Marcos Terradillos - Vie, 03/12/2021 - 10:00
Diferencias evolutivas entre homo erectus y homo sapiens.
Serie: 'Un Viaje por la Ciencia' (XVI)
El Proyecto Atapuerca se ha convertido, no solo en un referente a nivel internacional en el campo de la prehistoria y evolución humana, sino también de la divulgación científica. En 1978, comenzó el equipo actual a trabajar en toda una serie de yacimientos en la Sierra de Atapuerca. Desde ese momento, han sido muchos y muy importantes los hallazgos descubiertos en estos yacimientos. Por ejemplo, se han encontrado restos humanos de cinco especies diferentes que van, desde hace más de un millón de años hasta la actualidad y que permite analizar la filogenia europea completa.
Pero junto a los hallazgos y publicaciones científicas, uno de los méritos más importantes del Proyecto Atapuerca radica en la capacidad de divulgar todos estos hallazgos científicos, lo que ha situado a estos yacimientos en el panorama no solo estrictamente científico, sino cultural, en el sentido amplio del término.
La divulgación científica en general, y de forma particular la que se desarrolla en el Proyecto Atapuerca, cubre una necesidad social y académica esencial: interpretar, hacer accesible y socializar el conocimiento científico desarrollado en estos yacimientos a la población.
En los últimos años se han recuperado nuevas evidencias que plantean inéditas posibilidades de análisis y nuevas hipótesis explicativas, que nos están permitiendo renovar las diferentes teorías que se habían propuesto sobre la prehistoria, la evolución humana, los ecosistemas, etc. Debemos ser conscientes de que en los últimos 25 años se han realizado tantos descubrimientos relativos a la evolución humana y su tecnología como en todos los años precedentes.
El gran crecimiento de sitios arqueológicos prehistóricos, el incremento de restos humanos, el desarrollo de los análisis de ADN y los nuevos debates sobre las relaciones biológicas de los homininos, están permitiendo generar nuevos escenarios interpretativos de la prehistoria y de sus protagonistas. Esta revolución se documenta también en otros campos científicos y tecnológicos.
Ante este fenómeno, la socialización de la ciencia generada en Atapuerca debe favorecer que la población disfrute de los nuevos conocimientos. La divulgación permite convertir los avances científicos en una actividad social y participativa, en manos de los ciudadanos, para el beneficio del tejido social; con una estrecha relación con la educación reglada. La sociedad debe estar provista de herramientas adecuadas para participar en la toma de decisiones relativas a nuestro futuro.
Visitas didácticas en el interior del Centro de Arqueología Experimental de Atapuerca. Fotografía de Marcos Terradillos
Conocer supone valorar, conservar, favorecer, sentir como propio el desarrollo del conocimiento, así como evitar que ciertos grupos usen y manipulen teorías que justifican injusticias. Cuando las sociedades son poseedoras de unos conocimientos básicos pueden formar parte de las decisiones que se toman desde las esferas científicas y políticas. Una sociedad mejor formada en lo científico es una sociedad más crítica, exigente, participativa, culta, social, democrática, humana y con visiones más amplias de nuestro contexto.
En los últimos años, desde el ámbito científico se está generando una serie de actuaciones, que persiguen lo que se ha venido a denominar “socialización del conocimiento”. La finalidad de este tipo de posicionamiento es facilitar el acceso de los ciudadanos a los numerosos descubrimientos que, día tras día, se están produciendo en el mundo científico. En el caso concreto que nos ocupa estaríamos refiriéndonos a la transmisión del legado prehistórico.
Aunque las actividades divulgativas en Atapuerca se desarrollaron desde el inicio del proyecto, un hito clave en el proyecto de Atapuerca fue en 1999, año en que se creó la Fundación Atapuerca. Esta entidad surgió con la finalidad de apoyar económicamente, mediante una serie de patronos y colaboradores al Proyecto de Investigación. De esta manera la iniciativa privada se sumaba de forma activa al Proyecto de Investigación. Además del apoyo económico, la Fundación tiene entre sus objetivos divulgar y dar a conocer los yacimientos y los resultados derivados de las investigaciones. En la actualidad, este ente forma parte del Sistema Atapuerca Cultura de la Evolución (Junta de Castilla y León) como Centro Asociado encargándose de la gestión de las visitas a los Yacimientos y al Centro de Arqueología Experimental.
Con la inauguración en el año 2010 del Museo de la Evolución Humana (MEH) y la puesta en marcha del Sistema Atapuerca Cultura de la Evolución (SACE), todas las acciones divulgativas han tendido a reestructurase de tal manera que exista una unidad de acción entre todas ellas. El MEH y Fundación Atapuerca van de la misma mano con un único objetivo: dar a conocer los yacimientos de la Sierra de Atapuerca y las investigaciones derivadas de ellos de una manera accesible a todo el mundo a la vez que se garantiza el rigor científico en todas sus acciones.
Demostración de talla lítica en el CAREX. Fotografía de M.P. López Castilla.
El Sistema Atapuerca, Cultura de la Evolución (SACE) moviliza cada año más de 400.000 visitas entre sus diferentes centros y las actividades y exposiciones desarrollados en ellos y se ha convertido en uno de los referentes a nivel nacional e internacional en divulgación científica y programación cultural.
En la actualidad el proyecto cuenta con las siguientes infraestructuras divulgativas:
- Los Yacimientos de la Trinchera del Ferrocarril.
- Centro de Acceso al Yacimiento (CAYAC, Ibeas de Juarros).
- Centro de Arqueología Experimental (CAREX, Atapuerca).
- El Museo de la Evolución Humana (MEH, Burgos)
Editor: Universidad Isabel I
ISSN 2792-1808
Burgos, España
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