Martín González y Santiago Profesor del Grado en Ciencias de la Seguridad
Lun, 13/01/2025 - 10:54

DEC en  la mano

Agente con un dispositivo DEC.

Serie: 'Seguridad a tu alcance' (L)

Tras muchísimos años como Instructor Policial, así como del Personal de Seguridad Privada, y como Especialista Universitario y Perito Judicial Experto en el Uso de la Fuerza con Especialización Policial Universitaria en el uso de Armas no Letales, me parece más que oportuno traer a colación el presente artículo.

En puridad, el nombre correcto es el de "Dispositivos Electrónicos de Control" (DEC), no “Táser”, que es una de tantas marcas existentes, aunque a veces, muchos profesionales, por no actualización o desface de conocimientos, les llaman incorrectamente "Táser", el término correcto y más amplio es DEC, ya que abarca una variedad de dispositivos para el control y la neutralización de amenazas, de manera no letal, precisamente, al ser consideradas Armas no letales.

Su No Letalidad, se debe a que, la corriente que se genera es extremadamente baja, insuficiente para generar un daño cardiaco, generalmente en un rango de corriente de 2 a 3  miliamperios  (mA), suficiente  para  causar  una  contracción  muscular  temporal  e involuntaria.

Cuando los electrodos hacen contacto con el cuerpo, la corriente eléctrica pasa a través de los músculos, se produce una interferencia neuromuscular que, incapacita temporalmente al individuo, lo que permite su inmovilización y ulterior detención

En el contexto actual de España, estamos en un Nivel de Alerta Antiterrorista (NAA) 4 “reforzado”, sobre una escala “penta”, del Plan de Prevención, Protección y Respuesta Antiterrorista (PPPyRA).

Este nivel de alerta implica un riesgo elevado de ataques, muchos de los cuales han sido perpetrados con armas blancas por individuos radicalizados, aunque no hay que obviar la delincuencia común.

Los DEC, se convierten en un arma totalmente imprescindible, al ser esencial para garantizar la seguridad y protección de la población y de los intervinientes.

Ninguna de las administraciones, por una cuestión de responsabilidad, debería de obviar ni su uso, ni su implementación como dotación, lo mismo en relación con su uso por parte del Personal de Seguridad Privada.

Es acuciante y esencial la implementación de estos dispositivos, para garantizar la seguridad y protección de la población, en el contexto actual de alerta por terrorismo.

DEC disparando

Disparo del Dispositivo Electrónico de Control. Fuente: Spectrum.ieee.org.

Los DEC son herramientas cruciales para las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad (FFCCS), así como para la Seguridad Privada. Su capacidad para neutralizar amenazas de manera no letal es fundamental para proteger tanto a los agentes como a los ciudadanos.

Permiten una respuesta rápida y efectiva ante ataques con armas contundentes y blancas, inmovilizando a los agresores sin causar daños permanentes, lo que garantiza una detención segura y controlada.

Su colocación en el ceñidor o en la pernera ha de ser siempre, en el lado contrario en el que se porte el arma reglamentaria de fuego, para evitar confusión en su uso, en una situación de estrés.

Dispositivo electrónico de control (DEC)

Extracción DEC, (marca TÁSER). Fuente: spvsevilla.blogspot.com

Los DEC deben de ir acompañados del uso de cámaras corporales, ya que, legalmente proporcionan una evidencia visual y auditiva crucial, en procesos judiciales, al asegurar que, las intervenciones se realizaron conforme a la legalidad vigente.

Operativamente, estas cámaras tienen un efecto disuasorio y permiten una revisión posterior de los incidentes, lo que mejora la formación y la toma de decisiones de los intervinientes, además de garantizar su seguridad jurídica.

Los DEC deben de implementarse, además de en los distintos vehículos, en patrullas unipersonales, tanto en Seguridad Pública, como al Personal de Seguridad Privada, que al contrario de los miembros de FFCCS, en la mayoría de las ocasiones, únicamente cuentan con tan sólo una ridícula defensa flexible, de 50 centímetros, todo un sin sentido, ante la gran escalada de riesgos a los que se enfrentan.

Los aspectos más beneficiosos de su utilización, en las distintas intervenciones son:

  • Permiten a los intervinientes neutralizar amenazas sin recurrir a la fuerza letal.
  • Son efectivos para inmovilizar y neutralizar a individuos que representan una amenaza inmediata, permiten, por tanto, una detención segura y controlada.
  • Producen, en la mayoría de los casos, un efecto altamente disuasorio.

Editor: Universidad Isabel I

ISSN 2697-288X

Burgos, España

 

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