Andrés Seoane Fuente - Jue, 22/06/2017 - 18:01
No suele hablarse de la formación online cuando se trata el tema del teletrabajo o trabajo a distancia, también llamado ahora smart working (trabajo inteligente). Quizá porque este concepto de desempeñar tu puesto desde casa se ha quedado obsoleto, y además no se aprecian las ventajas que aporta el haber cursado una titulación vía internet para su aplicación posterior en la vida laboral. Nosotros te lo explicamos.
En primer lugar, en España no contamos con una cultura sólida del trabajo a distancia. De hecho, apenas un 7% de los empleados se engloba en esta modalidad y menos del 15% de las empresas lo ofertan, según un estudio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y Eurofound. Y para continuar, la concepción que teníamos antes de este fenómeno en nada se parece a la actualidad. Ya no se trata de hacer en casa lo que haces en la oficina. Ahora se necesita flexibilidad, tanto de horarios como de lugar de trabajo, porque puedes tener que enviar un informe desde otra ciudad, otro país, un aeropuerto, un barco, la playa…
La organización es esencial para desarrollar tu labor profesional con las máximas garantías, dado que se exigen resultados pero con una libertad implícita a la que no estamos acostumbrados. Ni el sistema educativo nacional ni la universidad tradicional fomentan este espíritu de autogestión. Se sigue al alumno al día, casi en cada hora lectiva, y apenas se le deja espacio para que se administre su tiempo y sus esfuerzos. Un craso error.
Pero gracias a la formación online, y más concretamente al estudio de grados, dobles grados y másteres, un alumno obtiene una preparación que no aprendería siguiendo el modelo educativo típico. El horario se impone en función de sus necesidades, que pueden incluir desde la conciliación con la vida familiar, hasta el desarrollo de otra actividad profesional, pasando por el estudio de cursos o especialidades alternativas. El sistema deja de ser inflexible y se convierte en dinámico, las ataduras de los profesores, los horarios o los desplazamientos, pasan a ser facilidades y comodidad, y es la universidad la que se adapta al alumno.
Tuitéalo: "Sólo un 7% de los empleados en España trabaja a distancia y el 15% de las empresas lo ofertan"
Por último, la distancia es únicamente una palabra. En cualquier momento y lugar, al igual que un estudiante accede a su plataforma y participa en foros, debates o actividades, un trabajador puede tener ya esa experiencia previa para ‘entrar’ en su oficina y realizar su trabajo. El nivel actual de conexiones permite emplear el ordenador, la tablet o el teléfono móvil, de modo que si surge cualquier imprevisto, ni siquiera es necesario desplazarse. Y la tecnología facilita el desempeño de las obligaciones propias de cada puesto, dada la enorme cantidad de herramientas que se encuentran a un clic o un toque de distancia.
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