Escena del crimen: Conceptualización y tipologías

Caso de Laura Luelmo. Fuente: Huelvainformación.es

Serie: 'Criminología en Serie' (XXXVIII)

Tal y como establecía Locard a través del conocido como Principio del Intercambio “cualquier interacción dejará un rastro”.

Este principio sustenta las bases de la inspección ocular técnico policial y, en definitiva, de la criminalística como ciencia, pues permite confirmar que, siempre que se produzca una interacción entre víctima y victimario, habrá un intercambio en ese lugar: se dejarán y se llevarán consigo restos, señales y huellas de esa actividad criminal que permitirá relacionarlos entre sí y con el propio escenario criminal.

Partiendo de esa premisa, se logrará, a través de diferentes pericias y exámenes posteriores, demostrar que ciertos individuos estuvieron presentes en un lugar concreto durante el desarrollo de ciertas actividades, pudiendo vincularlos con una actividad criminal.

En este sentido conviene determinar que todos los delitos cometidos tendrán asociados una escena; no solo se habla de escenario criminal cuando se trata de ilícitos graves que atenten, por ejemplo, contra la vida o la integridad física. Un robo, una detención ilegal o una agresión sexual quedarán igualmente asociados a un lugar que ha de tratarse como escena de interés.

Estos escenarios criminales presentarán una serie de características que deberán tenerse en cuenta al momento de proceder con su análisis e inspección, distinguiéndose así, por su propia naturaleza, entre escenas abiertas, cerradas, de vehículos y acuáticas, dándose escenas mixtas, cuando existan lugares con características comunes a dos o más de ellas.

La escena abierta será aquella que se presenta al aire libre, expuesta a la presencia de otras personas, a las inclemencias meteorológicas o a la actividad de animales salvaje. En este caso hablamos, por ejemplo, de la vía pública o de un descampado.

Ejemplo de escena abierta. Fuente: informacion.es

La escena cerrada, por el contrario, hace referencia a lugares cerrados, protegidos en una construcción determinada y aislados de factores externos. Por ejemplo, una vivienda o un almacén.

Las escenas de vehículos recogen medios de transportes en los que se hubiera producido algún delito: automóviles, barcos, etc. Su capacidad para trasladarse de un punto a otro de forma rápida y, en ocasiones, la gran cantidad de personas que pueden usarlo y transitar en él, requiere de medidas excepcionales de cara a su correcto análisis.

Por último, las escenas acuáticas serán aquellas en las que la actividad criminal se ha desarrollado en una zona con agua, y precisarán, por sus características, de otra forma de proceder con su análisis. Un ejemplo de ellos serán los pantanos o piscinas.

Recreación del crimen en el pantano de Susqueda. Fuente: elperiodico.com

En cualquier caso, e independientemente de las condiciones de cada lugar, la labor de los investigadores deberá ceñirse en todo momento a cada lugar, tratando con ello que tanto la inspección ocular técnico policial como las diligencias que se practiquen in situ, se lleven a cabo de la forma más garante y efectiva posible.

Consulta también: Escena del Crimen: Conceptualización y tipologías (II)

ISSN 2697-1984

Editor: Universidad Isabel I

Burgos, España