Sandra Lado - Lun, 01/03/2021 - 10:35
Día de la No discriminación, para evitar la desigualdad que afecta al 70% de la población del planeta.
‘Plantarle cara a la discriminación, sea cual sea’. Este es el lema que recuerda que el 1 de marzo se celebra el Día de la Cero Discriminación propuesto por la ONU. La Universidad Isabel I promueve el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible fijados para el año 2030. Desde el Observatorio de Igualdad de la Universidad se apoya la campaña de este año, que tiene como protagonistas a las mujeres y niñas que sufren discriminación en el mundo.
Hoy en día siguen existiendo importantes discriminaciones sociales y, a pesar de que en las últimas décadas se hayan conseguido grandes avances, dichas discriminaciones se ven acentuadas por el mero hecho de ser mujer o niña. Tal y como recoge OXFAM International, estas discriminaciones son palpables y se reflejan en múltiples situaciones; en el hecho de que solo el 24% de los escaños parlamentarios a nivel mundial son ocupados por mujeres; o que el salario de las mujeres sea una media del 24% menor que el de los hombres. Gran parte de estas diferencias tienen, en primer lugar, una base educacional, puesto que casi dos terceras partes de los 781 millones de personas adultas analfabetas del mundo son mujeres; y, en segundo lugar, una base política, ya que son 153 los países que tienen leyes que discriminan económicamente a las mujeres, algunos de ellos incluso facultan a los maridos a prohibir acceder al mercado laboral a sus mujeres).
A nivel nacional, el 41.3% de las mujeres entre 25 y 64 años cuentan con estudios de Educación Superior, frente al 35.8% de los hombres; sin embargo, a pesar de que son más las mujeres con mayor nivel formativo, no se observa dicha correspondencia en los altos cargos directivos de las empresas. Por ejemplo, en los consejos de administración de las empresas del IBEX 35, en 2020 solo un 29.3% eran ocupados por mujeres en cargos de Consejo de Administración y apenas un 6.1% de mujeres en cargos de Presidencia, porcentajes que si bien han aumentado significativamente en los últimos años (11,2% de mujeres en Consejos de Administración en 2012), son cifras consideradas insuficientes y que revelan una acusada infrarrepresentación femenina. (Fuente INE)
Por tanto, consideramos que es fundamental que la sociedad avance hacia políticas que integran la igualdad de género y de oportunidades en todos los estamentos de la sociedad.
Es una jornada de reivindicación de la Declaración Universal de los Derechos Humanos donde se pone de manifiesto que ‘todas las personas tienen talentos únicos, que pueden ayudar y fortalecer las metas de sus países. No importa que parezcan diferentes. Todos los seres humanos gozamos de los mismos derechos’, destaca la página oficial de la ONU recordando la relevancia de esta jornada.
El último Eurobarómetro de 2019 analiza este problema en España y Europa. Considera que la principal discriminación en España es de origen étnico con un 58%, seguida de la discriminación por la identidad sexual con un 53% o la orientación con un 44%. Otros colectivos que también se identifican como discriminados son las personas con alguna discapacidad (46%), los mayores de 55 años (45%), ser mujer (38%), tener una creencia religiosa (39%) o ser menor de 30 años (un 19%). Estos datos son solo un ejemplo del alto porcentaje de la población española que sufre acciones discriminatorias. Y en Europa, los datos son prácticamente similares a los españoles.
Campaña organizada por ONUSIDA
Naciones Unidas recuerda en este día que el rechazo hacia un individuo o un grupo debilita la cohesión social y retrasa el desarrollo de las comunidades. Esta jornada está organizada por ONUSIDA, en su campaña de concienciación hacia las personas con VIH en el mundo. El sida es una enfermedad que ha generado en la sociedad una alta tasa de discriminación desde su aparición en la década de 1970. Aunque la conmemoración del Día Mundial del Sida es el 1 de diciembre, desde la organización internacional se considera fundamental reflexionar sobre la discriminación y su erradicación, dedicada a los colectivos más vulnerables entre los que se encuentran la mujer y la niña.
Según los datos que ofrece ONUSIDA, la desigualdad está aumentando en el mundo para el 70% de la población. Esta circunstancia obstaculiza el desarrollo económico y social agravando el riesgo de división, especialmente cuando la COVID-19 afecta con mayor dureza a las personas vulnerables.
La discriminación y las desigualdades están muy relacionadas. Ambas tratan de reducir las diferencias en sectores clave como la educación, la salud o el empleo. Un ejemplo de esta desigualdad se manifiesta en la enfermedad del SIDA. Estudios recientes de la ONU revelan que ‘los hombres homosexuales tienen el doble de probabilidades de contraer el VIH si viven en un país con enfoques punitivos sobre su orientación sexual, respecto a los viven en un país con una legislación favorable’, según se desprende del informe de la Alianza Mundial de Acción para la Eliminación de Todas las Formas de Estigma y Discriminación relacionadas con el VIH, que publica ONUSIDA.
La lucha contra la desigualdad es un compromiso adoptado por los países como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible coordinados hasta 2030. Además de acabar con el sida (labor que se pretende alcanzar la ONU en 2030 gracias a los avances médicos en el tratamiento), la lucha contra la desigualdad promueve que la sociedad esté mejor preparada para vencer a la COVID-19 y otras pandemias, para salvar millones de vidas y lograr proteger los derechos de todas las personas, especialmente las comunidades desfavorecidas y marginadas.
Acabar con la desigualdad requiere redoblar los esfuerzos para erradicar la pobreza extrema y el hambre, invirtiendo más en sanidad, educación, protección social o empleos dignos. Desde Naciones Unidas se exige a los gobiernos que cumplan con sus compromisos para acabar con todas las formas de discriminación, especialmente las que afectan a mujeres y niñas.
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