Rodrigo Cubillo León Coordinador de educación física en el MAES
Vie, 06/08/2021 - 15:42

Estatua de un corredor en el Stadio dei Marmi, Roma, Italia

Serie: 'In corpore sano' (XI)

Carl Ludwig Long, más conocido como “Luz” Long, fue un atleta alemán nacido el 27 de abril de 1913 en Leipzig. Comenzó los estudios de derecho en la universidad de esa misma ciudad, donde se inició en la práctica del atletismo.

Luz Long, de cabello rubio, ojos azules, cuerpo atlético y una estatura de 1,84 m, representaba a la perfección la imagen supremacista aria. Lo cual, sumado a sus aspiraciones a medalla, lo convertía en un estandarte de los valores alemanes, uno de los “niños bonitos” de Hitler con los que mostrar al mundo esa supuesta supremacía aria.

En los Juegos Olímpicos de Berlín en 1936, la clasificación para la final en el salto de longitud no pudo comenzar de mejor forma para Luz Long y para los ideales supremacistas alemanes. Luz consiguió batir el récord olímpico con su salto, mientras que Jesse había cometido ya dos nulos, suponiendo un nulo más la descalificación. Es aquí donde comenzó la bonita historia de amistad que se enfrentó a todo un régimen. Luz aconsejó a Jesse no arriesgar tanto en la batida, pues sus saltos eran muy superiores al 7,15 requerido para pasar a la final. Jesse escuchó a su compañero, y pasó sin problemas a la final, la cual se disputaba al día siguiente.

En la gran final, Luz hizo su marca personal con 7,87 metros, pero Jesse una vez más volvió a superarlo con un salto de 8,06 metros, obteniendo así el oro y el récord olímpico. Luz Long, mostrando una vez más los valores olímpicos, fue el primero en acudir para felicitar a Owens, fundiéndose en un abrazo, y dando la vuelta de honor juntos. Algo que sin duda alguna no agradó a Hitler ni a sus compatriotas.

Luz siguió compitiendo unos años más, para posteriormente dedicarse a la profesión que había estudiado, abogado, de lo que ejercicio hasta que estallo la Segunda Guerra Mundial. Por norma general, los atletas y deportistas profesionales no estaban obligados a alistarse, pero seguramente como represalia por lo sucedido en Berlín, fue enviado al frente de Sicilia, donde fue herido en combate y murió en 1943 en un hospital británico.

Jesse y Luz mantuvieron contacto y correspondencia hasta la muerte del alemán, y tras la finalización de la guerra, y cumpliendo los deseos de Luz, Jesse viajó a Alemania para conocer a su familia y hablar a su hijo sobre su padre. Jesse llegó a ser el padrino de la boda del hijo de Luz Long.

A título póstumo, el Comité Olímpico Internacional concedió a Carl Ludwig Long la Medalla Pierre de Coubertin por su espíritu olímpico y deportividad, siendo la primera persona condecorada con este título.

 

Editor: Universidad Isabel I

ISSN 2697-1992.

Burgos, España

 

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