfuerzo consciente y constante por enseñar que hay más opciones que una pareja de personas de diferente sexo.
Las alusiones a la homosexualidad y contemplar esa opción como igual a la ‘tradicional’ son cuestiones imprescindibles si pretendemos que los niños y las niñas no discriminen o vejen a su compañero si conocen o sospechan que es homosexual.
Entrada publicada el 17/05/2016
Editor: Universidad Isabel I
Burgos, España
ISSN: 2659-5222
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