Tamara Gonzalo Silvestre Coordinadora de aprendizaje y enseñanza en el MAES
Jue, 04/05/2023 - 09:44

Stop bullyingStop al acoso escolar.

Serie: 'El Reto del Profesor en Formación' (LIII)

El pasado día 2 de mayo se celebró el día internacional contra el acoso escolar o bullying. Dada la relevancia de este tema, se ha decidido brindar un espacio para conocer cuál es la situación actual en los centros educativos.

Partiremos de la definición de la Asociación Española para la Prevención del Acoso Escolar (A.E.P.A.E.), que entiende el acoso escolar como «cualquier forma de maltrato psicológico, verbal o físico producido entre escolares de forma reiterada, tanto en el aula, como a través de redes sociales». De esta definición, podemos inferir, por un lado, que se trata de un comportamiento repetitivo (al menos 3 veces) y, por otro, que puede darse cara a cara o bien a través de las diferentes redes sociales. No olvidemos que el ciberbullying está a la orden del día, aunque únicamente un 23 % de los centros educativos cuenta con un plan de acción contra este ciberacoso, de cuales solamente el 37 % imparte orientaciones preventivas (A.E.P.A.E., 2020).

Para conocer la realidad actual del tema que se aborda, se ha tomado como referencia el Informe del curso 2020-2021 realizado por el Servicio de Atención Telefónica de casos de malos tratos y acoso en el ámbito de los centros docentes del sistema educativo español. En él se indica que, a lo largo de dicho curso, se han realizado 9233 llamadas relativas al acoso escolar completadas con éxito; eso son aproximadamente 26 llamadas al día. Asimismo, se informa de que el grupo de edad con más casos de acoso escolar es el que comprende a menores de entre 12 y 13 años, con un 31,5 %, seguido del grupo de entre 10 y 11 años, con un 21,2 %. Esta situación pone de manifiesto que el grupo más vulnerable se encuentra en el primer curso de Educación Secundaria Obligatoria (ESO). Los resultados arrojados por este informe ponen el foco directamente en la transición de Primaria a Secundaria. ¿Qué es lo que sucede en la transición de Primaria a Secundaria?

El estudio realizado por Ruiz-Narezo et al. (2020), con una muestra de 433 estudiantes de ESO y Formación Profesional (FP), de entre 12 y 18 años, analiza la conducta violenta en el ámbito escolar. En él se indica que existe más acoso escolar entre chicos que entre chicas. Otro dato de interés es que existen asociaciones entre las conductas de riesgo analizadas. Es decir, que los menores que han sido víctimas de acoso escolar o bien agresores participan también en otras conductas violentas (violencia en la pareja, conductas infractoras o antisociales, cyberbullying, etc.). De la misma manera, las víctimas de acoso escolar se han transformado en agresores en otros contextos, dando lugar a lo que llaman «ciclo de violencia». Hace ya 20 años, Chaux (2003) ponía de manifiesto que hay una relación directa entre la violencia que sufre un menor y la violencia que este ejerce. Puede ser víctima y verdugo en momentos y contextos diferentes.

Acoso escolar a una niña en el patio del colegio

Acoso escolar a una niña.

Una de las mayores preocupaciones es en qué puede derivar el hecho de ser víctima de acoso escolar. Tal como se indica en el último Estudio sobre Conducta Suicida y Salud Mental en la Infancia y la Adolescencia en España (2012-2022) de la Fundación ANAR, el 70 % de los estudiantes con ideas suicidas indicó que había sufrido maltrato en el colegio.

Para poner fin a este tipo de conductas en los centros educativos es imprescindible contar con una buena formación inicial de los docentes de todas las etapas educativas, especialmente en la etapa de ESO, pues es la que presenta un mayor índice de acoso escolar existe. En este aspecto, la formación de los docentes en el marco del título habilitante correspondiente, esto es, el Máster de Formación del Profesorado, juega un papel fundamental para dotar de herramientas a quienes serán responsables de sus aulas para enfrentar y/o resolver cualquier situación de acoso. Lograr una buena prevención, así como una pronta detección y una correcta intervención de casos de acoso escolar, debe ser una de las prioridades para todos ellos.

Por su parte, también es necesario cumplir con las exigencias relativas a la formación permanente del profesorado. Esta implica actualizarse tanto en aspectos relativos a la materia como a otros de índole más social, como el que nos ocupa. A este respecto, quizá la nueva figura de Coordinador de Bienestar y Protección, recogida en la actual Ley de educación (LOMLOE, 2020) y en la Ley de protección de la infancia y la adolescencia (2021), ayude a sensibilizar y prevenir este tipo de violencia en las aulas, así como a una correcta detección temprana e intervención, en caso de ser necesario. Próximamente esta figura deberá contar con una cualificación específica para poder ejercer como tal en el entorno escolar.

Bibliografía

ANAR (1 de diciembre de 2022). La Fundación ANAR presenta su Estudio sobre Conducta Suicida y Salud Mental en la Infancia y la Adolescencia en España (2012-2022).

Asociación Española para la Prevención del Acoso Escolar. (s. f.) Acoso escolar. https://aepae.es/acoso-escolar

Chaux, E. (2003). Agresión reactiva, agresión instrumental y ciclo de violencia. Revista de Estudios Sociales, 15, 47-58.

Ruiz-Narezo, M., Santibáñez, R. y Laespada, T. (2020). Acoso escolar: adolescentes víctimas y agresores. La implicación en ciclos de violencia. Bordón, 72(1), 117-132. 

Editor: Universidad Isabel I

ISSN 2792-1859

Burgos, España

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