Andrés Seoane Fuente - Vie, 26/05/2017 - 13:48
Los abogados, al igual que casi todas las profesiones, han vivido en primera persona las secuelas de la dura crisis económica que, sin embargo, parece que los letrados comienzan a dejar atrás. El ejercicio de la abogacía en España ha encontrado una senda de crecimiento estable al encadenar cuatro años al alza, y cerró 2016 con un incremento de la facturación global del 5,2%.
La tendencia cambió en 2013 con el primer repunte tras la crisis, y desde entonces los números siguen en positivo aunque el curso pasado registraron un suave descenso (4% en 2014 y 6,8% en 2015). El sector legal se recupera entre el tirón de los grandes despachos de abogados –Garrigues crece un 3,1% y su facturación roza los 350 millones de euros, Cuatrecasas un 1,5% y casi 270 millones, y Uría Menéndez un 5,8% y 222 millones-, el comportamiento de otros bufetes de menor tamaño pero que han disparado su actividad como CCS Abogados (75% más el año pasado), Urraza Mendieta & Del Rosal (50%) o Brenes Abogados (42%); y las nuevos negocios que nacen con un carácter innovador marcado por la implementación de estrategias de marketing digital, el uso de la tecnología como base estructural y la flexibilidad que demandan los clientes.
Las necesidades actuales de esta actividad obligan a una formación adaptada al siglo XXI, en la que se adquieran las competencias y conocimientos propios de un ‘abogado digital’, que permitan el contacto directo y personalizado con cada cliente a través de internet, y faciliten el diseño de nuevas líneas de negocio, modelos de gestión y soluciones legales innovadoras.
Cada vez más aspirantes a letrado
Desde que en 2011 se aprobó la Ley de Acceso a las Profesiones de Abogado y Procurador de los Tribunales, los estudiantes del Grado en Derecho deben realizar el Máster en Ejercicio de la Abogacía y superar un examen para poder ejercer. La recuperación del sector ha motivado que de los 1.474 candidatos que se presentaron a esta prueba hace dos años, se haya pasado a los 5.409 de la última convocatoria celebrada en febrero. Es decir, casi cuatro veces más de futuros juristas con posibilidades de entrar en el mercado laboral legal para este 2017.
Y para dentro de unos años la tendencia podría seguir esta curva ascendente, puesto que los 12.000 estudiantes de Formación Profesional de Grado Medio y Bachillerato que participaron en la encuesta "Los trabajos del futuro" -elaborada por la FundaciónAXA, Educa2020 y la consultora de investigación social y de comunicación GAD3-, evidencian que las ciencias sociales y jurídicas son las que interesan a un mayor número de jóvenes (44,2%), y en concreto el Grado en Derecho es la primera opción para los estudiantes de Madrid, Castilla y León y Murcia.
Aunque no es la titulación con mejores registros, los graduados en Derecho presentaban en 2014 una tasa de actividad del 86,6%, con un índice de empleo del 71% y de paro del 18,1%, tal y como revela la Encuesta de Inserción Laboral de Titulados Universitarios del Instituto Nacional de Estadística (INE), que mide la situación en la que se encuentran los egresados cuatro años después de terminar sus estudios. La abogacía tiene mucho futuro por delante.
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