Camino Fernández Alcaraz - Mar, 10/08/2021 - 09:22
Serie: 'Neurociencia Educativa' (XIII).
La inclusión educativa y la atención a la diversidad constituyen uno de los mayores retos a los que se enfrenta el sistema educativo actual. Este reto es especialmente delicado en el caso de la discapacidad intelectual y es que son numerosos los estudios que afirman que las actuales medidas de atención a la diversidad no proporcionan una adecuada respuesta a este colectivo (Amor et al., 2018; Echeita et al., 2017). Una de las limitaciones que se destilan de estos estudios es la falta de formación al respecto, subrayando la importancia de la conceptualización, evaluación e intervención tanto a nivel intelectual, como de los déficits cognitivos y obviando la presencia de otras habilidades (Verdugo et al., 2018).
Este hecho pone de manifiesto que se ignora el perfil neuropsicológico de quienes presentan discapacidad intelectual, y aunque es cierto que su rendimiento en todas las áreas cognitivas es mejor en comparación con aquellos/as con desarrollo considerado típico, también lo es que destacan en otras áreas. Un ejemplo a este respecto pueden ser las mejores habilidades verbales y de comprensión (Hronis et al., 2017). No obstante, la discapacidad intelectual no puede considerarse una categoría unitaria, ya que engloba múltiples niveles intelectuales, déficits y fortalezas cognitivas, condiciones clínicas, etiologías, así como alteraciones neuronales (Shnitzer-Meirovich et al., 2017). Todo ello ha conducido a que los estudios más recientes se centren en examinar los perfiles neuropsicológicos asociados con etiologías concretas, evidenciando características relacionadas con una serie de particularidades neuroanatómicas.
Teniendo en cuenta que la mayor parte de los estudios se concentran en el Síndrome de Down, Williams y Prader-Willi, a continuación, se sintetizan las características más representativas que definen las habilidades cognitivas de quienes presentan cualquiera de estos síndromes.
En lo concerniente al Síndrome de Down se observan habilidades verbales inferiores a las visuales, especialmente a aquellas vinculadas con la expresión, pero no con la comprensión. A nivel sintáctico, morfológico y fonológico sucede lo mismo, pero no a nivel léxico y semántico y del mismo modo ocurre con las habilidades visoperceptivas, siendo estas inferiores que las visoespaciales. Además, poseen, un estilo perceptivo global y unas habilidades sociales superiores a las lingüísticas, con severos déficits en memoria y funciones ejecutivas. Sus mayores dificultades verbales, visoperceptivas, de memoria y ejecutivas se han asociado con un menor volumen en el lóbulo frontal y temporal, así como en el hipocampo y el cerebelo. Por otro lado, su fortaleza en habilidades visoespaciales se ha relacionado con la ausencia de alternaciones en el lóbulo occipital y parietal (Fernández-Alcaraz y Molina, 2020; Ghezzo et al., 2014).
Respecto al Síndrome de Williams se ha encontrado un perfil neuropsicológico contrario al Síndrome de Down. Las personas con Síndrome de Willians muestran mejores habilidades verbales que visuales, así como mejores competencias visoperceptivas que visoespaciales y visoconstructivas; un estilo perceptivo focal y buenas habilidades sociales y musicales (Rhodes et al., 2010). Sus mayores dificultades en habilidades visoespaciales y visoconstructivas se han relacionado con el menor volumen en el lóbulo parietal y occipital, ganglios basales, tálamo y tronco cerebral, mientras que sus mejores habilidades verbales, sociales y musicales se han asociado con el mayor volumen en la corteza auditiva y en el neocerebelo (Fan et al., 2017).
Finalmente, las personas con Síndrome Prader-Willi presentan mayores dificultades en las habilidades verbales que en las visuales, así como en las competencias visoespaciales en comparación con las visoperceptivas y déficits severos en memoria de trabajo, motricidad fina y funciones ejecutivas. Resulta destacable la obsesión que tienen las personas con estas discapacidades por la comida, al igual que problemas de conducta y conductas obsesivo-compulsivas. Sin embargo, no se han observado alteraciones neuroanatómicas conforme a dichas características (Copet et al., 2010).
A la luz de lo expuesto hasta el momento, conocer el perfil neuropsicológico de la discapacidad intelectual, así como de los principales síndromes genéticos asociados con ella, permitirá mejorar la atención, la evaluación y la intervención educativa y, consecuentemente, su inclusión en las aulas ordinarias.
Referencias bibliográficas:
Amor, A. M., Verdugo, M. Á., Calvo, M. I., Navas, P. y Aguayo, V. (2018). Psychoeducational assessment of students with intellectual disability: profesional-action framework analysis. Psicothema, 30(1), 39-45. https://doi: 10.7334/psicothema2017.175
Copet, P., Jauregi, J., Laurier, V., Ehlinger, V., Arnaud, C., Cobo, A. M., Molinas, C., Tauber, M. Y Thuilleaux, D. (2010). Cognitive profile in a large French cohort of adults with Prader-Willi syndrome: differences between genotypes. Journal of Intellectual Disability Research, 54, 204-215. https://doi.org/10.1111/j.1365-2788.2010.01251.x
Echeita, G., Simón, C., Márquez, C., Fernández, M. L., Moreno, A. y Pérez, E. (2017). Análisis y valoración del área de Educación del III Plan de Acción para Personas con Discapacidad en la Comunidad de Madrid (2012-2015). Siglo Cero, 48(1), 51-71. https://doi.org/10.14201/scero2017485171
Fan, C. C., Brown, T. T., Bartsch, H., Kuperman, J. M., Hagler, D. J. Jr., Schork, A. , Searcy, Y., Bellugi, U., Halgren, E. y Dale, A. M. (2017). Williams syndrome-specific neuroanatomical profile and its associations with behavioral features. NeuroImage: Clinical, 15, 343-347. https://doi.org/10.1016/j.nicl.2017.05.011
Fernández-Alcaraz, C. y Carvajal F. (2020). Neuropsychological profile of adults with Down syndrome and moderate intellectual disability. Research in Developmental Disabilities, 107, 103781. https://doi: 10.1016/j.ridd.2020.103781
Ghezzo, A, Salvioli, S, Solimando, M. C., Palmieri, A., Chiostergi, C., Scurti, M., Lomartire, L., Bedetti, F., Cocchi, G., Follo, D., Pipitone, E., Rovatti, P., Zamberletti, J., Gomiero, T., Castellani, G. y Franceschi, C. (2014). Age-Related Changes of Adaptive and Neuropsychological Features in Persons with Down Syndrome. PLoS ONE, 9(11), e113111. https://doi.org/10.1371/journal.pone.0113111
Hronis, A., Roberts, L., Kneebone, I. I. (2017). A review of cognitive impairments in children with intellectual disabilities: Implications for cognitive behaviour therapy. British Journal Clinical Psychology, 56(2), 189-207. https://doi: 10.1111/bjc.12133
Rhodes, S. M., Riby, D. M., Park, J., Fraser, E. y Campbell, L. E. (2010) Executive neuropsychological functioning in individuals with Williams syndrome. Neuropsychologia, 48(5), 1216-26. https://doi: 10.1016/j.neuropsychologia.2009.12.021
Shnitzer-Meirovich, S., Lifshitz-Vahab, H. y Mashal, N. (2017). Comprehension of Verbal and Visual Metaphors among Individuals with Intellectual Disability with and without Down Syndrome. Education and Training in Autism and Developmental Disabilities, 52(3), 252-267. https://doi.org/10.1016/j.ridd.2018.01.010
Verdugo Alonso, M. Á., Amor González, A. M., Fernández Sánchez, M., Navas Macho, P. y Calvo Álvarez, I. (2018). La regulación de la inclusión educativa del alumnado con discapacidad intelectual: una reforma pendiente. Siglo Cero, 49(2), 27-58. https://doi.org/10.14201/scero20184922758
Editor: Universidad Isabel I.
ISSN 2697-0481
Burgos, España.
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