Demetrio Carmona - Mié, 14/07/2021 - 09:05
Serie: 'A vueltas con la Economía' (LXIV).
En cualquier compañía es imprescindible saber cuáles son los elementos que determinan en mayor medida su desempeño general. El método ABC analiza estos elementos y permite conocer los factores que resultan más importantes para la empresa. Con este análisis se obtiene información valiosa relacionada con el funcionamiento de la compañía y esta se puede utilizar para tomar decisiones relevantes sobre las prioridades que se deben establecer en multitud de ámbitos. Con este método se puede responder a preguntas como: ¿qué clientes son más importantes para la compañía? o ¿qué productos hay que priorizar en caso de urgencia?
Este análisis consiste en clasificar los elementos evaluados en las categorías A (lo más importante), B (lo medianamente importante) y C (lo menos importante). Los elementos se clasifican en función del porcentaje global que suponen en relación, por ejemplo, a los beneficios o al volumen de ventas. También se tienen en cuenta circunstancias que puedan alterar el análisis, como cierta inestabilidad en el mercado o si los productos son perecederos. El procedimiento de clasificación en un hipotético caso de gestión de inventario seguiría de la siguiente forma:
- Aquellos productos que suponen la mayor parte del valor del inventario y suponen una menor parte del stock pertenecerían a la categoría A dentro de la clasificación.
- Los que suponen un valor y una parte del stock intermedios pertenecerían a la categoría B.
- Los que suponen un menor valor y una parte del stock más alta, pertenecerían a la categoría C.
La clasificación resultante ayuda a la compañía a comprender mejor los costes y los beneficios que conllevan los elementos que se están analizando. Con este conocimiento se pueden tomar decisiones empresariales como, por ejemplo, dar prioridad a ciertos procesos o productos en casos de urgencia, centrar las campañas de marketing en unos productos específicos o retirar del inventario aquellos elementos que resultan menos rentables.
La sencillez de este método lo hace flexible e intuitivo, por lo que muchas empresas lo emplean en diversos ámbitos y, especialmente, en la gestión de inventario. Por ejemplo, si la empresa sabe qué productos tienen mayor rotación o proporcionan mayores beneficios, entonces puede asignar mayores recursos al control de estos productos y también optimizar el uso del espacio en el almacén dando prioridad a estos elementos en los puntos más cercanos a la zona de carga.
Aunque este análisis suele tener buenos resultados, en ocasiones es necesario adaptarlo a la realidad de la empresa. En entornos muy complejos es posible que tres categorías no sean suficientes para reflejar adecuadamente la importancia de los elementos. Otro punto a tener en cuenta es si este método es adecuado para el ámbito que queremos analizar. Si, por ejemplo, los elementos reportan unos beneficios muy parecidos, entonces tendría más sentido centrar el análisis en los costes o en otras características.
En definitiva, el método ABC permite a las empresas establecer prioridades de forma sencilla y flexible. Estas prioridades son relevantes a la hora de tomar decisiones de todo tipo, ya que es un tipo de análisis muy flexible que puede aplicarse a una gran variedad de contextos. Ahora que conoces este método es tu oportunidad de mejorar la toma de decisiones en tu empresa.
Editor: Universidad Isabel I
Burgos, España
ISSN: 2659-3971
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