René González Boto - Jue, 10/04/2025 - 11:07
Recreación de niños disfrutando de una victoria en el campo de fútbol. Imagen realizada por IA.
Serie: 'In Corpore Sano' (XLVIII)
“El deporte no tiene valores”: expresión que prácticamente nadie en nuestra sociedad hoy podría aceptar como válida; menos aún desde nuestro ámbito profesional; es una expresión que encaja todavía peor si hablamos de niños, niñas y jóvenes que practican deporte. Pues bien, no es un pensamiento alejado de un hecho cierto si no somos capaces de tener en cuenta algo más que el propio fenómeno deportivo bajo el resplandor del envoltorio que lo rodea. Y es que, los valores no vienen “de serie”, ni “puestos por el Ayuntamiento”, ni tampoco cuando nos referimos al deporte que realizan los más pequeños. Autores como Heinemann (2001) o Ibarrondo (2018) sostienen que el deporte no tiene valores haciendo alusión a que son las personas y las subjetividades colectivas quienes cargan de contenido ético al deporte. Los valores no surgen del deporte y no son cualidades del mismo. No es el deporte quien tiene valores, sino que estos residen en las personas. Los valores del deporte, como comúnmente suelen entenderse, representan expectativas de beneficios o de funciones atribuidas por personas o instituciones.
Los valores del deporte representan el terreno de juego común sobre el cual intervienen todos los agentes del deporte. Por citar algunos ejemplos: las familias, los entrenadores y entrenadoras, los medios de comunicación o los propios deportistas, entre otros. Y la competición, como elemento importante del deporte, es el escenario sobre el que se actúa. La competición es un recurso atractivo para la sociedad y se ha convertido con el paso de los años en una parte consustancial del deporte, especialmente en ámbitos vinculados al modelo oficial y bajo un prisma más tradicional, próximo al ámbito federativo y su orientación competitiva. Si bien, la competición también está presente en las propuestas escolares vinculadas a la promoción de los Juegos Deportivos o Juegos Escolares que las distintas Administraciones impulsan. En muchos casos, se establece como único eje vertebrador, o al menos, el más significativo en las planificaciones deportivas locales, provinciales, autonómicas y nacionales.
Deporte, herramienta de diversión y valores
La competición es una parte muy importante del deporte en edad escolar por ser una herramienta fundamental para la diversión de los más pequeños. También es una muy buena oportunidad para poner en práctica lo aprendido en las clases, en los entrenamientos, un espacio para conocer y compartir experiencias con deportistas de otros equipos, conocer otros lugares e instalaciones. También es un entorno de logro que aumenta la motivación de los más pequeños tratando de alcanzar la victoria, lograr una buena puntuación o una buena clasificación. Pero sin duda, la competición también es una fuente de contravalores en donde los jóvenes deportistas se exponen a insultos, peleas, agresiones, obtención de victorias a cualquier precio, trampas, o medición exclusiva de esta experiencia en términos de victoria y derrota desde el punto de vista deportivo. Situaciones que muchas veces inducen a muchos monitores, entrenadores, deportistas, organizadores y público en general a pensar exclusivamente en el resultado final. Estos elementos suelen desembocar en enseñanzas y planteamientos resultadistas, analíticos, centrados exclusivamente en los elementos técnicos o tácticos del juego. Pueden llegar a generar una alta presión sobre jugadores y jugadoras, desmotivación y abandono deportivo, si no se logran los resultados esperados. A esto se suma el efecto perjudicial que habitualmente imprimen los medios de comunicación desde el modelo deportivo adulto y también la conciencia social que se traslada a las familias y a los menores en cuanto a la necesidad de obtener victorias a cualquier precio. O también, creyendo que ganar es lo más importante del juego a estas edades. Incluso en las canchas podemos observar que el deporte en edad escolar es utilizado para liberar frustraciones personales de ciertos individuos a través de insultos o agresiones hacia deportistas, jueces, árbitros y técnicos.
Competición Fair Play EDM
El Ayuntamiento de León ha puesto en marcha un sistema de competición novedosa llamada COMPETICIÓN FAIR PLAY EDM, bajo el lema “Valores en juego”. Este nuevo modelo de competición trata de poner el acento sobre la importancia de los valores en el deporte, adaptando las reglas de puntuación que hasta ahora se han venido realizando en las competiciones deportivas escolares.
La COMPETICIÓN FAIR PLAY EDM quiere romper con los contravalores de las competiciones deportivas escolares, trasladando el foco de atención hacia un papel protagonista de los comportamientos y las conductas de los participantes, de tal modo que también influyan sobre el resultado final de la competición. Este planteamiento no es nuevo en nuestro país ni tampoco extemporáneo en el Ayuntamiento de León.
Actitud de los equipos y el público
El Programa de Competición Educativa de Escuelas Deportivas Municipales creado en 2008 ya incluye la adaptación reglamentaria que permite una modificación de las competiciones escolares para promover un deporte más accesible, más justo y más educativo. A principios del año 2014, a raíz de una agresión de un espectador a un árbitro de fútbol en una competición escolar, se ideó desde Escuelas Deportivas un sistema de puntuación que se facilitó a la Federación de Castilla y León de Fútbol a través de su Delegación en León, en el que se preveía el uso de “tarjetas negras” y la presencia de delegados ojeadores del público que sancionasen las conductas inapropiadas de los aficionados. Años más tarde, comunidades autónomas como el Principado de Asturias (Principado de Asturias, 2016), asumían este sistema de “Tarjeta negra”. Actualmente, las Normas de competición de la Fase Local de los Juegos Escolares del Ayuntamiento de León para el curso escolar 2024/25 ya contemplan la posibilidad de realizar competiciones deportivas en donde el resultado final de las mismas pueda depender en un 50% del resultado deportivo y en otro 50% de las actitudes de los equipos, particularmente hablando en la composición de los mismos (Ayuntamiento de León, 2024). Cuestión, por cierto, que ya se sugirió a la Junta de Castilla y León en el curso 2023/24 a través de la Comisión Provincial Coordinadora de los Juegos Escolares de la provincia de León (Junta de Castilla y León, 14 de junio de 2024) para poder dar solución a la problemática en cuanto a la composición de los equipos en las competiciones de la Fase Autonómica de los Juegos Escolares.
Equipos participantes en los Juegos Deportivos Escolares del Ayuntamiento de León 2024/2025.
El modelo de COMPETICIÓN FAIR PLAY EDM se crea sobre la base de propuestas educativas de competición escolar que desde hace años se vienen impulsando en nuestro país. En la Comarca del Bajo Llobregat de Barcelona se implantó el programa “Juga Verd Play” (Consell Esportiu del Baix Llobregat, s.f.) dentro de sus Juegos Deportivos Escolares, el cual fue posteriormente incorporado por el Gobierno de Aragón a través del sistema VADI (Gobierno de Aragón, s.f.) en los Juegos Deportivos en Edad Escolar de esa comunidad. También la Comunidad Foral de Navarra promovió la creación de tres agentes específicos para la promoción, protección y vigilancia de los valores en el deporte en edad escolar, como son el Delegado/a de valores en el terreno de juego, el Responsable de deportividad del cuerpo técnico y los Agentes de la deportividad del equipo (Gobierno de Navarra, 2018).
El modelo de COMPETICIÓN FAIR PLAY EDM del Ayuntamiento de León incluye una adaptación reglamentaria en cuanto a la obtención del resultado final en la competición. Este resultado final va a depender tanto del resultado deportivo obtenido por los equipos durante el encuentro en términos de ganar, empatar o perder. Como también, de los comportamientos éticamente apropiados o inapropiados del público y de los equipos.
Tutor de Juego y Tutor de público
La clasificación y el resultado final de la competición se juegan en base a la obtención de 10 puntos. El 50% de estos puntos, es decir cinco puntos, se obtienen en función de si los equipos ganan, empatan o pierden el encuentro. La victoria representa cinco puntos para el ganador, el empate tres puntos para ambos equipos y la derrota un punto para el equipo perdedor. El otro 50% de los puntos, otros cinco puntos, los obtendrá cada equipo a partir de las conductas de los deportistas y del público, que suelen ser los familiares o esa parte de la afición que viene a apoyar a su equipo. Para ello se crea la figura del Tutor de juego y del Tutor del público. Los “Tutores de juego” serán los propios monitores y entrenadores de los equipos, que tendrán que valorar los comportamientos del equipo contrario durante el encuentro. Y el “Tutor del público” será otra persona ajena a ambos equipos que valorará las conductas de las aficiones de los dos equipos. Tanto los Tutores de juego como el Tutor del público deberán puntuar entre cero y cinco puntos los comportamientos observados, realizándose una media final que será el resultado de puntuación de los “Valores en juego” para cada equipo. La cantidad de puntos obtenidos por el resultado deportivo más la cantidad de puntos logrados por los “Valores en juego” determinará el resultado final de la competición para cada equipo.
Este sistema de puntuación a través de los “Valores en juego” no sólo mide la competición en términos de conseguir más goles o más puntos para obtener la victoria, sino también de quién es más responsable y mejor se comporta. Este modelo de competición premia en igualdad de condiciones el resultado que se haya producido en ella y también las conductas de sus participantes. Por tanto, esta propuesta novedosa sigue exigiendo a los equipos orientarse hacia la victoria deportiva, a la necesidad de conseguir un buen resultado en la competición, pero también a jugadores y jugadoras, entrenadores y entrenadoras, padres, madres y público en general a comportarse éticamente y de acuerdo a unos valores positivos que se deben expresar a través del deporte. Por tanto, distintas variables van a determinar el resultado de la competición: los goles y los puntos importan. Pero los comportamientos, también.
Referencias
-Ayuntamiento de León (10 de septiembre de 2024). Normativa de Juegos Escolares del Ayuntamiento de León. Curso 2024/25. Tablón de Anuncios.
-Consell Esportiu del Baix Llobregat (s.f.). Juga Verd Play. Jocs Esportius Escolars (JEE).
-Gobierno de Aragón (s.f.). VADI.
-Gobierno de Navarra (2018). Guía de las figuras de promoción de valores del deporte. Instituto Navarro del Deporte.
-Heinemann, K. (2001). Los valores del deporte: Una perspectiva sociológica. Apunts: Educación física y deportes, 64, 17-25.
-Ibarrondo, I. (2018). El deporte no tiene valores. En VVAA (Aut.). El Valor transversal del deporte. VI Congreso del Deporte en Euskadi (pp. 73-75). KAIT y Juanan Compañón «Konpa».
-Junta de Castilla y León (14 de junio de 2024). Acta de la sesión de la Comisión Provincial Coordinadora de los Juegos Escolares. Curso 2023-2024. Punto 5 del acta, Ruegos y Preguntas.
-Principado de Asturias (18 de octubre de 2016). Los Juegos Deportivos del Principado introducen la tarjeta negra para castigar el mal comportamiento en sus competiciones. Actualidad.
Editor: Universidad Isabel I
ISSN 2697-1992.
Burgos, España
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