Diferencia entre criminalista y criminólogo

Gracias a las series de televisión y al cine, todo el mundo está familiarizado con las profesiones de criminólogo y criminalista. Pero, como es natural, la ficción distorsiona bastante la realidad. La actividad de ambas profesiones, muchas veces, difiere mucho de lo que vemos en pantalla. De hecho, te aconsejamos que si quieres estudiar para ser criminólogo o criminóloga, conozcas primero de qué se encarga realmente la disciplina antes de ‘lanzarte al charco’.

Y también que entiendas las diferencias que existen entre lo que hace un criminólogo y lo que hace un criminalista, cuya labor se confunde erróneamente a menudo. Aunque ambos profesionales desarrollan su trabajo en el entorno de la investigación y la resolución de los delitos, cada uno de ellos realiza una aproximación distinta a los problemas.

¿Qué hace un criminólogo realmente?

El criminólogo, en términos generales, investiga el porqué de los delitos. Es decir, afronta la actividad delictiva desde una perspectiva multidisciplinar. La criminología estudia las causas y las diferentes formas en las que se manifiestan los delitos, así como a la víctima y el control social. La labor del criminólogo persigue entender el fenómeno criminal, qué es lo que lo motiva, cómo son los delincuentes que perpetran los hechos delictivos y qué es exactamente lo que les mueve a actuar de una u otra forma.

Por eso, la labor de un criminólogo tiene mucho que ver con disciplinas académicas de corte social como la psicología, la sociología y la antropología social. El especialista en criminología trata de entender la naturaleza del crimen y del elemento antisocial que lo comete para, en la medida de lo posible, atajar la raíz del problema y reducir las tasas de criminalidad a largo plazo.

¿Qué hace un criminalista realmente?

Si el criminólogo se encarga del porqué de un delito, podemos decir que el criminalista intenta entender el cómo del mismo. Es decir, el criminalista se encarga de esclarecer con detalle cómo se ha producido un evento delictivo. Se centra en lo material, los hechos, los datos. La labor del criminalista está íntimamente relacionada con la investigación criminal propiamente dicha y su materia prima son las evidencias físicas, las pruebas.

Mientras el trabajo del criminólogo es tratar de entender al delincuente y averiguar por qué actúa así, para evitar que otros hagan lo mismo en el futuro, la función del criminalista es poner nombre y apellidos a ese delincuente, para que responda ante la justicia por un delito determinado, a través de la reunión de evidencias científicas y pruebas que puedan presentarse en un juicio.

¿Dónde puede trabajar un criminólogo?

Al tratarse de una disciplina de amplia conformación académica, puedes desarrollarte en diversos entornos profesionales, si estudias criminología. Puedes formar parte de la Policía Nacional o la Guardia Civil, trabajar para instituciones penitenciarias y otras instituciones públicas; y en el área de la seguridad privada sin vinculación a superar una oposición, en instituciones de reinserción social, como asesor para medios de comunicación, de asesor de ONGs, como detective privado, como investigador y colaborador para entidades financieras o despachos de abogados, como asesor externo o como perito judicial a instancias de parte, por citar algunos ejemplos.

¿Dónde puede trabajar un criminalista?

El entorno de trabajo de un criminalista está vinculado a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, ya que estudian las escenas de los crímenes, reúnen y analizan muestras, huellas y otras pruebas. De hecho, muchos criminalistas se han especializado en esta rama pero son, al mismo tiempo, agentes de la Policía Nacional o la Guardia Civil. Muchas personas eligen el estudio de esta rama especializada para acceder con más facilidad — o con un mayor número de méritos — a alguno de estos dos cuerpos de seguridad. No obstante, también hay que destacar la posibilidad que tienen los criminalistas de dedicarse profesionalmente a la asesoría externa o especializarse como peritos judiciales a instancias de parte.