Tania Vidal López - Lun, 10/03/2025 - 11:51
Equipo de bomberos ante una emergencia.
Serie: 'Seguridad a tu alcance' (LII)
En los últimos años, España ha reforzado su marco normativo en materia de seguridad y protección civil con el objetivo de mejorar la respuesta ante emergencias y catástrofes, y de ello surge la aprobación del Real Decreto 524/2023, de 20 de junio, por el que se aprueba la Norma Básica de Protección Civil.
No obstante, a pesar de los avances en legislación y planificación, persisten desafíos en la implementación y actualización de los planes de emergencia en el ámbito local. Un ejemplo claro de ello puede ser el caso de L’Hospitalet de Llobregat a finales de 2024, que pese a ser una de las ciudades más pobladas de Cataluña, no ha homologado sus protocolos, y admiten desde el Ayuntamiento de Albiol que «en 22 años no se ha hecho nada».
Casos como este evidencian la brecha entre la normativa vigente y su aplicación real, lo que genera preocupación sobre la capacidad de respuesta en situaciones críticas.
Avances en la normativa y planificación
El Real Decreto 524/2023, que establece la Norma Básica de Protección Civil, ha supuesto un paso adelante en la regulación de los planes de emergencia. Esta norma establece directrices para identificar riesgos y gestionar emergencias, con la finalidad de garantizar la coherencia y eficacia del Sistema Nacional de Protección Civil.
En suma, en octubre de 2024, el Consejo de Seguridad Nacional aprobó la Estrategia Nacional de Protección Civil 2024, actualizando el análisis de riesgos y las medidas para mejorar la prevención y respuesta ante emergencias.
Con todo ello, actualmente se tiene la capacidad de definir protocolos de actuación frente a determinados riesgos como: inundaciones, incendios forestales o terremotos. Empero la aplicación efectiva de estos planes sigue dependiendo de la capacidad de las CCAA y los ayuntamientos para adaptar y ejecutarlos en sus territorios.
El problema de la implementación local
A pesar del marco regulador actualizado, diversos municipios aún presentan deficiencias en la implementación de los planes de emergencia. Un ejemplo significativo es el caso de L’Hospitalet de Llobregat y Badalona, donde se ha detectado que los planes de emergencia no están actualizados o, en algunos casos, ni siquiera han sido homologados. Este incumplimiento pone en riesgo a la población ante situaciones de crisis, como puede ser la producción de un incendio o accidente que derive en emergencia.
La falta de planes de emergencia actualizados en municipios con alta densidad de población, como L’Hospitalet de Llobregat, representa un problema grave de seguridad pública. Ya que la ausencia de protocolos claros y bien estructurados dificulta la respuesta rápida de los servicios de emergencia y puede aumentar la magnitud de los daños en caso de desastre.
Sin lugar a duda, esta clase de situaciones reflejan la necesidad urgente de mejorar la supervisión y apoyo por parte de las administraciones del Estado para garantizar que todos los municipios cumplan con las normativas de protección civil y cuenten con profesionales en la materia.
Retrospectiva y posibles mejoras
En respuesta a estos desafíos, algunas comunidades autónomas han tomado medidas para fortalecer su capacidad de respuesta ante emergencias. Un ejemplo destacado es la creación de la Agencia de Seguridad de Emergencias de Andalucía (ASEMA), que busca mejorar la eficiencia en la gestión de emergencias, teniendo entre sus funciones principales la de atención y respuesta ciudadana ante situaciones de urgencia y emergencia a través de un sistema integral de prevención, atención y respuesta.
No obstante, este tipo de iniciativas requieren una implementación efectiva y la cooperación entre administraciones para que sean verdaderamente funcionales.
Para garantizar la seguridad de la población, es esencial que se refuercen los mecanismos de supervisión y se destinen recursos adecuados para la actualización y cumplimiento de los planes de emergencia en todos los municipios. Por tanto, es importante el seguimiento y actualización de los planes de emergencia, que van a suponer la mejora continua de las posibles adversidades, así como la adaptación a nuevos riesgos. La protección civil no puede depender únicamente de normativas y estrategias nacionales; su éxito radica en la aplicación efectiva de estas medidas a nivel local, autonómico y estatal, así como la cooperación y coordinación entre estos niveles.
Conclusión
En nuestro país se han dado pasos importantes en la mejora de sus planes de emergencia, pero actualmente todavía enfrenta retos en su aplicación, especialmente a nivel municipal. Casos como el de L’Hospitalet de Llobregat ponen de manifiesto la necesidad de una mayor coordinación entre administraciones y un compromiso real con la seguridad de la población. Por ese lado, igual también cabe la idea de plantearse la necesidad de contar con personal profesional en la materia en cada localidad que trata de asegurar la vigencia de estos planes, ya que únicamente con una implementación rigurosa y actualizada de los planes de emergencia se podrá garantizar una respuesta eficiente y eficaz ante situaciones de crisis. Y de ello se desprende la necesidad de contar con profesional cualificado para estas funciones.
Editor: Universidad Isabel I
ISSN 2697-288X
Burgos, España
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