2 de abril. Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo

Rodrigo Cubillo León - Vie, 01/04/2022 - 11:00

Rodrigo Cubillo León Coordinador de educación física en el MAES
Vie, 01/04/2022 - 11:00

Imagen de niño mirando a un dibujo en el que hay dibujado un cerebro en una pared en el que solo en la mitad hay colores

La infancia y el autismo. Fuente: Fundación ConecTea

Serie: 'El Reto del Profesor en Formación' (XXV)

El 2 de abril, la Universidad Isabel I quiere colaborar con el Día Mundial de Concienciación del Autismo. En primer lugar, nos gustaría aclarar que el autismo no es una enfermedad, sino un trastorno. La Confederación de Autismo de España [CAE] (s.f.) lo define como

«…trastorno de origen neurobiológico que afecta a la configuración del sistema nervioso y al funcionamiento cerebral, dando lugar a dificultades en dos áreas principalmente: la comunicación e interacción social y la flexibilidad del pensamiento y de la conducta.»

A pesar de tratarse de un trastorno bastante conocido y normalizado a nivel social, siguen existiendo falsas creencias y mitos en torno a él. A continuación trataremos de colaborar en la desmitificación de este trastorno (Unicef, 2021; CAE, 2018, 2019, 2021):

Es provocado por la falta de cariño en el núcleo familiar: no hay una única causa que determina la aparición de este trastorno, pero lo que está claro es que tiene relación directa con la genética y el desarrollo neurobiológico. En ningún caso puede asociarse a los vínculos afectivos.
Son violentos: todo lo contrario, tienden a ser muy tiernos y sensibles, aunque ante ciertos contextos socialmente complejos que no comprenden pueden reaccionar de forma agresiva o inesperada. Esto puede solventarse con la adaptación del entorno a través de ajustes o apoyos.
No tienen sentimientos ni imaginación: por supuesto que tienen, simplemente lo expresan a su manera.
No pueden ser independientes: en ocasiones pueden necesitar apoyo o guía, pero pueden ser independientes y crear un núcleo familiar sano junto a su pareja.
No se comunican: no siempre usarán una comunicación verbal, pero todos se comunican. Sufren dificultades, no incapacidad, en las relaciones sociales y la comunicación.
Llevan asociada una discapacidad intelectual: los TEA se manifiestan de distintas maneras en cada persona, por lo que en algunas personas puede asociarse con una discapacidad intelectual, y en otras no. Incluso pueden destacar en algún ámbito.

Es necesario que, como docentes, no olvidemos que la presencia de un niño con autismo o cualquier otro tipo de trastorno es una oportunidad para enriquecer social y emocionalmente al grupo clase. Pero, para ello debemos conocer ciertas pautas o consejos en cuanto al trabajo con este tipo de alumnos (Educación 3.0, s.f.):

Elaborar cronogramas de las sesiones, crear rutinas y entornos controlados para mejorar su sentimiento de seguridad, evitando así situaciones que no controlen.
Evitar el uso de estímulos sonoros por la posibilidad de que estos generen un nivel de estrés excesivo en el alumno. Además, en algunos casos pueden tener asociada una hipersensibilidad sensorial.
Establecer rutinas de saludo, bienvenida y/o despedida para trabajar esas habilidades sociales mermadas.
Fragmentación de las tareas o actividades, generando con ello una secuenciación clara que facilite la comprensión, así como reforzar el trabajo con apoyos gráficos y visuales.

Además de las pautas anteriores, resulta muy interesante el trabajo cooperativo, favoreciendo así las relaciones interpersonales, la creación del sentimiento de pertenencia a una comunidad, y las relaciones sociales en general. Toda pauta que aumente la seguridad en el alumnado con TEA favorecerá su aprendizaje.

Otro aspecto importante en el trabajo con este tipo de alumnado está relacionado con los entornos y esa necesidad de una accesibilidad real y universal, para así conseguir una autonomía efectiva. Podemos hablar de tres tipos: la accesibilidad física (movilidad), la accesibilidad sensorial (visual y auditiva) y, por último, y la directamente relacionada con el alumnado TEA, la accesibilidad cognitiva, la cual facilita la comprensión.

Accesibilidad universal. Elaboración propia.

La accesibilidad cognitiva busca la creación de entornos en los que toda persona pueda comprender y utilizar las distintas herramientas o elementos. Existen distintas estrategias y recursos para dotar a los entornos de accesibilidad cognitiva (CAE, s.f.):

Entornos construidos para todas las personas: teniendo en cuenta los componentes y elementos gráficos o arquitectónicos.
Sistemas de señalización: teniendo en cuenta todas las señales, ya sean visuales, acústicas o textuales.
Diseño para todas las personas de las TIC: buscando favorecer una autonomía digital.
Lectura fácil: teniendo en cuenta las pautas y recomendaciones para facilitar su comprensión.
Apoyos a la comunicación e interacción social: teniendo en cuenta sistemas alternativos y aumentativos de comunicación.

Estrategias y recursos para la accesibilidad cognitiva. Fuente: CAE

Para finalizar, no debemos olvidar que, como señala la CAE (s.f.), las características de estas personas no solo se asocian a inconvenientes o dificultades, sino que también se traducen en ciertas capacidades. Como docentes, debemos adaptar el proceso de enseñanza-aprendizaje a nuestro grupo-clase para maximizar su éxito. A continuación se muestran algunas de esas características de las que podemos valernos para potenciar el aprendizaje en personas con TEA:

Son personas meticulosas y se adaptan a la perfección a todos los contextos estructurados como rutinas o ambientes reglados. De ahí su gran capacidad en las tareas mecánicas y repetitivas.
A nivel social, son personas muy honestas y sinceras, demostrando una gran capacidad para la escucha.
Gran capacidad de atención en los detalles y un pensamiento muy lógico.
Tienden a mostrar curiosidad por áreas muy específicas, en las que demuestran un gran conocimiento especializado.