Camino Fernández Alcaraz - Mar, 05/04/2022 - 11:00
Niña ante un ordenador.
Serie: 'Neurociencia Educativa' (XXX)
El mayor porcentaje de estudiantes con necesidades educativas especiales en España lo constituyen aquellos con diagnóstico de trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), estimándose un 5% (Sánchez-Pérez y González-Salinas, 2013). Sin embargo, la atención de las necesidades educativas de los niños con este trastorno continúa presentando carencias, que se han relacionado entre otros factores, con una falta de conocimiento respecto a la elevada heterogeneidad en cuanto a sus manifestaciones cognitivas y conductuales (Rivera, 2016). En este sentido y con relativa frecuencia las dificultades cognitivas se restringen a la atención, obviando de esta manera las diferencias entre los subtipos del trastorno. Esta consideración se aleja de los estudios neuropsicológicos que evidencian diferencias tanto en atención, como en otras funciones ejecutivas entre quienes presentan el trastorno y quienes tienen un desarrollo considerado típico, y así mismo, entre los distintos subtipos (especialmente entre el subtipo combinado e inatento (Ahmadi et al., 2014)). Esta heterogeneidad se ve incrementada debido a la elevada comorbilidad que este trastorno presenta con otras patologías (Rubiales et al., 2016).
Niño escribiendo en un cuaderno con cara de aburrimiento.
Por una parte, en comparación con aquellos que presentan un desarrollo considerado típico, se han observado dificultades en diversas funciones ejecutivas. En concreto y además, de las dificultades atencionales, se describen déficits en inhibición, flexibilidad, planificación, organización, vigilancia, velocidad de procesamiento, memoria de trabajo, regulación emocional, motivacional y conductual (Brown, 2006; Shakehnia et al., 2021). De esta manera y dentro del modelo propuesto por Barkley (2014) se consideraría que las dificultades ejecutivas encontradas son secundarias al déficit en inhibición que se considera el déficit primario.
Por otra parte, cuando se ha comparado a personas con distintos subtipos, se observa que las dificultades atencionales en el subtipo inatento se relacionan en mayor medida con la atención selectiva y con el denominado sluggish cognitive tempo que presentan. Asimismo, las dificultades atencionales del subtipo hiperactivo y combinado se atribuyen a su capacidad de atención sostenida y su mayor hiperactividad e impulsividad (Derefinko et al., 2008; Rivera, 2016). Además, y aunque todavía existen datos contradictorios al respecto, diferentes estudios apuntan a que:
- El subtipo combinado presenta mayores dificultades en planificación, flexibilidad, fluidez verbal e inhibición que el subtipo inatento (Ahmadi et al., 2014; Derefinko et al., 2008),
- El subtipo hiperactivo muestra un menor daño en el funcionamiento atencional en general pero mayores errores en tareas de flexibilidad e inhibición que los subtipos inatento y el combinado, así como mayores tiempos de reacción en tareas de flexibilidad que el subtipo combinado (Tucha et al., 2008).
- El subtipo inatento manifiesta una menor velocidad de procesamiento, mayores tiempos de reacción y menores dificultades de inhibición que los subtipos hiperactivo y combinado, así como mayores dificultades en atención dividida que el subtipo combinado (Ahmadi et al., 2014; Derefinko et al., 2008; Tucha et al., 2008). A nivel conductual se muestran más hipoactivos, con mayor facilidad para el aburrimiento, aletargados, pasivos, cohibidos, desmotivados y tímidos en comparación con los subtipos hiperactivo y combinado que se muestran más disruptivos y desinhibidos. (Derefinko et al., 2008).
La déficits encontrados en distintas funciones ejecutivas, así como las diferencias entre los déficits ejecutivos que presentan de forma característica cada subtipo ponen de manifiesto la importancia de realizar una evaluación exhaustiva de las funciones ejecutivas que contemple un amplio abanico de estas funciones, así como tener en cuenta el subtipo y si presentan comorbilidad, a la hora de atender a nuestros alumnos con TDAH.
Referencias bibliográficas:
Ahmadi, N., Mohammadi, M. R., Araghi, S. M. y Zarafshan, H. (2014). Neurocognitive Profile of Children with Attention Deficit Hyperactivity Disorders (ADHD): A comparison between subtypes. Iranian journal of psychiatry, 9(4), 197-202.
Barkley, R. A. (2014). Attention-deficit hyperactivity disorder: A handbook for diagnosis and treatment. Guilford Publications.
Brown, T. E. (2006) Executive Functions and Attention Deficit Hyperactivity Disorder: Implications of two conflicting views. International Journal of Disability, Development and Education, 53(1), 35-46.
Derefinko, K. J., Adams, Z. W., Milich, R., Fillmore, M. T., Lorch, E. P. y Lynam, D. R. (2008). Response style differences in the inattentive and combined subtypes of attention-deficit/hyperactivity disorder. Journal of Abnormal Child Psychology, 36(5):745-58.
Rivera, F. B. (2016). La elevada prevalencia del TDHA: posibles causas y repercusiones socioeducativas. Psicología Educativa, 22, 81-85.
Rubiales, J., Bakker, L., Russo, D. y González, R. (2016). Desempeño en funciones ejecutivas y síntomas comórbidos asociados en niños con Trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH). Revista CES Psicología, 9(2), 99-113.
Sánchez-Pérez, N. y González-Salinas. C. (2013). Ajuste escolar del alumnado con TDAH: factores de riesgo cognitivos, emocionales y temperamentales. Electronic Journal of Research in Educational Psychology, 11(2), 527-550.
Shakehnia, F., Amiri, S. y Ghamarani, A. (2021) The comparison of cool and hot executive functions profiles in children with ADHD symptoms and normal children. Asian Journal of Psychiatry, 55, 102483.
Tucha, L., Tucha, O., Laufkötter, R., Walitza, S., Klein, H. E. y Lange, K. W. (2008). Neuropsychological assessment of attention in adults with different subtypes of attention-deficit/hyperactivity disorder. Journal of Neural Transmission,115(2), 269-78.
Editor: Universidad Isabel I.
ISSN 2697-0481
Burgos, España.
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