¿El fin de las novatadas?

Novatadas.

Serie: 'Criminología en Serie' (XV)

Todos los años por estas fechas las novatadas adquieren protagonismo en las universidades de todo el mundo. Es la forma que tienen los veteranos de los colegios mayores, residencias y universidades de darle la bienvenida a todos aquellos novatos que empiezan su vida universitaria. Una práctica normalizada y validada por la sociedad que adquiere el carácter de acoso.

El pasado 7 de septiembre de 2021, el Consejo de Ministros aprobó, a propuesta del Ministerio de Universidades, la Ley de Convivencia Universitaria que establece las bases para dotar a las universidades de un marco común para la resolución de conflictos. Así, se considera las novatadas como motivo de expulsión de la universidad, regulándolas en su artículo 12 como falta muy grave. El artículo cita que se consideran faltas muy graves el realizar novatadas o cualesquiera otras conductas o actuaciones de análoga naturaleza, que supongan un grave menoscabo para la dignidad de las personas, acosar o ejercer violencia grave contra cualquier miembro de la comunidad universitaria y/o acosar sexualmente o por razón de sexo.

En su artículo 15 cita como sanciones aplicables por la comisión de faltas muy graves la expulsión de dos meses hasta tres años de la universidad en la que se hubiera cometido la falta y/o la pérdida de derechos de matrícula parcial, durante un curso académico.

La RAE define las novatadas como el vejamen y las molestias que los antiguos hacen a los recién llegados en algunas colectividades. Y es que, sin duda, las novatadas son un fenómeno grupal que para unos forma parte del ocio del grupo en los universitarios, ya que consideran que poseen un carácter iniciático, siendo divertidas e inocentes, integradoras y educativas; mientras que para otros se trata de conductas violentas de abuso de poder en las que se banaliza la violencia dándole un carácter lúdico y ocioso, que nada tiene que ver con la realidad (Santiago Yubero, 2019).

Tanto las universidades públicas como las privadas incluirán en sus normas medidas de prevención y respuesta frente a los casos de violencia, discriminación, y/o acoso, que serán de aplicación al estudiantado, al personal docente e investigador y al personal de administración y servicios, cualquiera que sea el instrumento jurídico de vinculación con la universidad, siendo todo ello una novedad sobre el anterior borrador.

Y es que las novatadas son consideradas tanto por la psicología como por la sociología como un tipo de acoso específico, comunes en diversos contextos, especialmente en instituciones educacionales como universidades, en el servicio militar o en fraternidades, colegios y residencias universitarias, como parte de rituales de iniciación de un grupo. Como afirma Loreto González, presidenta de la asociación 'No más novatadas', detrás de estas prácticas se esconde una estructura de dominio-sumisión en la que el veterano ejerce un abuso de poder sobre el novato excusándose en una forma de integración que se ha mantenido como una "tradición válida".

Desde hace años, muchos universitarios se inician en el mundo académico sufriendo estas prácticas que pueden conllevar un trato vejatorio y tanto agresiones verbales como físicas, llegando a influir de forma negativa en su integración en la universidad, repercutiendo en su bienestar y rendimiento académico.

¿Será esta medida el fin de las novatadas? Lo que sabemos es que podemos incluir las novatadas dentro de las conductas de ocio de algunos jóvenes universitarios ya que forman parte su diversión, siendo elementos indispensables en las relaciones sociales de estos.  Y aunque se ha avanzado mucho en los últimos años para acabar con estas prácticas, está claro que no es suficiente ya que están ausentes en los centros, pero se han trasladado a las calles. ¿Hacia dónde debemos caminar entonces para erradicar las novatadas?

ISSN 2697-1984

Editor: Universidad Isabel I

Burgos, España