Iker García Alday - Mié, 29/12/2021 - 09:55
La extraordinaria función pulmonar de los nadadores, respecto a los practicantes de deportes terrestres, puede marcar un nuevo horizonte en la salud respiratoria.
Serie: 'In corpore sano' (XIX)
Bases fisiológicas de la respiración
Los seres humanos, a pesar de nuestra extraordinaria capacidad de pensamiento, hemos dejado de prestar atención a uno de los órganos que nos da la capacidad de vivir en cada aliento.
Esta situación debe ser, al menos preocupante, teniendo en cuenta los índices de contaminación ambiental actual [1] y que los pulmones son el principal vínculo fisiológico con el medio exterior, teniendo una superficie 30 veces superior a la de la piel.
El ejercicio físico provoca una favorable respuesta fisiológica en los sistemas cardiovascular, musculoesquelético y hematológico. Sin embargo, las propiedades estructurales y funcionales de los pulmones no cambian, ni siquiera en los deportistas de élite, que pueden ver limitada su capacidad de ejercicio de intensidad máxima debido a una limitación de difusión de O2 alveolar [2].
Sin embargo, como sucede en otras ocasiones, la diversidad provoca excepciones. Existe un modelo humano deportivo que cuenta con pulmones más grandes y mejor capacidad de difusión pulmonar que los valores de normalidad: los nadadores [3].
Respuestas pulmonares al ejercicio… ¿Qué sucede durante la natación?
Todas las formas de movimiento conllevan un aumento de la utilización de oxígeno en nuestras células, con lo que la regulación cardiopulmonar toma un papel determinante en el desempeño del ejercicio físico [4].
El desarrollo pulmonar descrito en los nadadores no es ninguna casualidad. Estos deportistas acuáticos pueden llegar a realizar 3200 inspiraciones forzadas en una sesión de entrenamiento. En comparación, las 60 inspiraciones que se realizan en un entrenamiento específico de la musculatura inspiratoria parecen una ráfaga de viento.
La mecánica respiratoria en natación es compleja, dónde se alternan inspiraciones forzadas rápidas y submáximas (cabeza fuera del agua) con periodos de apnea sostenida durante la fase de exhalación (cabeza dentro del agua), mientras se realiza un ejercicio de alta intensidad metabólica [5]. Esta condición, sumada a la presión hidrostática y la posición de locomoción horizontal, constituyen un estímulo que aumenta la capacidad funcional de los pulmones, principalmente en edades prepuberales [6].
¿Transferencia a la rehabilitación pulmonar?
Estos factores descritos relacionan la mejora de la función respiratoria con la exposición propia de la natación, de hipoxia intermitente y actividad mecánica [7,8].
Nadadores que llevan entrenando desde la niñez, más de 10 años, muestran unos valores de difusión pulmonar del 143% sobre la referencia [3]. Esto supone que el sistema pulmonar podría ser más adaptable de lo que pensábamos hasta ahora, bajo las condiciones adecuadas.
Trasladar estos resultados al ámbito clínico podría mejorar las propuestas de rehabilitación pulmonar en pacientes de EPOC o COVID-19. Futuras investigaciones deben explorar los posibles beneficios y riesgos de la natación en estos contextos.
Mientras tanto, recuperemos la conciencia sobre esta función corporal. La modificación de la respiración nos permite modular la oxigenación cerebral [9] o disminuir nuestro nivel de excitación cortical [10], reduciendo así el estrés.
Referencias bibliográficas
1. Bai L, Wang J, Ma X, Lu H. Air Pollution Forecasts: An Overview. Int J Environ Res Public Health. 2018;15(4):1–44.
2. Hsia CCW, Hyde DM, Weibel ER, National C. Lung Structure and the Intrinsic Challenges of Gas Exchange. Compr Physiol. 2016;6(2):827–95.
3. García I, Drobnic F, Arrillaga B, Pons V, Viscor G. Lung capacity and alveolar gas diffusion in aquatic athletes: Implications for performance and health. Apunt Sport Med. 2021;(xxxx).
4. Bove AA. Pulmonary aspects of exercise and sports. Methodist Debakey Cardiovasc J. 2016;12(2):93–7.
5. Castagna O, Regnard J, Gempp E, Louge P, Brocq FX, Schmid B, Desruelle AV, Crunel V, Maurin A, Chopard R, MacIver DH. The Key Roles of Negative Pressure Breathing and Exercise in the Development of Interstitial Pulmonary Edema in Professional Male SCUBA Divers. Sport Med - Open. 2018;4(1):1–12.
6. Alentejano TC, Marshall D, Bell GJ. Breath holding with water immersion in synchronized swimmers and untrained women. Res Sport Med. 2010;18(2):97–114.
7. Mazic S, Lazovic B, Djelic M, Suzic-Lazic J, Djordjevic-Saranovic S, Durmic T, Soldatovic I, Zikic D, Gluvic Z, Zugic V. Respiratory parameters in elite athletes - does sport have an influence? Rev Port Pneumol. 2015;21(4):192–7.
8. Wagner PD. Why doesn’t exercise grow the lungs when other factors do? Exerc Sport Sci Rev. 2005;33(15):3–8.
9. Zhang Q, Roche M, Gheres KW, Chaigneau E, Kedarasetti RT, Haselden WD, Charpak S, Drew PJ. Cerebral oxygenation during locomotion is modulated by respiration. Nat Commun. 2019;10(1).
10. Hamasaki H. Effects of Diaphragmatic Breathing on Health: A Narrative Review. Medicines. 2020;7(10):65.
Editor: Universidad Isabel I
ISSN 2697-1992.
Burgos, España
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