María Hernández Moreno - Lun, 20/11/2023 - 12:47
Pruebas en el lugar del crimen.
Serie: 'Criminología en Serie'. (XLIII)
En una entrada del blog anterior se trató el concepto de escena del crimen y se estableció una primera división o clasificación en función de la naturaleza de la zona: al aire libre, en lugares acuáticos, vehículos, etc.
Además de esa diferenciación, es importante tener en cuenta que los investigadores diferenciarán los tipos de escenarios del crimen a los que deberán hacer frente en función de la actividad criminal que se hubiera llevado a cabo en ellos.
Así, es importante afirmar que no todas las zonas presentarán el mismo grado de implicación directo con la acción de la que deriva el hecho delictivo distinguiéndose: escenas primarias y escenas secundarias.
Principio del Intercambio
Retomando el Principio del Intercambio, debe partirse de la interacción entre los participantes de cada escenario como premisa de la producción o el abandono de indicios de interés que permitan conectar, tanto a los individuos con el lugar de los hechos, como con el delito cometido en él.
Es importante recordar que, este principio establece que, siempre que se produzca la interacción entre dos o más elementos, ya sean objetos o personas, se producirá un intercambio entre ellos, dejando algo en la escena, pero pudiendo llevarse algo igualmente de ella.
Cuanto mayor sea la actividad criminal que se desarrolle en un lugar concreto, mayor será la interacción y, por tanto, el intercambio.
Escena principal y secundarias
De esta manera, en la escena principal se encontrará la mayoría de los indicios al tratarse de la zona en la que se ha llevado a cabo la mayoría de la actividad principal. Por norma general, además, suele coincidir con el escenario en el que se encuentra, en los delitos más graves, el cadáver de la víctima o víctimas.
Como es lógico, el interés criminal de este terreno será especialmente relevante para la investigación, procediéndose a la búsqueda y levantamiento de todos los elementos de interés a través de una inspección ocular técnico policial de calidad y garante, que permita arrojar información de valor.
Por el contrario, las escenas secundarias harán alusión a aquellas en las que no se va a llevar a cabo la actividad criminal mayoritaria, pero se habrán producido diferentes hechos conectados igualmente con el delito: actos preparatorios, abandono del arma o incluso, del cadáver.
Indicios e inspección ocular
En estos casos, la localización de indicios puede ser algo más compleja, al no existir esa interacción entre víctima y victimario y al apenas haberse producido un intercambio que derive en el abandono o la producción de vestigios. Además, en muchas ocasiones uno de los inconvenientes principales reside en la posibilidad de no localizar este tipo de escenarios en un primer momento, lo que puede complicar la investigación.
Será vital, por tanto, proceder con el desarrollo de la inspección ocular de la forma más adecuada posible, ajustándose en todo momento a las características particulares de cada escenario, garantizando con ello la correcta recogida y posterior traslado de los indicios del delito que se investiga.
Consulta también: Escena del Crimen: conceptualización y tipologías (I)
ISSN 2697-1984
Editor: Universidad Isabel I
Burgos, España
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