Carlos Pérez Atanet - Mar, 24/01/2017 - 17:07
Ilustración: Fernando Serra
Serie: 'Del dicho al hecho histórico' (XXIII)
Para encontrar el origen de la expresión «el quinto pino», debemos trasladarnos al Madrid de principios del siglo XVIII, cuando a Felipe V, que por entonces reinaba en España, se le ocurrió plantar cinco grandes pinos a lo largo del paseo de Recoletos, concretamente desde la zona de Atocha, donde se encontraba el primero, hasta la de Nuevos Ministerios, donde estaba el último.
Se dice que era en este último, el más alejado de todos, en donde las parejas de enamorados solían quedar para besarse sin ser vistos, a salvo de las miradas de la gente, que por entonces solía censurar con mayor frecuencia y vehemencia este tipo de comportamiento.
Para citarse, utilizaban la frase «nos vemos en el quinto pino», que quedó como símbolo de lugar apartado y lejano. De ahí comenzó a extenderse su uso al resto de España y todavía hoy en día es una expresión muy socorrida cuando queremos indicar que algo está muy lejos.
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