Ricardo Gómez Laorga - Jue, 22/12/2022 - 12:42
Asamblea Parlamentaria de la OTAN
Serie: 'Seguridad a tu Alcance' (XXIV)
El fin de semana del 19 y 20 de noviembre se celebró en Madrid la 68ª Asamblea Parlamentaria de la OTAN. Tras haber albergado la última Cumbre de la OTAN que permitió la aprobación del 8º Concepto Estratégico de la organización, España reunió a trescientos parlamentarios de los 30 países aliados, así como de otros 20 asociados y colaboradores de la OTAN.
Más allá del notable número de participantes, en Madrid se reflexionó acerca del devenir atlantista una vez que la invasión de la Federación de Rusia a la República de Ucrania dotara de una nueva vitalidad a una organización de defensa mutua que parecía haber entrado en un imparable ocaso y declinar en fechas anteriores al suceso. Como puede imaginarse, el evento estuvo protagonizado por la guerra en Ucrania, teniendo Kiev invitación para participar en sesiones dedicadas a temáticas como economía, defensa, asuntos políticos y ciencia.
No obstante, desde delegaciones como la española (representada por los Ministerios de Economía, Defensa, Ciencia, Presidencia y Asuntos Exteriores), se pretendió poner sobre la mesa otros asuntos que la guerra de Ucrania parece haber ensombrecido pero que pueden afectar -y, de hecho, están ya afectando- a la seguridad europea. En este sentido, la inestabilidad en el Sahel supone una cuestión acuciante no únicamente para los países meridionales europeos, sino para la totalidad del continente.
La mencionada representación de nuestro país puso énfasis en el hecho de que más allá de Ucrania, Rusia está llevando a cabo sendas acciones de desestabilización en el área saheliana por medio de mercenarios adscritos a la compañía rusa Wagner. El Sahel como área geográfica colindante con el Magreb norafricano a través del desierto del Sáhara supone un entorno clave para salvaguardar la seguridad del «Viejo Continente».
Reunión de la 68ª Asamblea Parlamentaria de la OTAN en Madrid
Por ello, el jefe del Estado Mayor de la Defensa español, Teodoro López Calderón, aseguró que «el terrorismo no se está conteniendo en el Sahel como se ha contenido en Irak», además de que «se está observando una expansión del terrorismo hacia la zona del Golfo de Guinea», área donde hasta hace pocos años su presencia era residual.
En esta línea insistió la ministra de Defensa Margarita Robles al argumentar que «España está volcada en el apoyo al Este» pero que no se podía «bajar la guardia» ante el creciente poder de Moscú en el Sahel. Se trata de una región donde cualquier acción o mayor cuota de poder de un actor hostil a los intereses europeos, como en este caso Rusia, puede originar un enorme riesgo securitario para la totalidad del continente.
Si bien es cierto que la guerra en Ucrania ha trasladado la atención europea y, por ende, del seno de la OTAN hacia el este europeo, delegaciones como la española insisten en no dejar de atender la situación saheliana. Efectivamente, como se ha mencionado previamente, se trata de una región africana donde la presencia de Estados con poca capacidad de garantizar su soberanía efectiva provoca que, en las últimas décadas, hayan proliferado no solamente organizaciones de cariz yihadista, sino diversas organizaciones criminales acusadas de tráfico de personas, armas o recursos naturales.
Es por ello por lo que, la OTAN y la Unión Europea, no deben perder de vista la desestabilización de una ya de por sí inestable región, ya que, podría causar verdaderos quebraderos de cabeza para los países europeos la amenaza de corte yihadista o la proliferación de inmigración irregular proveniente de países en conflicto como los que representan los países del Sahel africano.
Editor: Universidad Isabel I
ISSN 2697-288X
Burgos, España
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