Félix Hernández Merchán - Vie, 11/06/2021 - 12:24
Entrenamiento en un gimnasio.
El feedback es un medio importante para que los entrenadores ayuden a la mejora del aprendizaje motor y cognitivo de sus deportistas (Nicaise et al., 2007).
Es habitual entre los entrenadores, en niveles formativos o amateur, dar por hecho que el feedback positivo favorece más el rendimiento que el feedback negativo. Pero ¿es cierto? ¿Hay evidencia científica suficiente para afirmar esto con rotundidad?
Las investigaciones sobre este tópico han mostrado diversas consideraciones al respecto. Una de estas consideraciones muestra que son muchos los factores que influyen en el efecto que el feedback tienen sobre los deportistas, desde características personales a otras como el entorno en que se desarrolla la actividad o las personas que la llevan a cabo.
Un factor muy llamativo es la percepción de competencia que los jugadores tienen sobre su entrenador. Y es que, no parece que sea lo mismo que el feedback sea proporcionado por un entrenador que es valorado positivamente por sus jugadores a que sea proporcionado por un entrenador al que consideran poco competente para su cargo.
A veces nos quedamos con el tópico y la generalización, ¿el feedback positivo puede mejorar el clima dentro del grupo? Creo que todos nos aventuraríamos a decir que sí. Sin embargo, no podemos olvidar que el mundo del deporte conlleva una continua socialización y esta supone trabajar con las características de cada persona. Trabajamos con personas y cada persona es diferente.
Numerosos autores, han estudiado el efecto del feedback sobre el rendimiento (Ávila et al., 2012; Chiviacowsky et al., 2019; García et al., 2019; Lewthwaite y Wulf, 2010; Soto et al., 2020), sin embargo, no hay consenso sobre la incidencia de los diferentes tipos de feedback en los deportistas. Parece que en deportistas con poca experiencia el feedback positivo sería más favorecedor (Ávila et al., 2012; Chiviacowsky et al., 2019; García et al., 2019; Lewthwaite y Wulf, 2010), por otro lado, en deportistas con gran experiencia el feedback negativo podría ser el que mejoraría más el rendimiento (Soto et al., 2020). Sin embargo, esto no puede ser aun afirmado con rotundidad.
Incluso teniendo en cuenta estos estudios, es posible que dentro de cada uno de los grupos utilizados como muestra existieran diferencias individuales. Aquí podría estar la clave, en el conocimiento que los entrenadores tengan sobre cada uno de sus jugadores.
Así, sería bueno que todo entrenador, antes de empezar una nueva temporada se preguntase ¿Qué tipo de entrenador quiero ser? ¿Favoreceré un ambiente autónomo o mantendré un gran control sobre la conducta de mis jugadores?
En este sentido, la teoría de las necesidades psicológicas básicas (Deci y Ryan, 2000) explicaría que favorecer la satisfacción de la necesidad de autonomía aumenta la disposición para participar en nuevas tareas (Sheldon et al., 2001).
De esta forma, parece que generar climas de autonomía en los entrenamientos ayudaría a que los deportistas aumenten su interés por las tareas planteadas, mostrándose tal y como son en libertad. Y es esta libertad del jugador la que permitirá al entrenador conocerle de forma más cercana, lejos de situaciones determinadas por un control excesivo.
En definitiva, la autonomía puede favorecer el conocimiento que los entrenadores tienen sobre sus jugadores y, de esta forma, ayudarles para proveer el feedback más adecuado.
ISSN 2697-1992.
Editor: Universidad Isabel I
Burgos, España
Añadir nuevo comentario