Ronan Ciréfice - Mar, 14/05/2024 - 09:51
Elecciones al Parlamento Europeo 2024.
Serie: 'El Derecho Responde' (CLXXXV)
El próximo día 9 de junio de 2024 tendrán lugar en España las elecciones al Parlamento Europeo. Se supone, al menos sobre el papel, que se trata de un importante acontecimiento para la vida democrática europea, ya que durante cuatro días (entre los días 6 y 9 de junio, en función de las particularidades de cada Estado), son cerca de ¡373 millones de ciudadanos de la UE! que están llamados a elegir a sus 720 representantes para los próximos cinco años.
Como bien es sabido, el Parlamento Europeo constituye una institución crucial dentro de la construcción europea, al ejercer, “conjuntamente con el Consejo, la función legislativa y la función presupuestaria”, así como funciones de control político y consultivas (artículo 14 del TUE). A pesar de dicha importancia, es poco decir que existe un desconocimiento, mezclado a un desinterés, por parte de los ciudadanos bastante generalizado acerca de estos comicios. A título de ejemplo, la tasa de participación en Portugal durante las últimas elecciones de 2019 fue apenas de un 30,75%; en los Países Bajos, un 41,93% y en Francia un 50,12%. Eslovaquia se llevó en esta oportunidad el primer puesto de los peores resultados, con un 24,74% de participación. Lastimosamente para Europa y la democracia, deberíamos incluso casi celebrar que la participación en España alcanzó la cifra de 60,73% y que la media europea llegó justo al 50%, el mejor resultado de participación en los últimos 25 años.
A tres meses de la nueva cita electoral, es muy probable que sigamos con esta misma dinámica: poca movilización ciudadana, a favor de un sistema que no consigue encontrar su leitmotiv.
Motivos para participar en las próximas elecciones
Sobran los motivos para participar en las próximas elecciones europeas. El primero de todos debería ser, en todo caso, apoyar un proceso que “tiene como finalidad promover la paz, sus valores y el bienestar de sus pueblos” (art. 3.1 TUE). En este sentido, ningún ciudadano de la UE debe olvidar su Historia y resulta de vital importancia que todos, en una obra conjunta, luchemos para evitar a toda costa cualquier tentación bélica que sólo conllevaría a una repetición de las atrocidades del pasado.
De ninguna manera debemos entender la paz europea como una mera opción: se trata de una obligación que nos une como ciudadanos europeos, y que se encuentra plasmada dentro de lo que conocemos como Unión Europea, independientemente de cualquier afinidad partidaria. En consecuencia, la defensa de sus instituciones, así como de su modelo democrático, aunque sea imperfecto, pasa necesariamente por una defensa decidida del Parlamento Europeo, entendiéndose incluso como verdadero acto de resistencia a favor de la paz.
En segundo lugar, que seamos conscientes de ello o no, los actos legislativos de la UE (adoptados conjuntamente por el Parlamento Europeo y el Consejo) tienen una inmensa trascendencia en nuestra vida cotidiana. En este sentido, solo recordar que los Reglamentos, por ejemplo, son de obligado cumplimiento en todos sus elementos en cada uno de los Estados miembros. Durante el año 2023, más de 50 reglamentos fueron adoptados utilizando el procedimiento legislativo ordinario, en temáticas tan diversas como los mercados de criptoactivos, los bonos verdes europeos, el etiquetado de los alimentos ecológicos para animales de compañía, la protección de las indicaciones geográficas de productos artesanales e industriales, el uso de combustibles renovables o la digitalización de la UE. Para este año 2024, nuevas reglamentaciones en materia de inteligencia artificial o de política migratoria deberían aprobarse de manera definitiva.
El hecho de que no estemos conformes con ciertas decisiones políticas “tomadas desde Bruselas” no debe ser sinónimo de desinterés y abstención, sino que, precisamente, debería reforzar esta tan necesaria fuerza ciudadanía, única capaz de lograr impulsar cambios democráticos positivos de gran calado.
Necesidad de reformas urgentes
La Unión Europea necesita reformas, incluso en materia de participación democrática. El último tratado, el Tratado de Lisboa, fue adoptado en 2007 y sigue plenamente en vigor en la actualidad, a pesar del cambio radical de nuestro mundo desde esta fecha y de las profundas transformaciones de la sociedad y de nuestro entorno. Sin poder ser exhaustivo sobre este tema, no podemos terminar este trabajo sin al menos señalar, dentro de las necesidades más apremiantes en pro del reforzamiento de la democracia europea, algunas medidas que deberían ser introducidas a la mayor brevedad posible para al menos reforzar el carácter único tanto de esta institución como de estas elecciones:
- La necesidad de otorgar al Parlamento Europeo el poder de iniciativa legislativa, en la actualidad reservado a la Comisión Europea;
- La introducción de listas transnacionales, saliendo así de una perspectiva estrictamente nacional para reforzar el carácter paneuropeo del voto;
- La adopción de un procedimiento electoral europeo único (en la actualidad, el “Acta relativa a la elección de los representantes en el Parlamento Europeo por sufragio universal directo” de 1976 no prevé ningún procedimiento uniforme en la materia).
Otras propuestas, tales como la creación de una circunscripción paneuropea, o la designación por cada partido de un candidato principal que se convierta en presidente de la Comisión Europea en caso de victoria (sistema aplicado en 2014, pero rechazado en 2019 por los jefes de Estado y de Gobiernos de la UE), tienen un fuerte interés que deben ser evaluadas y, en su caso, reevaluadas seriamente.
En definitiva, los ejemplos en nuestros alrededores se multiplican para recordarnos que nada está fijado y que proteger nuestra democracia constituye un deber para todos los ciudadanos de la UE. El futuro está en nuestras manos.
Referencias
Tratado de la Unión Europea (DOUE C 202 de 7 de junio de 2016, pp. 13-46)
Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea (DOUE C 202 de 7 de junio de 2016, pp. 47-200)
Acta relativa a la elección de los representantes en la Asamblea por sufragio universal directo (DOUE L 278 de 8 de octubre de 1976, pp. 5-11)
Editor: Universidad Isabel I
Burgos, España
ISSN: 2603-9087
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