Marina Muñoz Arranz Profesora del Máster en Formación del Profesorado
Jue, 29/09/2022 - 10:41

Cerebro de niño en infografía activo

Infografía del cerebro de un niño activado.

Serie: 'El reto del Profesor en Formación' (XXXVII)

En la actualidad, aún se sigue pensando que el aprendizaje solo se puede dar en los centros educativos. Una idea arcaica que quedo obsoleta en la antigüedad.

Las instituciones educativas ya no son el único lugar donde se desarrollan los procesos de enseñanza-aprendizaje, en relación a ello, han ido surgiendo nuevos contextos para atender las necesidades emergentes de la sociedad, la cual, demandaba formación permanente (Foresto, 2020).

En este sentido, podemos diferenciar entre educación formal, no formal e informal.  La educación formal, es aquella que posee un carácter intencional y da una respuesta educativa reglada en los centros educativos.  También es institucional y reglada la educación no formal, aunque está no se encuentra regulada bajo ninguna legislación.

Sin embargo, la educación informal es aquella que se da sin ninguna intención, de manera espontánea y a lo largo de la vida.

Los seres humanos aprendemos en múltiples ámbitos a lo largo de la vida, adaptándonos a las diferentes situaciones de la sociedad que nos permiten adquirir, reforzar, construir y modificar diferentes conocimientos, competencias, conductas, habilidades, valores y actitudes (Martínez, 2008).

Infografía de regar el cerebro para dotarlo de mayor contenido.

A este respecto, Luis Gómez Llorente (2008) señala que «El aprendizaje a lo largo de toda la vida es tan antiguo como la propia humanidad. Lo moderno es la reflexión crítica y el debate en torno a él».

Entendemos por aprendizaje a lo largo de la vida como un concepto que rompe las barreras del aprendizaje, situándolo más allá de las instituciones educativas y que nos enseña a aprender a ser, aprender a hacer, aprender a aprender y aprender a vivir juntos. Convirtiéndose en uno de los principales objetivos de la educación del siglo XXI y de los siglo venideros, tanto a nivel nacional como mundial, y abarcando todas las etapas educativas (Belando-Montoro, 2017).

Entorno a esta perspectiva se sitúan los cuatro pilares de la educación para el siglo XXI, antes mencionados: aprender a ser, aprender a hacer, aprender a aprender y aprender a vivir juntos. Que permiten fomentar la curiosidad por aprender, el desarrollo de la autonomía y el uso del sentido crítico (Delors et al., 2001).

Aprender a aprender comprende la concepción del propio individuo y del mundo que le rodea. Lo que conlleva a aprender a vivir juntos, en una sociedad donde interactuamos los unos con los otros y en un continuo flujo de transmisión. Los procesos de enseñanza-aprendizaje conllevan un trayecto y son evolutivos, al igual que el pilar aprender a hacer que supone una consecución de habilidades que se aprenden haciendo.

Regar el cerebro, metáfora para seguir aprendiendo.

Lo que nos lleva al aprender a ser, aprender a ser uno mismo, a crecer como persona, a hacerse uno mismo, siendo este, un proceso continuo, permanente, actualizado, en plena calidad y a lo largo de toda la vida.

Es por ello por lo que debemos aprender a aprender, aprender a pensar, a interpretar, a poseer un pensamiento crítico, y sobre todo, saber desaprender para volver a aprender. Desaprender no implica borrar y empezar de nuevo, significa replantearse todo lo aprendido para reflexionar y poder seguir creciendo.

Bibliografía

Belando-Montoro, M. R. (2017). Aprendizaje a lo largo de la vida. Concepto y componentes. Revista Iberoamericana de Educación, 75, 219-234.

Delors, J., Al- Mufti, I., Amagi, I., Carnerio, R., Chung, F., Geremek, B., Gorham, W., Kornhauser, A., Manley, M., Padrón, M., Savané, M.A., Singh, k., Stavenhagen, R., Won, M. y Nanzhao, Z. (2001). Educação: um tesouro a descobrir. Cortez.

Foresto, E (2020). Aprendizajes formales, no formales e informales. Una revisión teórica holística. Contextos de la Educación, 29 (21), 24-36.

Gómez, L. (2008). El aprendizaje a lo largo de la vida. CEE Participación educativa, 7-13.

Martínez, B. (2008). El aprendizaje de la cultura y la cultura de aprender. Convergencia, 15 (48), 287-307.

Editor: Universidad Isabel I

ISSN 2792-1859

Burgos, España

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