Jorge Rafael González - Vie, 16/02/2024 - 09:52
Carátula de Juan Fernández Miranda.
Serie:' Entrevistas con Jorge Rafael González' (XXXI)
En una época de transformaciones digitales y avances en inteligencia artificial, Juan Fernández Miranda, adjunto al director del Diario ABC y experto en periodismo político, comparte su perspectiva sobre el futuro del periodismo escrito y su relevancia en la sociedad moderna. Entrevistado por Jorge Rafael González, aborda la importancia del periodismo de investigación y su experiencia en diversos medios de comunicación. Miranda desvela cómo la adaptación y la ética profesional son cruciales en la era de la información instantánea y omnipresente.
- ¿Cómo describirías tu papel como ADJUNTO AL DIRECTOR en el diario ABC y cuáles son tus principales responsabilidades?
Soy el redactor jefe del área de información política nacional del diario ABC con rango de adjunto al director, una condición que se debe a la importancia que este área informativa tiene en sí misma y, a su vez, en la influencia y presencia sobre portada y editoriales. Además, por supuesto, a la confianza del director, Julián Quirós. Mi labor es dirigir un equipo de 20 personas, además de las distintas delegaciones del periódico en relación con la información de alcance nacional.
- La industria de los medios de comunicación ha experimentado cambios significativos en los últimos años con el fenómeno youtuber y la IA ¿Cómo crees que evolucionará el periodismo escrito para ser relevante como en la actualidad?
El periodismo lleva ya unas cuantas décadas en constante evolución, desde la misma irrupción de Internet. Esto ha generado una revolución en la industria periodística y, como consecuencia, de la exigencia de adaptación de las empresas y de la formación continua de los periodistas. La inteligencia artificial supondrá un cambio importantísimo, pero el periodismo subsistirá. Las sociedades democráticas necesitan periodistas si quieren seguir siéndolo. Otra cuestión es la influencia que puede tener la IA sobre la elaboración de determinados contenidos: no me atrevo aún a determinarla, pero sí advierto de la amenaza ética sobre nuestra profesión.
- ABC tiene una larga tradición de periodismo de investigación. ¿Puedes destacar algunos de los logros más notables en este campo y su impacto en la sociedad? ¿ABC tiene algún proyecto de investigación en educación o investigación educadora con alguna universidad?
El periodismo de investigación es una de nuestras señas de identidad, y en mi equipo está integrada un departamento destinado a este fin que dirige Javier Chicote. Son numerosos los casos destapados en los últimos años. Así, a bote pronto, la tesis fraudulenta del presidente del Gobierno, el caso Tito Berni, los archivos del director del CESID de 1981 a 1995, el origen venezolano y los vínculos iraníes de Podemos, las cuentas de la Fundación Messi, el caso Púnica, los escándalos del exvicepresidente Cascos… ABC imparte un Máster en Periodismo en colaboración con la Universidad Complutense de Madrid, y puedo afirmar que muchos de nuestros mejores profesionales empezaron ahí.
- La escritura es una habilidad clave en el periodismo. ¿Has considerado escribir un libro en el futuro sobre un tema que te apasione o que consideres importante?
Escribir un libro es una tarea apasionante y exigente para los periodistas. Yo he publicado tres, además de algunas colaboraciones en proyectos corales, y estoy muy satisfecho con ellos, que tienen en común dos cosas: se sitúan entre el periodismo y la Historia y suponen aportaciones periodísticas atemporales. Ahora cuento con varios proyectos para el futuro, pero estoy muy centrado en mi carrera periodística y no daré ese paso hasta que suponga una aportación relevante. Mi entonces director Bieito Rubido me dio un consejo cuando publiqué mi primer libro: “Ha sido un gran éxito, enhorabuena, ahora debes mantener el nivel y no dejarte llevar por publicar rápido un libro menor”. Es un consejo que tengo muy en cuenta.
- ¿Qué consejos darías a aquellos que aspiran a escribir un libro o a embarcarse en proyectos de escritura a tiempo parcial?
Dar consejos nunca es fácil. Humildemente, y dirigiéndome exclusivamente a periodistas que ejercen la profesión en primera línea de la actualidad, sugiero que no hay que tener miedo a escribir un libro, no es más difícil que nuestro trabajo diario. Sí exige constancia, esfuerzo y la obligación de aportar algo novedoso.
- ¿Tienes alguna anécdota o experiencia personal relacionada con la escritura que te haya dejado una impresión duradera?
Es más difícil escribir largo que escribir corto, es más difícil escribir sencillo que escribir complejo. Escribir para que se te entienda exige un esfuerzo mayor que escribir para ti mismo. Hay periodistas en puestos importantes a los que no se les entiende nada, es algo que me sorprende. El periodismo exige claridad, y eso requiere de técnica, generosidad y esfuerzo.
Una crítica común que he recibido en los tres libros, que tienen el mismo estilo narrativo, es “se lee como una novela”. Me hace gracia, porque hay un gran esfuerzo detrás y que te digan eso es un gran reconocimiento. Ahora bien, después de agradecerlo siempre aclaro: “es como una novela en el estilo, porque el fondo es periodístico y todo lo que se dice es atribuible a fuentes, no nos confundamos”.
Con el primer libro ‘El Guionista de la Transición’, Plaza&Janés, (2015), decidí utilizar el presente, porque le da una inmensa fuerza al relato, pero tratándose de un relato periodístico requiere de una documentación infinitamente mayor. Y en los otros dos, que hice en colaboración con Jesús García Calero ‘Don Juan contra Franco’, Plaza&Janés, (2018) y Javier Chicote ‘El jefe de los espías’, Roca Editorial (2021), decidimos mantener el estilo.
- Has tenido una carrera destacada en diferentes medios de comunicación, incluyendo la televisión, el prensa escrita y la radio. ¿En cuál de estos medios te sientes más cómodo y por qué?
Muchas gracias. En todos. Cada uno tiene su afán, sus oportunidades y sus exigencias técnicas, pero todos tienen un elemento común en el que yo me siento cómodo: el periodismo, y yo soy un periodista, ni más ni menos.
A mí lo que me gusta es informar, o como se nos enseña en la Facultad: informar, formar y entretener. Disfruto utilizando todos los géneros, de la noticia (que es la base de todo, la unidad mínima del periodismo) a la entrevista, la crónica o el reportaje, y todos los soportes: publicar una noticia, explicarla en un podcast, analizarla en directo en la radio o en la tele… hay mil formas de hacer periodismo y lo apasionante es aprender a utilizarlas todas; también los géneros más largos, del libro al documental audiovisual o el podcast.
Y en todo ese proceso, lo mejor de esta profesión: un constante aprendizaje. Cada día es una aventura. Y una cosa más: nada, nada, es comparable al vértigo previo a publicar una noticia que sabes importante. Hay mucha gente que no es capaz de aguantarlo. Se pasa mal, aparecen los fantasmas y las dudas, pero es adictivo, adrenalina pura. Incluso aún habiéndolo hecho todo bien, se pasa mal. “Noticia es lo que alguien quiere que no se sepa”. Pues eso.
- La televisión a menudo se asocia con la exposición pública y la visibilidad. ¿Cómo manejas la atención y el reconocimiento que viene con la televisión en comparación con la relativa anonimidad del periodismo escrito?
Son ligas distintas, y no solo compatibles sino complementarias. Hubo un momento en mi vida profesional en el que cerró el medio en el que trabajaba. Tuve la suerte de recibir dos ofertas, una de prensa y otra de televisión. Elegí periódico y aquí sigo encantado. Umbral siempre dijo que una firma tiene que tener un periódico, y luego lo demás. Yo estoy aquí. Ahora bien: disfruto como un enano en la tele y en la radio.
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