Andrés Seoane Fuente - Mié, 13/12/2017 - 13:51
Ilustración: Rocío Raya.
Serie: 'Del dicho al hecho histórico`(XII)
El origen de expresión, muy utilizada en la actualidad, procede del latín (Adhaerens potenti adversitatem non timet, el que se adhiere al poderoso no teme la adversidad). Más allá de su significado literal, está íntimamente ligado a los beneficios que pueden obtenerse de relacionarse con personas poderosas o que se encuentren en una situación de privilegio, de modo que puedan favorecer los objetivos y aspiraciones propias o de la persona a la que se refiera el uso de este dicho. También cabría emplear, con el mismo sentido, otra expresión como ‘quien no tiene padrino, no se bautiza’.
Este dicho ya aparece recogido en el Libro de refranes y sentencias de Mosén Pedro Vallés (1549), obra de Pedro Vallés, y en Refranes o proverbios en romance (1555), cuyo autor es Pinciano Hernán Núñez.
Esta expresión, además, aparece en obras como Segunda parte del ingenioso caballero don Quijote de la Mancha (1615), de Miguel de Cervantes Saavedra, o Segunda parte de Guzmán de Alfarache. Atalaya de la vida humana (1604), de Mateo Alemán.
Fuentes de consulta:
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