Marta Gómez Cuéllar - Mar, 25/02/2020 - 17:32
Disculpen las demoras para este post, pero nunca se me han dado bien las despedidas.
Tras terminar nuestras etapas de Uniraid y convertirnos en finishers el tiempo comenzó a pasar demasiado deprisa. Fuimos a Marraketch con el Isabel y estuvimos un par de días por las abarrotadas calles de la medina, haciendo alguna que otra compra, disfrutando del ambiente de la plaza Jemaa El Fna y durmiendo, por fin, en una cama. También aprovechamos para pasar algo más de tiempo con nuestros compañeros de viaje... Es curioso, pero a tan pocas horas del fin del Uniraid, dejamos de llamarnos como nuestros coches y empezamos a usar los nombres que nuestras madres nos dieron.
El tiempo volaba. El Uniraid terminaba. Los coches cada día estaban un poco más estropeados (nosotros tuvimos que subir sin el silenciador del escape desde Algeciras hasta Burgos, imaginaros). Algún loco pronunció la posibilidad de hacer el recorrido al revés, para no tener que volver ya a la vida, la real, la de todos los días. Para poder seguir escribiéndoos estos posts (lo que sea por vosotros). Y la idea no sonaba tan descabellada.
Volvimos a casa. Aparcamos el Isabel. Me gustaría contaros que lo recogimos y lo limpiamos, pero eso ya para más adelante. Hicimos una carpeta de fotos para recopilar las mejores y poder compartirlas con vosotros (dandos tiempo porfa, que las tenemos muy repartidas entre moviles y cámaras). Por fin dormimos en nuestras casas. 'Y la vida siguió, como siguen las cosas que no tienen mucho sentido' (no quiero ser tan dramática, pero es del gran Sabina).
Solo queda decir que hemos disfrutado como hacía tiempo, y si algún día tenéis la oportunidad de hacer algo de esto (no solo un raid, cualquier aventura por loca y extraña que parezca) decid que si y lanzaros a ello. Al fin y al cabo la vida son estas pequeñas cosas que nos hacen salir de la rutina.
Muchas gracias a todos por seguirnos y acompañarnos durante estos días.
A la Universidad Isabel I por darnos la oportunidad de vivir esta experiencia.
Y a los chicos de la C15, del Peugeot, del Sierra, del Mini y del Panda, por haber formado parte de esta historia.
Esperamos poder volver algún día con otro plan descabellado y que os guste tanto como a nosotros.
Ahora si que si.
Cambio y corto.
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