Facultad de Ciencias Jurídicas y Económicas - Mar, 15/03/2022 - 09:30
La asesoría jurídica supone una herramienta de lo más eficaz para las empresas a la hora de afrontar todas aquellas cuestiones, problemas y/o conflictos que derivan de las leyes, normativas y reglamentos. Pero, ¿Qué es la asesoría jurídica? Es la orientación que ofrece un profesional del derecho en materia legal, en cualquiera de las ramas jurídicas, para ayudar a solventar problemas complejos de esta índole.
Al ser el campo legal tan amplio, así como la normativa que lo regula, hoy en día, el asesoramiento de empresas cada vez es más complejo y la especialización cobra mayor importancia, por lo que una formación adecuada resulta clave. En este sentido, realizar un Máster en Asesoría Jurídica de Empresas es una gran oportunidad de formarse en un sector al alza y con perspectivas de mucho crecimiento.
¿Para qué sirve la asesoría jurídica y cuáles son sus funciones?
El objetivo principal de la asesoría jurídica es dar respuesta a multitud de situaciones que aparecen en el día a día de la empresa que pueden suponer algún problema si no se afrontan del modo correcto. Entre las funciones de la asesoría jurídica destacan las siguientes:
- Interpretación y asesoramiento de la normativa
- Constitución de empresas y escrituras públicas
- Negociaciones y elaboración de contratos mercantiles y civiles
- Elaboración de documentos jurídicos
- Trámites y gestiones ante organismos públicos, registros y notarías
- Acciones legales frente a las Administraciones Públicas
- Asistencia legal en delitos económicos
- Registro y protección de marcas o patente
Tipos de asesorías jurídicas
La labor de asesoría jurídica puede ser tan amplia como ramas de Derecho haya, y dentro de cada rama hay numerosas materias. Esto es porque abarca áreas referidas tanto a las relaciones personales, como mercantiles y empresariales. Por ello, existen múltiples opciones de asesoramiento en este tipo de profesión, donde todo profesional del derecho ha de manejar en la Asesoría Jurídica de Empresas, al menos las siguientes áreas o materias más importantes:
Asesoría jurídica Mercantil.
Es uno de los tipos de asesoría jurídica más utilizados. Tiene que ver con la constitución de sociedades mercantiles y todo lo que concierne a fusiones, adquisiciones y operaciones comerciales.
Asesoría jurídica Laboral.
Se centra en la resolución de conflictos de tipo laboral como pueden ser los despidos injustificados, las condiciones de cese de servicios, las demandas por discriminación laboral, el trabajo de las mujeres embarazadas y los problemas de acoso laboral, entre otros.
Asesoría jurídica Civil.
Esta rama es específica a los diferentes tipos de obligaciones y contratos en los que se ven involucradas las personas, al Derecho de Familia, a las sucesiones, a la responsabilidad civil, etc. todo ello regulado en la misma norma, el Código Civil.
Derecho comunitario y Derecho internacional.
Cuando se ejerce como asesor jurídico en empresas de calado multinacional o que operan dentro de la UE, es clave conocer y manejar la normativa comunitaria y los tratados de comercio internacional.
También son comunes otras áreas en asesoría jurídica, tales como:
Asesoría jurídica Fiscal.
Tiene como objetivo asesorar a empresas y autónomos en lo referente al cumplimiento de sus obligaciones tributarias y contables, así como tramitar altas, bajas y modificaciones en el censo de tributarios. Gestionar y realizar declaraciones de IVA, de IRPF e IRNR (Impuesto de renta Personas Físicas y de No Residentes).
Derecho Administrativo.
Lleva las relaciones con las administraciones públicas, como la alteración de precios de concursos y las subastas públicas. También, incluye el derecho urbanístico y medioambiental, y ayuda a solventar problemas asociados a la ordenación del territorio y a la protección del medio ambiente.
Asesoría jurídica Contable.
Se encarga de la elaboración de la contabilidad de la sociedad conforme a las exigencias del Código de Comercio y al vigente Plan de Contabilidad, y de la confección de las Cuentas Anuales Oficiales (Balance, Cuenta de Pérdidas y Ganancias, y Estado de Cambios en el Patrimonio Neto) y de los libros obligatorios de los Empresarios y depósito en el Registro mercantil.
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