José Jesús Trujillo - Vie, 07/05/2021 - 10:20
Niña con cara de asombro rodeada de bombillas dibujadas.
Serie: 'Educación en la era digital' LXIII
El ApS es una metodología innovadora que intenta modificar la realidad y mejorar los aprendizajes del alumnado. Se inserta en el conjunto de actividades que lleva a cabo un alumno o alumna, y conecta con las propuestas innovadoras que se dan en los centros educativos: la educación basada en competencias, el aprendizaje basado en proyectos o problemas, el aprendizaje cooperativo y colaborativo, aprender a emprender, las inteligencias múltiples, la convivencia positiva, la gamificación, etc. Sin plantearse ser 'el método', el ApS debe tenerse en cuenta porque facilita el acceso a las prácticas innovadoras de mayor interés en la acción educativa de hoy (Mendía, 2016).
Desde nuestro perfil de educadores/mediadores, debemos tener en cuenta que su concepto se orienta hacia un servicio solidario destinado a atender necesidades reales y sentidas de una comunidad, protagonizado activamente por los estudiantes desde el planeamiento a la evaluación, y articulado intencionadamente con los contenidos de aprendizaje (contenidos curriculares o formativos, reflexión, desarrollo de competencias para la ciudadanía y el trabajo, investigación) (Tapia, 2010). Con lo cual, podemos analizar sus potencialidades sobre la base a la cohesión, intervención e implicación social desde el marco del contexto escuela-comunidad.
Lo que es potencialmente interesante a la hora de intervenir en procesos conflictivos en donde existan instituciones o personas pertenecientes a ambos ámbitos. Ya que esta metodología intenta responder a necesidades sociales o realizar una acción en beneficio de la comunidad, aprender algo, realizar un servicio, vivir una experiencia significativa, llevar a cabo actividades de reflexión, colaborar con otras instituciones sociales y establecer con ellas vínculos de partenariado y (...) contribuir a la formación para la ciudadanía (Puig, 2009).
El aprendizaje-servicio facilita el desarrollo de un currículum más inclusivo, una mejora del clima escolar al poner al alumno en una acción práctica de interés común y una reflexión colectiva sobre las necesidades del entorno, de las personas, proponiendo proyectos ilusionantes que hagan caminar al grupo en una dirección proactiva (Mendía, 2016).
Por lo que, además de prevenir conflictos, actuará como beneficiador mutuo de grupos de personas pertenecientes a los dos ámbitos. Siendo interesante el hecho de que nos podamos encontrar, en caso de conflicto en el que mediar, un clima relacional más cohesionado y con posturas no tan contrarias como en otros procesos en donde no haya existido una relación fundamentada en el quiz pro quo. Pudiéndonos servir, igualmente, de agentes de uno u otro ámbito cuando se presente un conflicto que ataña a uno de los dos. Por ejemplo, si existe un problema a nivel comunitario, podremos 'romper el hielo' a través de información que nos puedan ofrecer estudiantes que hayan realizado proyectos de ApS en dicha comunidad y servir esto como acicate para comenzar y avanzar en el proceso de mediación.
Para concluir y con el objetivo de analizar la conexión existente entre ApS y mediación, es conveniente visualizar el siguiente vídeo, llevado a cabo por una de las mayores expertas en la mencionada metodología, Roser Batle.
Editor: Universidad Isabel I
Burgos, España
ISSN: 2659-5222
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