David García García - Lun, 10/05/2021 - 11:05
Serie: Conectados (VII).
Avanza el curso y continuamos entrevistando a los docentes de la Facultad de Ciencias y Tecnología porque son ellos los grandes responsables del éxito de las titulaciones de la facultad. Hoy es el turno de la directora del Máster en Ciberseguridad, Amalia Orúe López, que cuenta con más de 15 años de experiencia como docente en temas de seguridad de la información y criptografía.
- Cuéntanos brevemente quién eres y a qué te dedicas.
Soy amante de mi familia, mis amistades y mis 'bichos'. También soy Ingeniera y doctora de Telecomunicación, apasionada de la tecnología, la docencia y los métodos de enseñanza-aprendizaje cautivadores.
- ¿Qué te impulsó a orientar tu carrera en torno a la ciberseguridad y en especial a la criptografía?
Siempre tuve curiosidad por la criptografía, aún sin saber qué era, desde pequeña mis juegos preferidos eran los de espías, nos escribíamos mensajes con palabras clave que solo conocíamos mis amigos y yo. También me encantaba 'cacharrear' con un viejo radio Philips a válvulas que tenían mis tías-abuelas, que con solo sacar todas las válvulas y limpiarles el polvo con alcohol, ya eliminaba el ruido que se le sumaba a la señal. Mis tías siempre celebraban lo bien que quedaba después de mi 'reparación'.
Elegí la carrera Telecomunicaciones, y al graduarme me tocó trabajar en una pizarra telefónica que había caído al mar y tenía muy mala calidad de la señal de voz, el mismo ruido que aquel viejo radio Philips, e igualmente nos indicaban limpiarla con alcohol; a veces la voz era casi irreconocible y ,entre bromas, los que allí trabajamos pensamos que la pizarra usaba una forma de cifrado de voz, pero muy malo, ya que de vez en cuando se podían reconocer las palabras :-)
Durante mi carrera fui primero 'alumna-ayudante' de matemática. Ahí impartí clases prácticas de matemática a los estudiantes del curso anterior al mío. Luego me quedé trabajando en el laboratorio de Televisión, ya como 'instructor no graduado', donde fundamentalmente participaba en el montaje de las prácticas de laboratorio. Esta es una etapa que recuerdo con mucho cariño. Tuve muchos profesores maravillosos que me hicieron amar mi carrera y la enseñanza :-)
Mi primer contacto con la investigación fue en un grupo de procesamiento de imagen donde realizamos un proyecto en el que, entre otras cosas, acoplamos un microscopio a un ordenador, capturando la imagen del mismo: examinábamos muestras de sangre en busca de patrones propios, ciertas anomalías, que clasificábamos usando técnicas de reconocimiento de patrones.
Cuando terminó el proyecto continué investigando temas de procesamiento de señales e imágenes cuyo recorrido natural me llevó a la esteganografía y marcas de agua en imágenes digitales; dos de los muchos temas que mantienen mi atención hasta la actualidad. Unos años después del incidente con la pizarra telefónica, en mi trabajo de fin de máster, diseñé e implementé un esquema de 'cifrado de voz' para telefonía (aquí sí que no se entendía absolutamente nada de la voz que iba cifrada, nada menos que con el DES). A partir de este momento me quedé prendada para siempre en la criptología, esteganografía, la seguridad de la información y de las redes. En todo ese tiempo trabajé en la universidad como profesora de Circuitos eléctricos y Procesamiento de señales, para las carreras de Telecomunicaciones y Control Automático, e impartiendo cursos de postgrado de seguridad en redes y criptografía.
Por esos años, me inscribí en la lista de correo 'criptoforo' perteneciente a la UPM a través de la que conocí a muchos criptógrafos que me ayudaron a profundizar en el tema, sobre todo me abastecieron de abundante bibliografía, muy escasa en mi entorno de aquel momento, a los que agradezco infinitamente su apoyo. Utilicé mucho en esa época la esteganografía para que mis comunicaciones fueran privadas y no despertaran la curiosidad de terceros :-)
Más adelante obtuve una beca del Ministerio de Educación Español para tecnólogos extranjeros en España, donde empecé a trabajar el tema de Marcas de Agua en imágenes médicas para la protección de la privacidad de pacientes, en el Departamento de Criptografía y Seguridad de la Información del Instituto de Física Aplicada del CSIC. A día de hoy, sigo vinculada a este Departamento, donde hay muchos profesionales que admiro y donde realicé mi tesis doctoral y muchos trabajos de investigación en el ámbito de la seguridad de la información, la ciberseguridad y dentro de esta, su motor impulsor, la criptografía.
- ¿Cuál es la línea de investigación en la que te encuentras trabajando actualmente?
Actualmente estoy trabajando en temas de criptografía ligera, necesaria para los dispositivos que conforman la Internet de las Cosas, que igualmente tiene aplicación en las redes de los coches conectados y en toda la infraestructura de los sistemas de transportación inteligentes, que estaremos utilizando en un futuro cercano. Es un tema apasionante y de gran importancia actualmente. Dentro de la cripto ligera me decanto por la criptografía simétrica, cifradores en flujo basado en generadores pseudoaleatorios seguros criptográficamente. Me interesa mucho trabajar en el perfeccionamiento de los métodos que tenemos actualmente para determinar la aleatoriedad de una secuencia y su seguridad criptográfica. Además, sigo muy de cerca el desarrollo de las marcas de agua y me mantengo al día en su estado del arte. Así mismo, sigo de cerca los avances en las tecnologías cuánticas y su impacto en la criptología.
- ¿Qué es para ti un profesor online?
La enseñanza online cambia radicalmente el rol del docente, ahora es un facilitador que, junto a sus estudiantes, construye espacios de aprendizajes vivos. Espacios multidimensionales donde todos aprenden de todos, al hilo de la riqueza que aporta el expertise y la habilidad del docente para no dejar a nadie indiferente en ese mundo virtual. En la Universidad Isabel I se trabaja para que este proceso esté soportado por una tecnología fiable y en constante actualización.
Para esto, el docente debe tener una dedicación y una vocación muy clara, es necesario estar al día en los temas de la materia que imparte. En nuestro caso la tecnología avanza a un ritmo difícil de seguir, la ciberseguridad y la seguridad de la información deberían ir a la par, pero van con retraso. No hemos llegado a un estado de conciencia donde la seguridad venga puesta desde el diseño y por eso constantemente buscamos estrategias proactivas de defensas contra ataques y viceversa.
Dicho esto, ser profesora on-line significa alta disponibilidad, estudio y superación constante. Mantener un trato cercano, que acorte distancias para al final, tener la satisfacción de ver a nuestros egresados, profesionales bien formados y con las herramientas para salir adelante y llegar muchísimo más lejos.
- ¿Un último consejo para nuestros alumnos del Máster en Ciberseguridad?
En el Máster, los estudiantes se forman como profesionales de la Ciberseguridad, de la mano de nuestro claustro, de gran experiencia y bagaje en las distintas materias que se imparten. Mi recomendación es que aprovechen esta oportunidad de oro al máximo y saquen el mayor partido posible de esta complicidad virtual estudiante-profesor que aporta la enseñanza online.
Por otra parte, una vez graduados, es también imprescindible seguir formándose. El mundo de la Ciberseguridad está en expansión continua, las empresas demandan un profesional con conocimientos actualizados y en continuo aprendizaje. El futuro de nuestra sociedad ya no se concibe sin estos profesionales capaces de mantener seguros nuestros hogares, nuestras empresas y nuestras infraestructuras críticas. Es necesario un aprendizaje y reciclaje personal constante, sabiendo que la demanda de este perfil también crece cual espiral.
Editor: Universidad Isabel I
ISSN 2792-1794
Burgos, España
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